Cuando tenemos en nuestras manos una revista, un libro o un simple folleto de propaganda no imaginamos todo el proceso de impresión por el que ha pasado antes de llegar a nosotros. Si tienes una empresa, sueñas con escribir un libro o sueles imprimir cientos de apuntes cada año, en algún momento de tu existencia deberás replantearte comprar una buena impresora. Seguramente ya sabes que hay diferentes tipos de impresora, pero quizás desconoces las distintas formas de impresión que se puede llevar a cabo. Dependiendo de las necesidades, el coste, de lo que se vaya a imprimir incluso del espacio del que dispongamos o el tipo podremos elegir entre una impresora u otra.
Ha llegado el momento de comprar una impresora para tu casa. Ahora ya lo tienes claro, ¿quieres imprimir tus apuntes? ¿Alguna entrada para un concierto? O ¿necesitas algo más potente para imprimir catálogos o revistas? Aquí te orientaremos para que elijas la adecuada. En primer lugar te explicamos las diferentes formas de impresión que hay.
Diferencias entre la impresión digital y la impresión offset
Impresión Digital
La impresión digital es la más común que nos encontramos cada día. Es la que usamos en casa, en el trabajo o incluso en muchas tiendas donde acudimos a imprimir cualquier cosa. Generalmente se conoce como impresión digital a toda la que se hace directamente desde la máquina, es decir, sin planchas ni láminas que reproducen una imagen o texto a imprimir. Dentro de la impresión digital podemos diferenciar dos tipos según la forma de impregnar la tinta en el papel: La impresión digital por inyección o por láser.
Impresión por inyección
En este caso la tinta se pulveriza sobre el papel con un cabezal que tiene pequeñas boquillas. El cabezal coge la tinta de los diferentes cartuchos de tinta, normalmente negro y, si es a color, del cartucho de color cian, magenta o amarillo. Hay que añadir el detalle de que la tinta que usan estas impresoras es líquida.
Las impresoras por inyección tienen el inconveniente de usar demasiada tinta y los cartuchos vuelan si sueles imprimir muchos documentos. Sin embargo, son bastante más económicas que las impresoras de láser, igual ocurre con los cartuchos que también son más baratos que los tóner.
Impresión láser
La impresión láser no pulveriza tinta líquida, funciona con tinta en polvo, tampoco usa cartuchos de tinta, si no un tóner en cuyo interior está la tinta. En este caso tienen un cilindro o ‘drum’ fotosensible con un láser que graba lo que va a imprimir. Ese cilindro entra en el tóner y coge los pigmentos que necesita para imprimir. Después un rodillo de color pasa por papel y reproduce la impresión.
Estas impresoras son más caras que las de inyección debido al proceso que hacen. Lo bueno es que las copias salen prácticamente secas y no se producen desafortunados borrones. Cambiar el tóner también es más caro que cambiar los cartuchos, sin embargo duran bastante más y si lo que se va a imprimir son fotos o documentos a todo color, es recomendable usar este tipo.
Impresión offset
Este tipo de impresión se suele usar en grandes imprentas, pues es algo costosa y precisa de un equipo grande además de un secado especial. Es un tipo de impresión que recuerdo un poco al proceso de la litografía, donde una plancha se moja con agua para repeler la tinta grasa. En este caso son unas planchas de aluminio en las que se dibuja mediante un láser lo que se va a imprimir. En cada plancha irá una tinta diferente, por lo que imaginarás que si es una impresión a color es bastante más caro.
Las planchas se colocan enrolladas en un portaplanchas y se mojan de agua, donde hay dibujo se queda seco debido a los poros cerrados que hay, el resto tendrá pequeñas gotitas de agua. Después se aplica la tinta, dado que esta es grasa, el agua repele la tinta que se mete por los poros del dibujo.
Para conseguir un buena impresión se usa un rodillo de caucho que presiona contra la plancha para que la tinta se quede en el rodillo. Una vez el caucho esté bien untado con la tinta, este se pasa por un papel o la superficie a imprimir y transferir la tinta.
El problema aquí es que las láminas o el papel impreso está húmedo después de imprimirlo y hay que esperar a que se seque adecuadamente para que no se estropee. El proceso de secado suele durar más de 24 horas, para asegurar que no haya alteraciones de color. Este método no permite personalizar una de las tiradas, todas son iguales porque las láminas son las mismas para todas las copias.
Las ventajas de la impresión offset es que permite imprimir todo tipo de papeles, desde más gruesos a más finos, así como algunos estucados o con texturas. También permite papel muy grande y tintas especiales. Si son muchas copias, es más económica, es son solo dos o tres, el proceso de preparado no merece la pena.
Cartuchos originales o compatibles con impresora
Si tienes una impresora digital de inyección seguramente ya se te ha planteado el problema de renovar los cartuchos de tinta. Aquí se produce otro pequeño contratiempo, ¿qué cartucho compramos? Ya sabrás que tenemos la opción de comprar uno original o uno compatible. Generalmente todo el mundo opta por los compatibles para ahorrar algo de dinero, ya que los originales son más caros. Sin embargo, los fabricantes recomiendan usar los de la propia marca, algo obvio.
El problema es que en los últimos años se ha avanzado mucho en la tecnología y los fabricantes han iniciado una dura guerra contra los cartuchos compatibles, cada vez es más complicado encontrarlos para según que marcas. HP y Epson son algunas de las que han incluido chips para que en sus últimos modelos de impresoras no se acepten cartuchos compatibles. A pesar de ello, encuentras en muchos casos.
Otra de las estrategias que usan los fabricantes es poner como condición para la garantía usar cartuchos originales, por lo que mientras esta esté en vigor, deberás tener los de la propia marca.
Podemos concluir que la principal ventaja de los cartuchos originales frente a los compatibles es la calidad de estos. Los fabricantes tienen sus propios cartuchos, pensados para sus impresoras y hechos para lograr la mejor calidad. Es como intentar ponerte las zapatillas de tu amigo, aunque sean el mismo número o tamaño, no serán tan cómodas como las tuyas. Por contrario, la principal ventaja de los cartuchos compatibles es su precio, es mucho menos y puede interesarnos gastar menos en algunas ocasiones.
Conclusión:
Elegir entre cartuchos compatibles u originales dependerá del uso que vayas a hacer. Si vas a imprimir imágenes de gran resolución, si quieres entregar trabajos de imagen con gran rigor profesional, si imprimes a diario o eres una empresa, entonces es mejor que compres cartuchos originales. Si tienes una impresora en casa para imprimir entradas y algunos documentos o algunos apuntes para el instituto o la universidad, ahorra dinero y opta por un cartucho compatible.