
¿Cuántas veces has escuchado hablar de hercios, de FPS (frames por segundo), de input lag y de multitud de términos parecidos? Seguro que la respuesta es “muchas”. Pues bien, hoy en PcComponentes vamos a hablar de ellos, con dos como grandes protagonistas de la función.
Te contamos qué son los hercios y cuál es la principal diferencia con los frames por segundo, así como la influencia de ambos para tema gaming.
¿Qué son los hercios?
La palabra “hercio” nace gracias al físico alemán Heinrich Rudolf Hertz, quien descubrió la propagación de las ondas electromagnéticas. A partir de aquí, los hercios tal como los conocemos en el mundo de los videojuegos están vinculados principalmente a las pantallas, ya sean televisores o monitores, mediante la popular tasa de refresco o frecuencia de refresco.
Vamos a poner un ejemplo de primeras, ya que consideramos que así es más fácil entender qué son los hercios en una pantalla. Cuando se dice que la frecuencia de refresco de un monitor es de 60 Hz, esto significa que la pantalla se refresca un total de 60 veces en un segundo. Por tanto, y siguiendo una simple regla de tres, si el panel posee una frecuencia de refresco de 120 Hz, la tasa son 120 veces en un segundo, si son 144 Hz, pues 144 veces en un segundo y así sucesivamente.
Hasta aquí todo claro, ¿no? Además, de aquí también se puede extraer la siguiente conclusión: cuanto más altos son los hercios, mucho mejor para el usuario. Al fin y al cabo, no debemos olvidar que una pantalla que es capaz de refrescar la imagen hasta 120 veces en un segundo es mejor que una de 60, ya que está refrescando el doble en el mismo tiempo; y, por tanto, está ofreciendo más imágenes, lo que beneficia al jugador.
Quédate con este concepto clave para cuando vayas a comprar una pantalla: aunque cada una tenga sus peculiaridades y características, cuantos más altos sean los hercios, mejor.
¿Qué son los frames por segundo (FPS)?
Aquí viene otro punto que suele llevar a confusión. Es bastante habitual que entre los jugadores e incluso los profesionales se confundan los hercios / tasa de refresco con los frames por segundo. Debido a ello, se pueden escuchar expresiones como “mi monitor corre a 60 frames por segundo”. Si bien son términos que están estrechamente ligados, la realidad es que no son lo mismo. Una vez más, vamos a intentar explicarlo con un ejemplo.
La tasa de frames por segundo hace referencia a la cantidad de imágenes por segundo que es capaz de ejecutar un videojuego. Cuando decimos, por ejemplo, que la tasa de frames de Starfield está bloqueada a 30 imágenes por segundo en Xbox Series X y Xbox Series S, esto significa que el videojuego no es capaz de mostrar más frames que los citados. En otras palabras: no le vayas a pedir al título de Bethesda que intente ejecutarse a más, ya que no lo va a poder hacer. Es una cuestión de puramente desarrollo.
¿Por qué se hace esto? Pues para buscar estabilidad. Los estudios de videojuegos fijan sus tasas de imágenes por segundo para saber que sus títulos se pueden ejecutar sin complicaciones. De nada vale que una obra pueda correr a 60 frames por segundo si luego en los combates, por ejemplo, esta baja a 30 imágenes por segundo. Esto provoca una irregularidad que es muy molesta a la hora de jugar. Ante esto, los equipos de desarrollo suelen fijar los frames por segundo más idóneos para cada producción.
¿Cuál es la diferencia entre Hercios (Hz) y Frames Por Segundo (FPS)?
Ya te hemos contado qué son los hercios y qué es la tasa de imágenes por segundo en un videojuego, por lo que con estas dos explicaciones ya tienes los puntos más importantes. Además, habrás dilucidado, y bastante bien, cuáles son las principales diferencias entre ambos conceptos: los hercios están relacionados con la pantalla, mientras que los frames por segundo dependen del videojuego en sí.
Continuamos con más ejemplos, para que así se observe la diferencia. Si hemos comprado recientemente un monitor que posee una tasa de refresco de 120 Hz, si el videojuego no es capaz de llegar a 120 imágenes por segundo, entonces los hercios estarán por encima de los frames por segundo. Este ejemplo se puede extrapolar también a la inversa con otra demostración muy fácil.
Si hemos comprado Devil May Cry 5: Special Edition para PlayStation 5, el juego acepta como tal los 120 frames por segundo. Hasta aquí todo correcto, ya que esto se traduce en que vamos a tener una tasa de imágenes muy alta. Ahora bien, si nuestro monitor lo máximo que posee son 60 Hz, entonces no podremos disfrutar de los 120 FPS, ya que el juego se ejecuta a una tasa de imágenes más alta que la tasa de refresco de la propia pantalla (el doble, de hecho). Más fácil ahora, ¿verdad?
Cabe resaltar que los paneles que poseen una tasa de refresco muy alta suelen ser caros (sobre todo en televisores). De esta manera, cuantos más hercios tenga una pantalla, mayor será su precio por lo general. Además, esto también influye en la resolución de la pantalla, ya que si pedimos alta resolución y altos hercios, el precio se dispara.
¿Nuestra recomendación? Nosotros lo tenemos bastante claro. Si vas a jugar en consola, con un panel que tenga una tasa de refresco de 60 Hz vas más que sobrado, ya que la mayoría de videojuegos de consola suelen ejecutarse a 60 frames por segundo como máximo (muy pocos consiguen ir más allá). Ahora bien, en el caso de PC, nuestro consejo es que sí optes por un monitor que alcance mínimo los 120 - 144 Hz, ya que aquí los videojuegos van a depender más de tu propio equipo y sí vas a alcanzar tasas de imágenes por segundo más altas.
¡Esperamos haberlo explicado todo bien!