
Amante inconformista de la tecnología y fiel apasionado del mundo de los videojuegos.
¿Qué es el NFC?
NFC son las siglas de Near Field Communication, que traducido al español significa “comunicación de campo cercano”. Se trata de una tecnología inalámbrica que permite la comunicación entre dispositivos que se encuentren cerca uno del otro.
Generalmente, para que esta conexión se lleve a cabo, ambos dispositivos deben encontrarse separados por tan solo unos pocos centímetros de distancia. Se trata de un tipo de tecnología/conexión que ha encontrado su auge en los últimos años.
El NFC opera mediante la inducción electromagnética. Es por eso que para que se lleve a cabo esta comunicación de manera satisfactoria, los dispositivos deben encontrarse lo suficientemente cerca entre sí.
Esto también se traduce en más seguridad, lo que ha llevado a esta tecnología a estar presente en una gran variedad de aplicaciones que van desde la automatización del hogar hasta los pagos o transferencias de datos a través del propio teléfono móvil.
Si has estado en algún festival de música este año, o tienes intención de ir en lo que queda de verano, hayas llevado a cabo uno de los usos de NFC en tu móvil. Las pulseras con las que recargas y pagas tus bebidas funcionan mediante este sistema de comunicación.
Esas pulseras con tecnología NFC integrada se emplean para potenciar los pagos cashless (sin contacto y sin tener que recurrir continuamente a la tarjeta de crédito), además de permitir almacenar toda la información necesaria, como tus datos o los controles de aforo a los distintos eventos en los que resulte apropiado emplear esta tecnología.
Existen dos modos principales de funcionamiento del NFC:
Activo: en este modo, los dos dispositivos generan un campo electromagnético que propicia el intercambio de información, por lo que el fujo de datos funciona en ambas direcciones. Un ejemplo puede ser el intercambio de datos entre dos smartphones.
Si acabas de renovar tu teléfono móvil, adquiriendo por ejemplo este Xiaomi Redmi Note 12 Pro 8, y quieres conservar toda la información que almacenaste en tu móvil antiguo, podrás transmitir todos tus archivos con total seguridad y precisión empleando la tecnología NFC.

Pasivo: cuando uno de los dos dispositivos no genera el campo electromagnético, por lo que la información termina fluyendo en un único sentido. El dispositivo que lo genera es el que acaba recibiendo los datos del otro dispositivo.
Un ejemplo muy sencillo: cuando realizamos un pago con nuestra tarjeta de crédito al entrar en contacto con un datáfono. Nuestra tarjeta incorpora con un chip con NFC pasivo, mientras que el datáfono actuaría de manera activa, propiciando la transmisión de información, que en este caso consistiría en obtener los datos necesarios para realizar el pago.
Diferencias con Wi-Fi y Bluetooth
Con la llegada de esta nueva tecnología a nuestros teléfonos móviles, comienzan de manera obvia las comparaciones con los otros dos métodos de transmisión de datos más utilizados hasta el momento: WiFi y Bluetooth.
Te explicamos las diferencias que existen entre estas dos tecnologías y el novedoso NFC.
Velocidad y alcance de transmisión de datos
Al contar con un alcance tan reducido de tan solo unos pocos centímetros, el NFC se convierte en un método ideal de transmisión de datos a corta distancia. Para realizar acciones como llevar a cabo un pago con nuestro teléfono móvil, es la mejor opción, ya que nos llevará unos escasos segundos.
Sin embargo, las comunicaciones WiFi y Bluetooth están pensadas para realizarse a varios metros (Bluetooth) o incluso a muchos kilómetros (WiFi), por lo que la velocidad de transmisión se verá reducida en pro de facilitar una comunicación más distanciada.
El corto alcance del NFC permite además realizar acciones que requieran un simple toque, como puede ser picar nuestro billete en el metro o en el autobús a través de nuestro propio teléfono móvil. Nada más pasarlo ya podremos adquirir nuestro ticket de transporte.
Consumo de energía
Hilado con lo recientemente comentado, al contar con un alcance más reducido que el WiFi y el Bluetooth, consume menos cantidad de energía. Los dispositivos NFC obtienen la energía necesaria del campo electromagnético generado por el otro dispositivo.
En el uso del NFC pasivo, tan solo uno de los dos dispositivos se encuentra gastando energía. Para emplear tecnologías como WiFi o Bluetooth, deberemos tener los dos dispositivos activos con este tipo de comunicación activada.
Modo de funcionamiento
Recalcando este último aspecto, se pueden realizar comunicaciones con NFC sin necesidad de tener activa esta tecnología en ambos dispositivos de transmisión. Con el modo pasivo, un NFC puede recibir información sin estar empleando su propia fuente de energía. Esto facilita una serie de interacciones rápidas y sencillas.
Seguridad
Quizá uno de los aspectos más diferenciales de la tecnología NFC. Su corto alcance genera la necesidad de una proximidad física para poder interactuar con uno de estos dispositivos. Por tanto, al requerir de más cercanía, dificulta la acción de hackers a distancia.
Aunque este tipo de ataques con la finalidad de obtener nuestros datos de manera fraudulenta puedan llevarse a cabo, al ser realizados a control remoto se reduce su probabilidad. El tener que interactuar de manera física, y a una distancia tan reducida, aporta un mayor grado de seguridad que con el uso de otro tipo de comunicaciones.
Permitir a nuestro móvil realizar pagos
La gran característica del NFC no es otra que la capacidad de poder realizar pagos móviles contactless. Con esta tecnología, cualquier usuario puede realizar transacciones seguras a través de su propio smartphone sin necesidad de llevar consigo su tarjeta de crédito.
El proceso para realizar este tipo de pago es muy sencillo: una vez se ha autorizado la transacción, el teléfono móvil genera una señal NFC que se comunica con el terminal, transmitiendo la información necesaria para poder llevar a cabo la transacción de manera satisfactoria.
Se trata de una forma de pago muy popularizada en los tiempos actuales. De esta manera, podremos pagar directamente con nuestro teléfono móvil de manera sencilla, rápida, eficaz y segura. Relacionado con esto, te aconsejamos echar un vistazo a las mejores apps para pagar con tu teléfono móvil.
Además, este sistema también nos permite realizar otro tipo de interacciones con tarjetas NFC, como puede ser recargar nuestra tarjeta de transporte de metro o bus. Una forma muy intuitiva con la que ahorrarnos una gran cantidad de trámites y de tiempo.
Si todavía no cuentas con un teléfono móvil con NFC, siempre puedes echarle un vistazo a nuestro catálogo de smartphones de última generación. ¡Los tienes de todo tipo, color y precio!