¿Windows o Linux? ¿Qué SO instalarías si te compraras un portátil sin sistema operativo? Pues como habitualmente ocurre en temas tecnológicos, la respuesta es depende. Es un tema que tiene mucha miga y que no es tan aleatorio si nos ponemos a analizar todos los pros y contras.
Muchos usuarios optan por instalar Windows por defecto, pero podrían estar desperdiciando gran parte de los recursos de su portátil, tan solo por no conocer las alternativas. Y es que, las distribuciones de Linux pueden ofrecer un mejor rendimiento en equipos modestos gracias a su menor consumo de recursos.
Si estás indeciso y no sabes si instalar Windows o Linux, a continuación, vemos qué puntos hay que tener en cuenta a la hora de optar por uno u otro.
¿Qué significa que un portátil no tiene sistema operativo?
¿Qué significa que un portátil no tiene sistema operativo? Pues es tan sencillo como que, a diferencia de los portátiles que vienen con Windows o macOS, estos equipos se venden sin ningún sistema operativo instalado. Es decir, cuando enciendes el portátil por primera vez, no podrás usarlo hasta que instales un sistema operativo, ya sea Windows o Linux.
Se trata de una opción que muchos fabricantes ofrecen con el objetivo de reducir el precio final de sus equipos, el cual puede ascender hasta en 100 € debido al coste de las licencias. Gracias a esto pueden ofrecer precios más competitivos. A cambio, lo único que debe hacer el usuario es instalar un sistema operativo para utilizar el equipo.
Este tipo de portátiles en realidad no vienen completamente vacíos, ya que incluyen el firmware y la BIOS necesarios para arrancar el equipo.
Lo que no incluyen es un sistema operativo como Windows o Linux que permita usar el ordenador, aunque en muchas ocasiones incluye FreeDOS, un sistema operativo gratuito y de software libre que permite realizar operaciones básicas, pero que está muy limitado en cuanto a funcionalidad.
¿Windows o Linux? ¿Qué SO instalar en un portátil sin sistema operativo?
La gran ventaja de comprar un portátil sin sistema operativo es que ahorramos un poco de dinero en concepto de licencia, pero a cambio, tenemos que decidir qué sistema queremos instalar. En mi opinión no es un gran inconveniente, ya que es algo muy fácil de solucionar. Hoy en día, instalar Windows o Linux es muy sencillo, y casi cualquier persona puede hacerlo.
Ahora la cuestión es por qué opción optar, si por la vía fácil como es Windows, o por la opción más desconocida como Linux. Son varios los puntos a tener en cuenta.
1. Tipo de portátil
Diría sin temor a equivocarme que este es el punto más relevante de todos. Las especificaciones de nuestro portátil marcarán (y mucho) el sistema operativo qué debemos instalar.
Si tenemos un portátil de gama media o alta, podrás decidir libremente entre Windows o Linux, ya que ambos funcionarán sin problemas. Sin embargo, si tienes un portátil de gama baja o con recursos limitados, Linux puede ser una mejor opción debido a su menor consumo de recursos y mejor rendimiento en equipos modestos.
Esto sucede principalmente en portátiles de menos de 400 €, pensados para estudiantes de primaria o secundaria, o para tareas básicas como navegar por internet, usar el correo electrónico o editar documentos.
Para este tipo de situaciones, Linux es una excelente alternativa, ya que aprovechará mejor los recursos limitados del equipo, ofreciendo un rendimiento más fluido que Windows.
2. ¿Qué so que le vas a dar?
Otro punto importante a la hora de elegir sistema operativo para nuestro portátil es el uso que vamos a darle a este, y, sobre todo, qué tipos de programas vamos a utilizar.
Por ejemplo, si queremos utilizarlo para trabajar con algún programa que solo esté disponible en Windows, pues obviamente tan solo podremos instalar este sistema operativo. Aunque si optamos por Linux, siempre podrías buscar un programa similar o incluso crear una máquina virtual de Windows para usar ese programa específico.
Otro ejemplo evidente de uso es el de un portátil gaming, orientado principalmente a jugar videojuegos. Si esta es tu intención, entonces casi no te queda otra que instalar Windows 10 o 11, más que nada por temas de compatibilidad. Lo más sencillo, y para jugar sin problemas, lo mejor es hacerlo en Windows.
HP Victus Gaming 16-r0036ns Intel Core i7-13620H/32GB/1TB SSD/RTX 4060/16.1"
Aunque ojo, cada vez más juegos son compatibles con distribuciones Linux y tarjetas gráficas Nvidia y AMD, como por ejemplo el Elden Ring, Red Dead Redemption 2 o Cyberpunk 2077. Esto es gracias a herramientas como Proton, una capa de compatibilidad desarrollada por Valve que permite ejecutar juegos de Windows en Linux.
Más allá de eso, tanto si vas a usar tu portátil para tareas básicas de oficina como para estudiar, navegar, ver Netflix y cosas así, la verdad es que ambas opciones son perfectamente válidas. Linux ofrece una experiencia cada vez más pulida y amigable para el usuario común, mientras que Windows sigue siendo la opción más familiar y con mayor soporte de software comercial.
3. Presupuesto
Muchos usuarios compran un portátil sin sistema operativo para ahorrar dinero. Si este es tu caso, debes saber que, para instalar Windows 11, es necesario comprar una licencia, la cual tiene un coste de entre 140 y 250 €, dependiendo un poco de la versión elegida.
Microsoft Windows 11 Home 64 Bit Español Licencia Permanente FPP USB
¿Quieres seguir ahorrándote ese dinero? Pues Linux es completamente gratuito. Todas sus distribuciones son de código abierto y pueden descargarse e instalarse sin coste alguno. Además, la mayoría del software disponible para Linux también es gratuito. Tan solo tienes que descargar la distroibución que más te guste e instalarla, así de sencillo.
No te recomiendo comprar licencias de Windows piratas o de dudosa procedencia por internet, ya que pueden contener malware o ser bloqueadas por Microsoft en cualquier momento. Tampoco instales Windows de manera ilegal, no vale la pena porque a la larga suele dar problemas. Si quieres usar Windows, lo mejor es comprar una licencia oficial, y si no, optar por Linux como alternativa gratuita y segura.
4. Familiaridad y facilidad de uso
Muchos usuarios llevan utilizando Windows como sistema operativo toda su vida. Saben cómo funciona, que programas hay, como resolver problemas, etc. Pero fuera de ahí, no conocen otra cosa y les resulta muy complicado adaptarse a un sistema operativo diferente. Es comprensible que muchos usuarios prefieran quedarse en su zona de confort con Windows, aunque esto signifique pagar una licencia.
Sin embargo, aquí voy a romper una lanza a favor de Linux. Las distribuciones modernas de Linux como Ubuntu, Chrome OS o Linux Mint son cada vez más intuitivas y fáciles de usar, con interfaces gráficas muy similares a Windows. Ya nada tienen que ver con esas antiguas versiones de Linux en las que tenías que utilizar la línea de comandos para cualquier cosa. Ahora es todo mucho más sencillo.
Así que, si te resulta muy difícil adaptarte a un sistema operativo nuevo y puede comprarte la licencia, hazlo sin problema. Ahora, si tienes habilidad para aprender a manejarte con nuevas herramientas digitales e incluso tienes curiosidad, yo te aconsejo que le des una oportunidad e instales la distribución GNU/Linux que más te llame la atención.
5. Instalación
Instalar un sistema operativo en un portátil es relativamente sencillo, casi tan fácil como instalar un programa cualquiera. Por ejemplo, Windows ofrece distintas formas de instalación, principalmente desde una unidad USB o desde un DVD. El proceso es bastante intuitivo y guiado, aunque requiere algunos conocimientos básicos sobre particiones y formateo de discos.
Por su parte, la instalación de distribuciones Linux como Ubuntu o Linux Mint es igual de sencilla, con asistentes gráficos que te guían paso a paso durante todo el proceso. No obstante, sí que es verdad que pueden surgir problemas de compatibilidad de drivers de algunos componentes de hardware. Si sucede puede complicarse un poco más la instalación.
Si no te ves con ánimo de instalar el sistema operativo, siempre puedes contratar el servicio de Instalación y configuración de S.O. de PcComponentes. Puedes seleccionarlo tanto durante la compra de cualquier equipo como acudir posteriormente a cualquiera de sus tiendas físicas.
Por un precio muy asequible, un técnico especializado se encargará de instalar y configurar el sistema operativo que elijas, dejándolo listo para usar.
Otros puntos importantes a tener en cuenta
- Seguridad: ambos sistemas operativos son muy seguros, aunque por defecto, Linux tiende a ser más resistente a malware y virus debido a su arquitectura y menor cantidad de amenazas dirigidas. Windows, por su parte, requiere la instalación de un antivirus para mantener una protección óptima.
- Actualizaciones y mantenimiento: Windows recibe actualizaciones regulares y automáticas a través de Windows Update, mientras que Linux permite un control más granular sobre las actualizaciones del sistema y el software instalado. Además, Linux suele requerir menos mantenimiento rutinario y reiniciar con menos frecuencia.
- Personalización: Linux ofrece una mayor flexibilidad en términos de personalización, permitiendo modificar prácticamente cualquier aspecto del sistema operativo. Windows, aunque también permite cierta personalización, es más limitado en este aspecto.
- Compatibilidad de hardware: Linux ha mejorado mucho en este aspecto, pero Windows sigue teniendo ventaja en cuanto a soporte de drivers y periféricos, especialmente para hardware más específico o reciente.
- Soporte y comunidad: Windows cuenta con soporte oficial de Microsoft y una amplia red de técnicos certificados, mientras que Linux depende principalmente de su comunidad de usuarios para soporte técnico, aunque esta suele ser muy activa y colaborativa.
¿Qué Windows instalar en un portátil sin sistema operativo?
Si decides que quieres instalar Windows en tu portátil sin sistema operativo, lo mejor es instalar Windows 11.
Esta es la última versión del SO de Microsoft, por lo que la compatibilidad, funcionalidad y seguridad es máxima. También puedes optar por Windows 10, claro, aunque debes saber que Microsoft dejará de dar soporte a Windows 10 en octubre de 2025. Esto significa que después de esa fecha, Windows 10 no recibirá más actualizaciones de seguridad ni nuevas funciones.
¿Vale la pena instalar versiones de Windows más antiguas (como Windows 7 o Windows 8)? Pues en general, la respuesta es que no.
Estas versiones ya no reciben soporte ni actualizaciones de seguridad por parte de Microsoft, lo que las hace vulnerables a amenazas y problemas de compatibilidad con software y hardware moderno. Si lo haces porque piden menos requisitos y así tu portátil funcionará mejor, es mejor optar por una distribución de Linux.
¿Qué Linux Instalar en un portátil sin sistema operativo?
Si optas por instalar Linux en tu portátil sin sistema operativo, las opciones que tienes son muy variadas. Si no quieres complicarte puedes optar por un SO tan conocido como Ubuntu, el cual ofrece un gran rendimiento, es fácil de utilizar y tiene una gran comunidad detrás que te ayudará si tienes cualquier problema.
También son muy populares distribuciones como Linux Mint, que destaca por su interfaz similar a Windows y su facilidad de uso, o ElementaryOS, conocido por su diseño elegante y minimalista inspirado en macOS. O incluso puedes optar por Chrome OS, el sistema operativo de Google basado en Linux que es perfecto para portátiles básicos y usuarios que principalmente utilizan aplicaciones web.
OpenSUSE, Fedora, Manjaro o Debian son otras distribuciones Linux populares que ofrecen diferentes enfoques y características. En cuanto a distribuciones ligeras para portátiles de baja gama, las opciones también son variadas, desde Puppy Linux o Lubuntu hasta Pure OS o Peppermint OS.
¿Y por qué no instalar Windows y Linux?
Puede que no lo sepas, pero en cualquier ordenador puedes instalar 2 (o más) sistemas operativos. Es lo que se conoce como arranque dual y ofrece la posibilidad de instalar, por ejemplo, Windows 11 y Ubuntu en el mismo dispositivo.
Al iniciar el ordenador saldrá un menú en el que podremos seleccionar con qué sistema operativo queremos arrancar, algo muy qué es muy útil para algunas personas.
Incluso puedes instalar 2 versiones de Windows, de Linux, o cualquier otra combinación que se te ocurra. Para hacerlo necesitarás dividir el disco duro en dos particiones diferentes durante la instalación (o utilizar dos discos duros diferentes).
En general, primero deberás instalar Windows y después Linux, ya que Windows tiende a sobrescribir el gestor de arranque si se instala más tarde. El proceso no es especialmente complejo, pero requiere tener cuidado durante la configuración de las particiones para no borrar datos importantes.