Si quieres un buen regalo para PlayStation 5 o PlayStation 4 durante estas Navidades, este tiene nombre propio: God of War Ragnarok. El nuevo videojuego de Sony ha llegado con fuerza y brío no sólo a la lista de ventas, sino también al corazón de los jugadores.
¿Qué ha provocado que sea tan bueno?
¿Por qué es uno de los mejores juegos de este 2022?
Te lo contamos tras haberle dedicado unas 40 horas.
El regreso de Kratos y Atreus
A partir de aquí vienen algunos spoilers del God of War de 2018, es decir, si todavía no lo has jugado, te recomendamos que pares de leer.
Kratos y Atreus regresan en God of War Ragnarok por todo lo alto. Tras ese apoteósico desenlace en la entrega de 2018, la principal duda que toca responder en Ragnarok es una: ¿morirá Kratos finalmente en esta entrega? La profecía indica que el espartano debe morir por la guerra entre Loki y Odín, y aquí viene el otro giro: no se debe olvidar que Atreus es Loki tras la revelación final.

¿Se responde esta pregunta durante este juego? Sí, ya te lo adelantamos, pero obviamente no te vamos a decir cuál es por ser un spoiler. No obstante, quédate con que el camino hasta esa resolución va a ser precioso, lleno de momentazos que se quedarán grabados en la retina y situaciones que te van a hacer derramar desde una lagrimita hasta reírte por lo que sucede.
En principio, Ragnarok iba a ser la segunda parte de una trilogía. Sin embargo, desde el estudio consideraron oportuno que esta entrega fuera la última. Una decisión muy valiente para no alargar una historia que tiene un fantástico cierre.
Sistema de combate mejorado
El sistema de combate de God of War 2018 era bueno, sí, pero tenía mucho margen de mejora. Esto lo sabía el propio estudio, así que durante los cuatro años de desarrollo hasta Ragnarok se han puesto las pilas y lo han pulido muchísimo.
La principal diferencia que se observa respecto al sistema anterior es que el nuevo es más vertical; y lo explicamos. Mientras que en la entrega de 2018 todo se desarrollaba en el mismo “plano”, en Ragnarok podemos columpiarnos entre zonas, saltar sobre los enemigos de manera violenta, ascender niveles, etc. En otras palabras, ese “subir y bajar” lo convierte en más vertical, algo que se agradece.
A esto debemos sumarle que Atreus es un excelente compañero de equipo y ahora puede realizar más acciones que nunca. Gracias a ello se encadenan golpes para derrotar a los enemigos y que la acción sea más frenética. Y sí, hay un detalle clave: en Ragnarok, como bien sabrás ya por la propia Sony, se puede manejar a Atreus.
Esto cambia el gameplay por completo, ya que mientras que el de Kratos es más “pesado” (por su corpulencia), el de Atreus es vivo, rápido y muy visual. Esta variedad de maneras de combatir es una gozada y aporta mucho al juego, aunque sólo sea en momentos puntuales. Además, hay alguna que otra sorpresa que sí que sería spoiler y tampoco queremos desvelar.

Más exploración
Una de las señas de identidad que tuvo el juego de 2018 fue que contaba con cierta exploración. Acostumbrado a los anteriores God of War donde todo transcurría de manera lineal, la entrega de hace cuatro años fue un soplo de aire fresco, con Kratos y Atreus pudiéndose mover con cierta libertad por los diferentes escenarios.

Con Ragnarok esta fórmula se potencia más si cabe al igual que pasa con el combate. Ahora podremos movernos libremente a través de los nueve reinos disponibles, cada uno de ellos con sus características exclusivas. No llega a ser un mundo abierto como GTA o Assassin’s Creed, ojo cuidado con esto, pero sí que se queda a medio camino. ¿Lo mejor? Le sienta de escándalo, ya que dejar libertad completa quizás habría ido en detrimento de la propia narrativa.
Todo esto se complementa con infinidad de coleccionables repartidos por los niveles, así como unas misiones secundarias realmente buenas. Acostumbrados a hacer de recadero por el mundo, Ragnarok ahonda en las problemáticas de los personajes que nos acompañan a través de la historia, de ahí que estas misiones secundarias tomen mucha relevancia.
Y podríamos seguir hablando de God of War Ragnarok, el que consideramos uno de los mejores videojuegos que nos ha dejado este 2022. ¿Pero por qué no lo juegas y descubres cómo acaba todo?