
A todos nos gusta estrenar tecnología. Renovar el smartphone, después de haber exprimido al máximo el anterior o pasar a una Smart TV 4K viniendo de una tele antigua son algunas de las experiencias más gratificantes que ofrece el mundo tecnológico. Sin embargo, en los últimos años se ha popularizado una tendencia que aúna sostenibilidad y ahorro, dándole una nueva vida a multitud de gadgets: los productos reacondicionados.
¿Qué es un producto reacondicionado?
Un producto reacondicionado es un dispositivo tecnológico que reúne unas características concretas. Para empezar son productos plenamente funcionales y, aunque técnicamente son de ‘segunda mano’, lo cierto es que algunos parecen prácticamente nuevos.
Muchos de estos productos tuvieron algún defecto de fabricación en el momento de su compra. Cuando esto ocurre, lo normal es que el usuario devuelva el dispositivo y el fabricante le entrega un aparato nuevo. Pero, ¿qué pasa con ese producto devuelto?
Es aquí donde sucede la magia de los productos reacondicionados. El fabricante recibe un teléfono al que, por ejemplo, le falla el altavoz. Su propio servicio técnico oficial abre el terminal y repara el fallo con piezas originales. A partir de aquí, lo pone de nuevo a la venta como móvil reacondicionado con un descuento en su sección correspondiente.
Otra fuente de productos reacondicionados son los modelos de exposición de las tiendas. En la mayoría de ocasiones, este tipo de productos ni siquiera han llegado a tener uso, o este ha sido muy breve, por lo que conservan a la perfección tanto interna como externamente.
Tipos de productos reacondicionados
Existen tres tipos de productos reacondicionados, que se clasifican en otros tantos grados. Esta forma de ordenarlos te permite conocer en qué estado está el producto que están comprando. Estos son los grados de los productos reacondicionados:
Productos reacondicionados de Grado A
Los productos reacondicionados de grado A suelen provenir de clientes que compraron el producto y lo devolvieron al poco tiempo tras probarlo o productos de exposición. Su aspecto externo es excelente y no presentan prácticamente diferencias con un producto nuevo.
Además, sus funcionalidades deben ser las mismas que las de un producto nuevo. Por ejemplo, en un ordenador reacondicionado, el fabricante debe garantizar que la batería esté como mínimo al 80% de su capacidad máxima. Y lo mismo pasa con los smartphones.
Productos reacondicionados de Grado B
Estos productos son los más interesantes desde el punto de vista del ahorro. Son dispositivos con algún leve desperfecto, como un arañazo en la parte posterior de un teléfono, por ejemplo. Estos desperfectos estéticos no afectan a su funcionamiento, pero sí a su precio, que suele tener un buen descuento.
Un ejemplo podría ser un ordenador reacondicionado cuya caja tenga un golpe o arañazos en su acabado. O cuya iluminación RGB ya no funcione. El resto del equipo seguirá funcionando a la perfección, más allá de sus defectos estéticos.
Productos reacondicionados de Grado C
Los productos reacondicionados de Grado C son los más económicos de todos, pero cuentan con desperfectos visibles y funcionales. Igualmente, son productos que funcionan, aunque ya no a su máximas posibilidades.
Por ejemplo, una consola reacondicionada, como puede ser una PS4 a la que ya no le funcione el lector de discos. Podrás usarla para jugar descargando títulos online, pero le faltará esa funcionalidad.
Ventajas e inconvenientes de un producto reacondicionado
Ahora que ya tienes claro qué son, vamos a contarte las principales ventajas de un producto reacondicionado:
- Ahorro. Esta es la ventaja más visible para ti, ya que si optas por comprar productos reacondicionados puedes encontrar auténticas gangas tecnológicas que todavía pueden disfrutarse durante años.
- Menos basura tecnológica. El reacondicionamiento permite que muchos productos tecnológicos que antes hubieran acabado en la basura ahora tengan una segunda vida. Esto ayuda a reducir la cantidad de basura tecnológica.
- Medio ambiente. Al mismo tiempo, este sistema ayuda a distribuir mejor la cantidad de dispositivos que ya están en circulación. Por lo tanto, se reduce la producción de nuevos equipos, lo que reduce también las emisiones de CO2 y la extracción de metales raros.
Aunque no son muchas, también deberás tener cuidado con algunas de las desventajas de los productos reacondicionados:
- Cuidado con la procedencia. Siempre que compres un producto reacondicionado, debes asegurarte de que lo haces directamente al fabricante o a una empresa de confianza. Esto te evitará recibir productos que no cumplan con las características ofertadas.