
Es más que evidente que Ubisoft está comprometida con darle una nueva vida de éxito a la saga Prince of Persia. Más allá del remake de Las Arenas del Tiempo (que espero que llegue a buen puerto, a pesar de todo), la desarrolladora francesa nos asombró a principios de 2025 con el fantástico Prince of Persia: The Lost Crown. Pero, para sorpresa, la que se nos dio con el anuncio de The Rogue Prince of Persia.
Por si estás despistado, The Rogue Prince of Persia es el nuevo videojuego de la saga, pero no está desarrollado por Ubisoft, que actúa como editora en este caso. Evil Empire es el estudio encargado de crear este título que, sí, está muy inspirado en su mayor éxito, Dead Cells. Imagino que Ubi dijo algo así como: “queremos un Dead Cells, pero en el mundo de PoP”. Y me parece interesante, la verdad.
Yo soy partidario de este tipo de iniciativas. Por ejemplo, me encantaría que The Pokémon Company se dirigiera a los creadores de, no sé, Vampire Survivors, y les cediera la IP para un juego del estilo. Pero, vaya, que no hace falta fantasear: Riot Games hizo algo así con Airship Syndicate. El estudio desarrolló Ruined King: A League of Legends Story, que básicamente era la secuela espiritual de Battle Chasers: Nightwar.
Pero, claro, crear esta obra al estilo Dead Cells tiene su aquel, ya que ese juego es un roguelite de acción, algo que se aleja de lo visto en la saga del Príncipe. Esto ya sucedió con The Lost Crown, que es un metroidvania, lo que nos deja claro que Ubisoft no tiene miedo de experimentar. El juego sale este 27 de mayo en acceso anticipado en PC a través de Steam y ya he jugado varias horas, así que te cuento qué tal está en este artículo.
La historia de The Rogue Prince of Persia
Antes de nada tienes que tener en cuenta una cosa: este es un texto revisando The Rogue Prince of Persia antes incluso del lanzamiento oficial en early access, ya que este contenido se publica el mismo día de su salida. Por tanto, si estás leyendo esto mucho tiempo después, ten claro que el videojuego habrá cambiado. Evil Empire tiene intención de doblar la cantidad de contenido durante el acceso anticipado y planea estar un año en este estado.
Es más, aunque ahora mismo hay unas 10-15 horas de contenido jugable, el título no está completo. Pero aunque falten cosas, como es normal en un acceso anticipado, sí puedo hablar tranquilamente de él. Para empezar, The Rogue Prince of Persia es un videojuego roguelite de acción de avance lateral 2D, lo que quiere decir, básicamente, que cuando mueres en un intento, vuelves a empezar desde cero, aunque esto tiene matices.
Este juego, para aquel que necesite más referencias además de Dead Cells, es del estilo de Rogue Legacy 2 o Hades, aunque no es tan profundo en desarrollo de las habilidades como este último. En esta ocasión controlas al Príncipe, un persa deseoso de demostrar su fuerza para ser el futuro Rey. Pero este personaje esconde un secreto: tiene una bola mística (si traducimos literal, creo que mejor mágica) que evita su muerte.
Este poderoso artefacto es capaz de hacer retroceder el tiempo cuando el Príncipe está a punto de morir. Esta es la forma que tiene el título de justificar los reinicios de runs y, sinceramente, me parece más que acertada a nivel de lore, ya que la saga siempre ha jugado con el tiempo y el espacio, por lo que está más que justificado su uso. Desde luego, es más fácil de entender que en otras obras del género.
Pero, ¿por qué el Príncipe está tan cerca de la muerte en repetidas ocasiones? Los Hunos están en la frontera de Persia y quieren atacar, así que nuestro protagonista, desoyendo a su padre, se lanza a acabar con ellos. Pero en ese momento descubre que los enemigos son capaces de usar una poderosa magia, algo muy peligroso. De hecho, los Hunos parece que han perdido el control de la misma, haciéndolos aún más temibles.
Este es el contexto que sirve como excusa para el videojuego y funciona bien. La historia, como suele pasar en estos títulos, no es gran cosa, y se va desarrollando con el encuentro de nuevos personajes en cada intento o al morir, ya que algunos de los NPCs que encontramos por el viaje acampan en el Oasis, el Hub central en el que empiezas cada partida y mejoras algunos elementos para ser mejor en la próxima run.
La esencia de Dead Cells está presente
La gracia de los juegos roguelike está en su jugabilidad. The Rogue Prince of Persia es, claramente, un Dead Cells ambientado en la saga. Tiene diferencias, cosas mejores y algunas no tan bien resueltas (seguramente por ser acceso anticipado), pero desde luego la esencia del éxito de Evil Empire está ahí de forma muy evidente, aunque este es más “amable”. Pero no quiero convertir esto en una comparación, así que ya verás por ti mismo qué es similar y qué no.
Este juego tiene un ritmo bastante frenético, especialmente por la importancia que tiene el plataformeo y el parkour. PoP siempre ha sido una franquicia de movimientos ágiles y espectaculares, y eso no falta en esta ocasión. El Príncipe puede escalar grandes muros, saltar y andar por las paredes, tres capacidades que, combinadas, dejan momentos que demandan concentración y mucha habilidad.
En cada run, el mapa se genera de forma procedimental (aunque, siendo honestos, en mi tiempo jugando los escenarios se parecen muchísimo unos a otros) y hay seis biomas distintos por los que pasas en tu viaje. Ya en las zonas básicas hay momentos en los que dominar el plataformeo es clave, pero hay estancias especiales dedicadas al parkour que te pondrán a prueba. Es fácil que acabes muriendo, pero la recompensa suele ser suculenta.
Los escenarios están llenos de trampas (pinchos, especialmente), enemigos (variedad suficiente para ser el primer día de acceso anticipado, aunque molaría ver más, y todos son muy diferentes en cuanto a patrones) y multitud de secretos, como habitaciones ocultas. También hay numerosos puntos de viaje rápido, que te permiten volver a lugares ya visitados. Pero, eso sí, si mueres, todo se reinicia.
En el desarrollo de cada intento empiezas con un armamento básico y puedes lootear nuevo equipamiento explorando, abriendo cofres y de otras formas. Hay multitud de armas principales cuerpo a cuerpo y a distancia disponibles desde el lanzamiento, aunque no todas aparecen desde el principio. Tienes que encontrarlas primero y, después, fabricarlas en el Oasis para que haya opciones de que salgan en las futuras runs.
De hecho, lo que menos me ha gustado es, precisamente, la progresión. Y claro… Esto es un problemón en un videojuego así, en el que es importante que el jugador sienta que cada intento sirve para algo. Creo que Dead Cells hace esto mejor, porque en esta ocasión todo se basa en comprar y mejorar equipamiento que aparecerá en futuros intentos (no solo armas, sino también medallones, por ejemplo, unos objetos que te proporcionan mejoras interesantísimas).
Aquí simplemente tienes la capacidad de desbloquear nuevo loot, además de conseguir mejoras de vida. Me parece insuficiente y, sinceramente, se queda algo corto en comparación con otros referentes del género. Creo que el acceso anticipado puede venir muy bien para equilibrar el progreso y hacerlo más interesante. Lo que es indiscutible es que es una cuestión importantísima para que el videojuego triunfe.
Combate ágil y con muchas posibilidades
Lo que sí me ha gustado bastante es el combate. Es más profundo de lo que parece y, sobre todo, te permite realizar multitud de combos. Por un lado, los ataques son básicos cuerpo a cuerpo, un especial cargado, uno a distancia y una patada que empuja a los enemigos, algo que hace que choquen entre ellos y se queden aturdidos o, incluso, que impacten con trampas y mueran.
Por otro lado, la defensa consiste en una esquiva, pero esta no es como la imaginas. Al intentar evitar un ataque, el Príncipe salta por encima del enemigo y se coloca detrás, lo que te da la opción de contraatacar. Es más, algunos medallones te permiten potenciar todos estos movimientos, lanzando cuchillos cuando esquivas o generando zonas de polución dañinas cuando realizas una patada con éxito. Las combinaciones son múltiples.
Además de eso, también puedes realizar un ataque especial desde las alturas, aunque sólo funciona contra los enemigos que están en el suelo. Aunque lo hagas sobre un Huno que esté colgado, el Príncipe ignora a ese rival y sigue hasta abajo. Queda un poco raro, pero en realidad tiene sentido, ya que el impacto es fuerte al golpear el terreno. Aún así, puede que estuviera bien replantear esto.
Pero más allá de esto último, el combate es muy entretenido, variado y tremendamente ágil. Además, cada arma es diferente y te obliga a modificar un poco la forma en la que juegas. La parte positiva es que puedes buscar qué tipo de armamento se adapta mejor a tus gustos y, en cada intento, escoger únicamente aquellas que encajen con tu forma de jugar. Seguro que en el EA pueden ajustar algo, pero está genial.
Eso sí, lo que creo que deben revisar es la dificultad de los dos jefes que hay ahora mismo en el juego. Son demasiado poderosos. Se siente algo injusto combatir contra ellos, la verdad, y te aseguro que necesitarás muchos intentos para superar incluso al primero. El problema es que sentirás algo de frustración, porque llegar a él es fácil (sólo tienes que superar dos biomas de la run), pero matarlo es otra historia.
Un apartado artístico que no te dejará indiferente
Cuando se presentó el juego hubo mucho revuelo por su apartado artístico. Es un tema complicado y creo que, en este caso, que te agrade o no es algo más personal que nunca. A mí me gusta. Es atrevido, la verdad, pero no le sienta nada mal y te haces rápido al estilo, colorido y simple al mismo tiempo. Aún así, es evidente que el arte de The Rogue Prince of Persia es único en la franquicia y puede chirriar a más de uno.
Lo que me ha dejado más frío es el sonido, la verdad. Los efectos son correctos, pero la música y el audio general es muy olvidable. Hay trabajo por hacer en este apartado. Más allá de eso, recuerda que, de momento, el videojuego no está en español, aunque llegará más adelante en una fecha indeterminada. Ahora mismo puedes jugarlo en inglés, francés y chino. Conque tengas un inglés medio-bajo te sobra, poco texto.
El rendimiento es muy bueno. He jugado en una RTX 4080 y se juega a 4K y 60 FPS sin problema alguno; no necesitas un ordenador gaming. El único “pero”, y es algo que no afecta nada a la experiencia, es que cuando pasas de un bioma a otro, el juego se queda algo pillado (con un bajón tremendo de FPS también), pero no tiene importancia. Por cierto, Ubisoft nos dijo que iba a introducir el guardado en mitad de la run, pero no he visto que haya llegado en mis días jugando. Pero, vaya, que estará (quizá hoy en el lanzamiento).
Conclusiones
The Rogue Prince of Persia se lanza en acceso anticipado con una buena base jugable, con un plataformeo y combate pulido y divertido. La progresión me genera dudas, y los escenarios se repiten demasiado, pero puede convertirse en un roguelike de acción muy interesante. Sólo está en PC en Steam, pero en el futuro llegará a más plataformas.