El mundo de las contraseñas tiene un sinfín de trucos y consejos que son de vital importancia conocer. Al fin y al cabo, detrás de cada contraseña existe una información personal que queremos resguardar, una red social a la que no deseemos que accedan o, lo más importante, una cuenta bancaria donde están guardados todos nuestros ahorros o nómina.
Sea un elemento u otro, las contraseñas nos protegen de aquellos peligros que abundan en la red. Por esta razón, el artículo de hoy te va a fascinar: te enseñamos a cómo crear y guardar tu contraseña a salvo de ciberdelincuentes.
Intenta huir de lo simple, por favor
El primer punto para crear una contraseña segura es fácil: ni se te ocurra poner “123456” o palabras fáciles de adivinar. Esto puede sonar a broma, pero las cinco contraseñas más repetidas de 2021 fueron las siguientes (sin las comillas): “123456”, “123456789”, “12345”, “qwerty” y “password”.
No estamos exagerando, de verdad. Las claves de seguridad más repetidas por los usuarios de todo el mundo fueron las cinco anteriormente expuestas, incluida la de “password”, sí. La información la dio a conocer, una vez más, The Awful Password List y muestra bien el pasotismo de los usuarios.
Evita usar fechas, datos o efemérides personales
Evita siempre, en la medida de lo posible, el usar fechas, datos o efemérides personales. A poco que alguien posea tu correo electrónico, acceder a tu fecha de nacimiento, el nombre de tu primera mascota, quién fue tu profesora de Lengua o el año en el que iniciaste la universidad no es difícil.
Este suele ser uno de los errores más comunes que se repite a la hora de crear una contraseña. Sólo basta un poco de lógica y tirar de buscador para conseguir esa información. Recuerda que el ciberdelincuente sabe más que tú.
El truco es: que sea fácil de recordar y difícil de adivinar
Este es el principio de cualquier contraseña: que sea fácil de recordar, pero difícil de adivinar. Para ello, te proponemos un reto. Intenta coger varias palabras que uses en tu día a día y combínalas entre sí con su primera sílaba. Por ejemplo: “Componentes”, “Tarjeta gráfica”, “Memoria” y “Disco duro”.
A partir de aquí, tomamos la primera sílaba de cada palabra (“Comtagramedis”) y las unimos. Como puedes ver, el vocablo no existe, por lo que ya el grado de dificultad aumenta de manera exponencial, pero se puede dar un salto todavía mayor: las mayúsculas y los números.
Coge esa palaba recién creada y coloca mayúsculas y números en posiciones que te acuerdes. Por ejemplo: “C0mtaGr4med1s”. Este vocablo no está registrado, no hay constancia de ello y no responde a una “lógica” fácil de interpretar a la hora de crearse, ya que hemos tomado cuatro conceptos al azar, hemos unido sus primeras sílabas y luego hemos intercalado mayúsculas, minúsculas y números.
Activa la doble autenticación
Fundamental en estos tiempos: activa la doble autenticación. Sí, sabemos que puede ser tediosa y engorrosa, ya que lo de tener que introducir un código o abrir una app después de poner la contraseña no es algo cómodo. No obstante, es un método muy seguro: el mensaje va a llegar a tu número de teléfono móvil, una app que sólo tú tienes instalada y configurada o un correo a tu cuenta personal. ¿Quiere decir que es impenetrable? La respuesta es no, pero sí que da mucha seguridad.
Intenta no repetir contraseñas y cámbialas de vez en cuando
Al igual que con el consejo anterior, sabemos que esto es también algo pesado, pero es lo aconsejable: no repetir contraseñas en más de una web o servicio. La idea es que cada portal posea su propio password. Recuerda que siempre puedes optar por generadores automáticos de contraseñas y que se vayan asociando a determinados productos, por si quieres más comodidad.
Por otro lado, recuerda también ir cambiando las contraseñas de vez en cuando. Las brechas de seguridad en las plataformas están a la orden del día, de ahí que no sea extraño ver vulnerabilidades en el sistema. Si esto ocurre, tu contraseña estará expuesta, y si encima la estás usando en otra plataforma, pues el problema ya está ahí…
Y hasta aquí los consejos para crear buenas contraseñas y cómo guardarlas o protegerlas lo máximo posible. Sobra decir que se pueden sacar más consejos, como el hecho de crear varios correos electrónicos y dedicar cada uno a determinadas acciones según uses el portátil, el Smartphone o el PC de mesa (uno para redes sociales, otro para bancos, otro para webs, etc.).
Así mismo, no olvides que existen gestores de contraseñas que te permitirán no sólo guardar todas las claves, sino también crearte otras nuevas. Funcionan muy bien y sólo tendrás que recordar una contraseña maestra para tener acceso a todas.