
En un artículo anterior vimos cómo elegir la medida de un monitor según sus pulgadas. En él, además de enseñarte a pasar de pulgadas a centímetros y viceversa, te hablé de un factor clave a la hora de elegir pantalla: la distancia del monitor. Tener en cuenta este factor es crucial tanto por nuestra comodidad, pero sobre todo, por nuestra salud.
A continuación te explico cómo puede afectar a la visión el uso prolongado de un monitor inadecuado, así como cuál es la relación entre distancia y tamaño que deberías tener en cuenta a la hora de comprar tu próximo monitor.
Síndrome Visual Informático (SVI), un problema más habitual de lo que parece
Aunque no muchos lo conocen por este nombre, el Síndrome Visual Informático, o SVI, es un problema real que muchos de nosotros sufrimos sin darnos cuenta.
Se define como aquellas alteraciones oculares, extraoculares y visuales que se producen a causa del uso prolongado de las pantallas: ordenadores, tablets, teléfonos móviles, etc. Este es un problema real que según la COOOC (Colegio Oficial de Ópticos y Optometristas de Cataluña) lo sufren más del 70 % de la población española.
Y es que a veces, por mucho que lo intentemos, nos resulta imposible reducir las horas que estamos frente a la pantalla, sobre todo a causa del trabajo. Las buenas prácticas son la única forma de reducir los efectos del SVI, y uno de los factores que más peso tiene es la distancia de nuestros ojos frente al monitor.
Cuando eras niño, seguro que tu madre o tu abuela te decía aquello de: ¡No te acerques tanto a la televisión que te vas a quedar ciego! No les faltaba razón. Y es que la distancia recomendada para el uso de cualquier pantalla no debe ser nunca inferior a 40 cm. Más adelante veremos más detalladamente cuáles son las distancias correctas según el tamaño del monitor.
¿Qué síntomas pueden aparecer por una distancia incorrecta del monitor?
La distancia y el tamaño de monitor tienen una correlación directa, que mal calculada, puede traernos problemas tanto a corto como a largo plazo. Además, la resolución de imagen es también un buen punto a valorar.
A mayor resolución, más píxeles habrá en pantalla, y, por lo tanto, más información. No obstante, una alta resolución en una pantalla grande hará que todo se vea más pequeño, y si a esto le sumamos una mayor distancia de la recomendada, la fatiga visual aparecerá más pronto que tarde, ya que estarás forzando la vista para poder ver correctamente la imagen.
Por otro lado, si el tamaño de monitor es grande y la distancia más corta de lo recomendado, los problemas pueden focalizarse en las cervicales, puesto que deberíamos mover el cuello para poder ver correctamente los extremos de la pantalla. Además, esto también puede causar fatiga ocular debido a la cercanía de nuestros ojos con el brillo del monitor.
En definitiva, la correcta distancia entre monitor y nuestros ojos es la forma más adecuada de evitar los síntomas del SVI. Que por cierto, y así de forma general, son los siguientes:
- Astenopia: es el término médico que se utiliza para referirse a los problemas causados por el esfuerzo visual. Estos incluyen la fatiga ocular, ardor y picor de ojos o dolor de cabeza.
- Visión borrosa: el uso prolongado de pantallas a una distancia incorrecta también puede provocar dificultad para enfocar y visión borrosa.
- Ojo seco: es habitual que tras un largo uso de pantallas el ojo pierda humedad, provocando sensación de arenilla, irritación o lagrimeo.
- Alteración del parpadeo: con la intención de seguir viendo adecuadamente, nuestro cerebro puede aumentar o disminuir los parpadeos por minuto, provocando otros efectos.
- Visión doble: la diplopía puede ser otro efecto de una distancia de monitor incorrecta. Si alguna vez has visto doble a causa de esto, sabrás que es una sensación muy incómoda.
- Ceguera transitoria: aunque muy raramente, este es un síntoma que también puede darse debido al agotamiento extremo de los fotopigmentos de la retina.
- Largo plazo: forzar la vista de manera usual puede provocar problemas a largo plazo como el envejecimiento prematuro de la retina y pérdida de visión.
- Síntomas extraoculares: cefalea, cervicalgia, lumbalgia, tendinitis, etc.
Distancia correcta del monitor según sus pulgadas
Si quieres evitar todos estos problemas y alargar al máximo tu visión de lince, deberás empezar a preocuparte de una serie de factores, empezando por la distancia del monitor. Por lo general, hay una regla no escrita que dice que la distancia entre la pantalla y el ojo debe ser la misma longitud que tu brazo. Aunque es bastante inexacto, es una manera fácil de medirla. Sin embargo, no tiene en cuenta las pulgadas del monitor.
Para asegurarte, lo mejor es echar un vistazo a la siguiente tabla, donde se especifica cuál es la distancia recomendada según el tamaño del monitor. Básicamente, cuanto más grande sea el monitor, mayor deberá ser la distancia respecto a tus ojos.
Tamaño monitor |
Distancia recomendada |
17” |
Menos de 30 cm |
19 a 21” |
Entre 40 y 50 cm |
21 a 24“ |
Entre 50 y 60 cm |
24 a 27” |
Entre 60 y 70 cm |
27 a 32” |
Entre 70 y 80 cm |
32 a 35” |
Entre 90 y 100 cm |
Por supuesto, esto es solo una guía que no tienes por qué seguirla a rajatabla. Cada persona es un mundo y puede que lo que para mí es lo óptimo para ti sea lo contrario. Debes tener en cuenta también si tienes problemas visuales y cómo es tu propia experiencia en el día a día. Al final deberás ir probando hasta encontrar la distancia correcta para ti. No obstante, si estás teniendo problemas de salud, no dudes en acudir a un profesional que pueda ayudarte.
Otros consejos para prevenir la fatiga ocular
La distancia del monitor no es el único factor que debes tener en cuenta a la hora de mejorar tu bienestar ocular. Hay muchos consejos que pueden venirte bien. Ahí van algunos de los más útiles:
- Tecnología: los monitores actuales incluyen tecnologías “Eye-care” pensadas especialmente para mejorar tu salud visual. Revisa esto antes de hacer tu compra.
- Resolución: recuerda que debes elegir una resolución adecuada, que como mínimo, sea HD o Full HD. La más recomendada es el 4K, pero también debes de tener en cuenta la distancia y el tamaño del monitor. Si todo se ve muy pequeño, puedes aumentar el tamaño de la fuente y activar las mejoras visuales incluidas en el sistema operativo.
- Contraste: lo mismo ocurre con el contraste, el color o el brillo. Debes ajustar todos estos parámetros y encontrar la configuración que mejor se adapte a tus ojos.
- Luz: mucho ojo también con la luz de ambiente. Debes evitar los reflejos en la pantalla y los deslumbramientos directos. Tener una luz adecuada según el momento del día también es importante.
- Limpieza: aunque pueda parecer una chorrada, el polvo acumulado así como las huellas pueden reducir la claridad y la nitidez del monitor. Límpialo frecuentemente.
- Regla 20-20-20: existe una regla que dice que cada 20 minutos hay que apartar la vista del monitor durante al menos 20 segundos a una distancia de 6 metros (20 pies). Esta sencilla regla permite relajar la musculatura y reducir el cansancio ocular.
- Pausas: asimismo, también se recomiendan descansos de 15 minutos cada dos horas de visualización. Yo particularmente hago descansos de entre 5 y 10 minutos cada hora y he notado mucha mejoría.
Como has podido ver, la distancia del monitor es un elemento clave para cuidar tu salud visual y evitar problemas a largo plazo. Espero que este artículo te resulte útil y te ayude a mejorar tu bienestar frente a la pantalla.