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Análisis de Avatar: Frontiers of Pandora

Consolas y videojuegos
José Miguel Rodríguez - Última actualización: 4 de junio de 2024

Avatar: Frontiers of Pandora es la adaptación del universo de Avatar, la creación de James Cameron, a los videojuegos. Con una imponente Pandora, Ubisoft lleva la fórmula de Far Cry a la lucha de humanos y na’vi. Tras superar el juego, te cuento lo que me parece en este análisis.

La imagen de la pantalla del análisis de Avatar: Frontiers of Pandora

La relación entre el cine y los videojuegos es habitual, aunque parece que en los últimos tiempos los lazos se han estrechado, dando lugar a más adaptaciones. La última, que en este caso va desde la gran pantalla hasta la industria de los juegos, es Avatar. El universo ideado por James Cameron, que no deja a nadie indiferente, ha entrado en una nueva era, que comenzó con Avatar: El sentido del agua.

Este largometraje es la primera secuela de la película original de 2009, aunque hay cuatro que están planificadas. Pero, mientras llegan más films, el universo se amplía con una historia única, contada desde el prisma de los videojuegos. Avatar: Frontiers of Pandora, un juego de disparos y aventuras en primera persona, ya está disponible para PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC. Ya he podido jugar al título de Ubisoft y te cuento lo que me ha parecido.

Lo que sí te adelanto ya es que es un producto hecho pensando en los fans de la saga. Si te gusta Avatar, estoy convencido de que disfrutarás del título y perdonarás sus carencias. Si no es el caso, es posible que te cueste entrar en la trama y empatizar con los personajes, ya que la fuerza narrativa de la obra es realmente floja. Pero bueno, sigue leyendo y te explico punto por punto qué ofrece este videojuego.

Bienvenido a Pandora

La historia de Avatar: Frontiers of Pandora es inédita y se sitúa, cronológicamente, entre la película original de 2009 y “El sentido del agua”. Es un relato que refleja la enorme inestabilidad de Pandora y te pone en la piel de un na’vi (personalizable, aunque el editor es muy básico) que fue secuestrado cuando era un niño por la RDA, con el objetivo de convertirlo en un soldado para luchar contra los suyos.

En tu cautiverio no estás solo, ya que hay otros niños y otras niñas na’vi que te acompañan. En el inicio del título, se cuenta cómo estos jóvenes desean con todas sus fuerzas volver a ser libres, ya que no quieren pelear contra los de su especie. Pero el entrenamiento de la RDA no da sus frutos y, tras unos acontecimientos que no te desvelaré (y el paso de varios años), estos niños son liberados, aunque ya no son tan pequeños: juegas como un joven na’vi.

A partir de ahí, la trama gira en torno a la batalla contra los humanos y al crecimiento personal del protagonista y su adaptación a la vida na’vi, una que apenas ha vivido por culpa del secuestro. Tú y tus amigos pertenecéis al clan Sarentu, pero prácticamente está extinto. Tendrás que aprender sus costumbres y honrar a los antepasados, algo que está bien implementado, incluso en las habilidades del personaje.

Pero para luchar contra los humanos y liberar la tierra de los na’vi, es necesario que las otras dos tribus que pueblan esta nueva zona de Pandora en la frontera occidental (no vista en las películas) se unan a tu causa. De primeras, los otros clanes son reticentes, así que será necesario que te esfuerces al máximo para convencerles y poder echar a la RDA, y recuperar la viveza y el fervor del territorio, afectado por la explotación de recursos de este organismo.

Este es el contexto y no quiero destriparte nada, pero sí tengo que decirte que la historia es muy sencilla. No tiene giro alguno, todo es muy previsible y, además, se hace tremendamente lenta en las primeras 6-7 horas de juego (lo superarás en unas 15-20 horas si vas al grano). Ten en cuenta que el videojuego refleja todo el proceso de iniciación de tu na’vi, con sus primeras misiones, expediciones de caza o la obtención de la montura ikran.

No es que esto sea algo negativo de por sí, pero está contado de una forma muy simple y muy plana, y no logra emocionar. Avatar, desde que se estrenó en el cine hace ya 14 años, ha sido objeto de mucha polémica: tiene seguidores acérrimos que la aman y otros que no la volverían a ver ni cobrando. Esta división está provocada especialmente por cómo se cuenta la historia y, en este caso, me temo que pasa lo mismo.

Y es una pena esa carencia, porque Ubisoft ha vuelto a dejarme con la boca abierta en el diseño y recreación del mundo. Pandora entra por los ojos, es evidente, pero llevar su inmensidad y belleza a un videojuego no es sencillo. En cambio, la desarrolladora francesa demuestra, una vez más, que es el mejor estudio del mundo generando escenarios. La saga Assassin’s Creed o Watch Dogs Legion son otros grandes ejemplos, pero este es incluso mejor.

Pandora en Avatar: Frontiers of Pandora es un espectáculo técnico y gráfico difícil de creer en primera instancia. La densidad de la vegetación, la vida de los animales y las diferentes criaturas, el increíble tamaño que tiene el escenario, con una verticalidad que asusta… Es una auténtica maravilla y, además, el juego funciona bien en líneas generales, con solo algunos detalles que luego te comento (he jugado en Xbox Series X).

La ambientación es, sin duda, lo mejor de este videojuego. La vida que se respira en cada lugar es única e incluso es interesante ver cómo se comportan los na’vi de los diferentes clanes en sus asentamientos. Sentirás, de verdad, que estás en Pandora. De hecho, es inevitable pensar que este juego sería asombroso en realidad virtual. Tras el éxito de Ubisoft con Assassin’s Creed Nexus VR, llevar Avatar a la VR sería todo un acontecimiento.

Explorar Pandora es divertido y sorprendente, especialmente cuando obtienes la montura voladora (hay otras sorpresas, ya aviso), ya que durante las primeras horas puede ser un poco difícil alcanzar algunos lugares, no tanto porque no tengas habilidades para hacerlo, sino porque el mapa del menú es confuso y no deja claro el camino a seguir en muchas ocasiones. Sobrevolar el escenario te facilita mucho la tarea, pero no quiere decir que vayas a olvidarte de la tierra.

Ten en cuenta que, más allá de la Campaña principal y de las misiones secundarias, tendrás que recolectar frutos y cazar animales para sobrevivir y desarrollarte, ya que en este videojuego tienes la posibilidad de fabricar tu equipamiento. De hecho, es la mejor forma de hacerte más fuerte, porque aunque obtendrás armas y equipo al superar misiones, algunas de las mejores piezas se consiguen a través del crafteo.

Cuando consigues una receta de fabricación, ves qué necesitas para crear un objeto. En ese momento, tu expedición a Pandora comienza y es una de las experiencias más disfrutables. No solo por la espectacularidad gráfica, sino porque muchos de tus sentidos estarán activos. El sonido de la naturaleza en los bosques o el rastro de olor de los animales (que puedes percibir) ayudan a dar esa sensación de entorno vivo. Y la Guía de Caza te apoyará en tu búsqueda.

Con lo de sobrevivir no iba de farol, por cierto. Aunque no es un juego de supervivencia, tu na’vi tiene un sistema de hambre que te obligará a alimentarte bien para aprovechar todas sus capacidades. Por eso, la caza, la recolección y la cocina son tres elementos muy importantes. Además, comer alimentos elaborados por ti te dará importantes mejoras temporales, que te ayudarán a afrontar enfrentamientos con mayores garantías.

Un Far Cry en Pandora

Es probable que algo de lo comentado te recuerde a Far Cry, especialmente al querido Far Cry 3, donde la caza era fundamental para mejorar. Y sí, a Avatar: Frontiers of Pandora se le ha llamado desde que se presentó el Far Cry de Avatar, algo que le viene como anillo al dedo, sinceramente. La fórmula de la clásica saga de Ubisoft se ha adaptado a este juego, y digamos que hay luces y sombras.

La primera sombra es narrativa. Aunque hablé de esto antes, quiero insistir en algo. El planteamiento clásico de los Far Cry implica que el protagonista pelea contra el yugo de un tirano o de una organización, y el viaje que afrontan los diferentes personajes de la saga están llenos de drama, visceralidad y mucha emotividad. La lucha de los na’vi contra los humanos podría ser relatada de una forma similar, pero el videojuego no lo hace. Ni el villano es interesante. Esto perjudica a lo demás, porque el juego pierde fuerza muy rápido.

Aunque tienes a tu disposición un vasto mundo abierto, las misiones tienen cierta linealidad en su planteamiento, algo que ayuda a poner el foco en lo importante cuando es necesario. Aún así, el punto de libertad no se pierde en absoluto y se ve potenciado en algunas situaciones. Por ejemplo, cuando tienes que destruir instalaciones de la RDA puedes apostar por el sigilo (que funciona regular, la verdad) o por crear el más absoluto caos.

Precisamente es en los tiroteos donde creo que el juego se luce más. Son espectaculares. No es que innove, y no esperes un gunplay revolucionario, pero lo que hace, lo hace bien. De hecho, aunque he jugado en dificultad Media, es necesario que lleves mucho cuidado con tus movimientos, porque la IA enemiga es capaz de acabar contigo muy rápido. La variedad de armas no es muy grande, pero sí suficiente: arcos, metralletas, escopetas, lanzamisiles…

Como decía, aunque puedes optar por ser silencioso, Frontiers of Pandora no parece diseñado para ello. De hecho, considero que no hay herramientas suficientes para que tus incursiones sean satisfactorias apostándolo todo al sigilo. Podrás mejorar tus habilidades para impulsar tus dotes de infiltración, pero en ningún momento sentirás que puedes completar toda una misión sin ser visto. Una pena, la verdad.

Aún así, es tan enorme el escenario y tan complejo a veces de entender (por sus recovecos e impresionante verticalidad), que es indispensable utilizar constantemente la habilidad principal de tu na’vi, que permite analizar el entorno y visualizar dónde está el objetivo que se persigue. Es curioso, porque explorar libremente entretiene, pero la navegación cuando tienes que ir a algún sitio concreto es, como poco, tediosa y confusa.

El sistema está mal planteado, porque cuando estás cerca del objetivo, los sentidos de tu na’vi no funcionan igual y pierdes el punto exacto al que debes ir. Es más, tendrás algún momento de frustración por no encontrar el lugar al que tienes que dirigirte. Por ejemplo, en la base de la tribu Aranahe es muy complicado encontrar el camino a las diferentes dependencias. Este asentamiento está en un árbol y es un lío tremendo llegar, por ejemplo, a las estancias que están en lo más alto.

En general, es complicado orientarse en Pandora, lo que arruina bastante el buen trabajo hecho en la recreación del escenario. Los puntos que aparecen en el mapa no solucionan nada y hubiera sido mejor ir marcando puntos intermedios cuando se quiere llegar a algún lugar en especial. De verdad, sé que puede ser difícil de entender que explorar mola y que orientarse es difícil, pero entiéndeme: si lo haces por libre y dejándote llevar, disfrutarás de un mundo apasionante; pero seguir una misión se vuelve tedioso en ciertas situaciones.

En cuanto a las habilidades y el desarrollo del na’vi, en el videojuego hay un árbol que mejorarás con puntos de habilidad, obtenidos tras misiones o favores a los clanes. Las habilidades están divididas en varias ramas, así que puedes potenciar lo que más te interese. ¿Quieres hacer mucho daño y pasas de las capacidades de caza? Desarrolla esa parte, puedes hacerlo. La libertad en el desarrollo se agradece y las mejoras son notables.

También es curioso el sistema que valora tu nivel de personaje. En este caso no ganarás experiencia y subirás una aburrida barra. El nivel de tu na’vi viene marcado por dos grandes elementos: el equipamiento que llevas y la cantidad de habilidades que hayas desbloqueado. Eso sí, es un número muy orientado al combate, así que lo que realmente estás midiendo es tu fuerza y tu poder de destrucción. Me ha gustado.

Más allá de lo principal, hay diferentes misiones secundarias, caza y recolección, instalaciones de la RDA que puedes destruir para restaurar la vida de algunas zonas de Pandora y otras actividades a realizar, como favores a las tribus o la búsqueda de unos árboles ancestrales que te conectarán con tus antepasados y te darán nuevas habilidades especiales, si bien desde los primeros compases cuentas con un salto muy alto y un dash en el aire.

El problema es que las misiones son poco interesantes y repetitivas, y las secundarias tampoco mejoran esto en exceso. El mundo no se siente bien aprovechado en ningún momento y está más vacío de lo que parece, sobre todo teniendo en cuenta que tenemos reciente un gran ejemplo de cómo explotar el mapa en Marvel’s Spider-Man 2. Ubisoft ha centrado muchos esfuerzos en crear un escenario precioso, pero no hay muchos alicientes para estar en él.

El motor Snowdrop sigue dando alegrías

Para terminar el análisis, voy con cuestiones más técnicas. Como he dicho al inicio, gráficamente es una maravilla. Es, probablemente, el mejor videojuego de Ubisoft en este apartado. El motor Snowdrop sigue dándonos muchas alegrías y la marca francesa lo ha seguido mejorando con una versión de nueva generación. Es genial. El único pero es que, en momentos puntuales, he sufrido alguna caída de FPS en Xbox Series X. Nada que impida jugar.

En consola, por cierto, hay dos modos gráficos: uno que mueve el juego a 4K y baja la tasa de imágenes por segundo a 30; y otro que apuesta por los 60 FPS, pero baja resolución. A pesar de esto último, para mí es la mejor opción, y más en un videojuego en primera persona. Aún así, tranquilo, porque sigue viéndose genial. Y, aunque prefiero 60 FPS, puedes elegir cualquier modo, porque ambos merecen la pena.

En cuanto al sonido, hay un gran trabajo hecho en este apartado. El sonido de la naturaleza y los animales es sorprendente y cautivador, e impresiona cuando esa calma y pureza se ve interrumpida por el ruido de las armas y las explosiones, también espectacular. Además, todo el videojuego está completamente doblado al castellano, en un genial trabajo de doblaje, con los na’vi haciendo gala de sus particularidades en el habla. Los textos también están en español.

Por último, debes saber que es posible adquirir cosméticos con dinero real. Esta práctica es habitual en Ubisoft, que siempre busca la forma de introducir un factor adicional de beneficio económico. Como no afecta al desarrollo del juego, no lo veo como algo negativo, si bien creo que no aporta nada introducir un sistema así en un juego como este. Por cierto, puedes jugar en cooperativo con otro amigo, algo que, sin duda, mejora la experiencia global.

Conclusiones

Avatar: Frontiers of Pandora es un videojuego hecho para fans de Avatar. La recreación de Pandora es alucinante y demuestra que Ubisoft es la mejor creando mundos virtuales. Por desgracia, la trama no acompaña de igual forma y no logra enganchar. Además, aunque la exploración es interesante, esta zona de Pandora no ofrece mucha variedad en sus actividades.

Lo mejor:

  • La recreación de Pandora es maravillosa
  • Gráficamente es sorprendente
  • Explorar libremente es divertido
  • Los tiroteos son intensos
  • El árbol de desarrollo y las habilidades

Lo que puede mejorar:

  • La trama es muy simple y poco atractiva
  • Las actividades son poco variadas
  • El mapa del menú es confuso

 

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