
Vamos empezar por lo obvio, si, Lies of P es una “copia” de Bloodborn con toques de Sekiro. Y es que, si bien, inspirarte en tus ídolos es una forma de reconocerlos y adularlos, el juego de Neowiz Games y Round8 Studios es un claro cumplido hacia FromSoftware.
Aunque puesto a hacer comparaciones, Alexelcapo y yo coincidimos en que “P” y Timothée Chalamet, el actor que da vida a Paul Atreides en la película de Dune de 2021, son primos hermanos.
Ahora bien, a pesar de estas fuertes inspiraciones, en esta review del Lies of P verás que no es un simple derivado o un “soulslike” cualquiera. La gran mayoría de los aspectos del juego han sido cuidados al detalle cogiendo lo mejor y más icónico de muchos títulos que ya conocemos. Aunque coger todo lo bueno y mezclarlo, no siempre da un buen resultado (luego hablaremos de esto).
De hecho, si eres fan de FromSoftware y has jugado a varios juegos de la saga, Lies of P se te hará demasiado familiar. El sistema de progresión está basado en puntos de experiencia y en la obtención de “Ergo”, las hogueras aquí se llaman “Stargazers” y nuestra zona segura a la que volver aquí será el Hotel Krat.
Pero no nos entretengamos, nosotros hemos jugado a la versión de Lies of P de PS5 y podrás leer nuestra opinión más abajo. Ahora bien, si no tienes la PlayStation 5, que sepas que Lies of P está disponible en PC, PlayStation 5 y 4, Xbox One, Series X y Series S.
Conclusión rápida
Si no estás dispuesto a leer, al menos por encima, la review de Lies of P que con tanto cariño hemos desarrollado después de echarle más de 30 horas la juego, te haremos un resumen rápido.
“Lies of P no es un soulslike cualquiera, se siente como un Bloodborne con toques de Sekiro y personalidad propia. Divertido y retador, aunque muy predecible, no está libre de defectos y no es una obra maestra. Sin embargo es un juego que se deja disfrutar y no se hace tan pesado como un Elden Ring. En definitiva: esquiva, haz parrys, ataca con violencia y mata todas las marionetas que puedas”
¿Te pica la curiosidad?¿Quieres saber más del Lies of P sin destriparte el juego? Entonces sigue leyendo el pedazo de review que se nos ha ido de madre, en el mejor y en el peor de los sentidos.
La ambientación
Comenzamos la review de Lies of P hablando de las calles de Krat, su estética y sus personajes. Y es que si bien, a primera vista se nos antoja como una ciudad de Yharnam más victoria y steampunk que gótica (como la de Steelrising) en el fondo esconde más secretos.
Ahora bien, lejos de presentarnos un universo totalmente nuevo, los escenarios de Lies of P se hacen especialmente familiares. Calles adoquinadas llenas de charcos, callejones poco iluminados llenos de cajas, farolas con luz de gas en cada esquina y velas que brillan tras las ventanas.
Un escenario quizás demasiado explotado en decenas de videojuegos, series y películas. Tanto, que a pesar de lo impresionante de sus gráficos, el hecho de encontrar marionetas asesinas por las calles casi que parece hasta predecible.
Respecto a los habitantes de Krat, humanos y marionetas por igual, Round8 Studio ha optado por la vía “souls” haciendo que los NPC sean poco más que marionetas. En el sentido más literal y figurado de la expresión. Lejos de los personajes principales, el elenco en general es más bien poco memorable.
Respecto al diseño de niveles, te puedes imaginar por dónde van los tiros y es que sin querer hacer mucho spoiler te diremos que tendrás que pasearte por los típicos sitios como una fábrica, un circo, una estación de tren y una comisaría, entre otros. Pero no nos dejemos llevar por esto, todavía quedan muchas cosas de las que hablar en este review de Lies of P.
La historia
A menos que no hayas tenido infancia, o que seas demasiado joven, la historia de Lies of P no debería pillarte por sorpresa. Si bien se trata de una adaptación muy oscura y violenta de Las aventuras de Pinocho, el objetivo será el mismo, encontrar a Geppetto e intentar que no nos crezca mucho la nariz por el camino.
Sin hacer mucho spoiler, en Lies of P nos encontramos en Krat, una ciudad que ha caído en el caos del Frenesí de las Marionetas, haciendo que estas se revelen contra los humanos inexplicablemente. Y es que el Gran Pacto, un conjunto de normas inquebrantables, impedían que las marionetas matasen humanos y mintieran, entre otras cosillas.
Sin embargo, el protagonista de nuestra historia, P, no solo no se ha vuelto loco, si no está afectado por el Gran Pacto, y puede mentir. Y es que para salvar a Geppetto y a otra serie de ilustres personajes, además de acabar con el Frenesí de las Marionetas y la Enfermedad de la Petrificación (de la cual no te hablaremos) tendremos que elegir entre mentir o decir la verdad.
Esto supone que durante el juego y de manera ocasional, tendremos la opción de responder a ciertas preguntas con dos opciones, una mentira y una verdad.
Ahora bien, aunque el juego sugiere que tus decisiones cambian el transcurso y el final de la historia, en las muchas veces que recargamos la partida para ver “qué hubiera pasado” encontramos que las diferencias eran sutiles y que todo lleva al mismo resultado. Si, hay varios finales, pero tampoco nada que nos haya sorprendido demasiado.
El entorno en el que se desarrolla esta historia está plagado de peligros y desesperación. Las marionetas se han alzado en rebelión, y una misteriosa enfermedad asola tanto a humanos como a marionetas. Cada atisbo de humanidad se convierte en un tesoro en este mundo hostil. Las marionetas están sujetas al Gran Pacto, un conjunto de reglas que las obliga a obedecer a los humanos y decir siempre la verdad. Sin embargo, cuando este pacto se rompe, algunas marionetas buscan la libertad a través del ergo, la moneda principal del juego. Tú encarnas a una de estas marionetas en busca de su propio destino.
Durante la historia, al jugador se nos presentan muchas oportunidades para mentir o decir la verdad. Aquí es donde realmente está la salsa narrativa de este juego, ya que dependiendo de tus respuestas podrás llegar a un final u otro o tambien desbloquear diferentes conversaciones con NPCs. ¿Una mentira piadosa o decir la verdad? Lo ético quizá sea lo segundo pero... ¿y lo humano? Depende de nosotros enfrentar estos dilemas, y elegir un camino donde buscamos la humanidad o la rechazamos.
Los personajes
Centrémonos en P, un protagonista silencioso el cual desconocemos con un objetivo claro y un camino que recorrer. Si bien, esta falta de trasfondo será en parte el motor que nos mantenga enganchados a la trama, descubriremos la verdad de un niño fabricado de ambigua humanidad a través de discos, diálogos y mentiras.
Por el contrario, el resto de personajes son más directos de primeras y sus intenciones son claras desde el principio. Si bien, los diferentes momentos en los que podemos conversar con ellos, expandirán nuestro conocimiento sobre Krat y sus gentes.
Pero ser directos no siempre es malo, si bien esto es algo que no es la norma en los juegos de FromSoftware, enterarse de vez en cuando de la historia de la mano de los personajes del mundo (y no por las descripciones de los objetos) no está de más.
Ahora bien, una cosa es ser directo y otra es tener a un grillo metido dentro de una lámpara desde el principio de juego con tendencia a interrumpir bruscamente cualquier escena con chistes que rozan lo pesado y claras referencias al libro de Pinocho. (por si no sabías en qué se inspiraba el juego a estas alturas).
El combate
Si la mitad de Lies of P es su historia y ambientación, la otra mitad como en todo soulslike que se precie debe ser el combate. Y como todo lo que hemos visto hasta ahora, Lies of P lo copia descaradamente, a veces sin preocuparse en justificarlo si quiera.
Si has jugado a uno o varios juegos de FromSoftware sabrás de qué va la cosa. Para el resto os diremos que el sistema de combate de Lies of P se basa en esquivar y bloquear mientras intercalamos ataques ligeros y especiales.
El único aspecto remotamente interesante respecto al combate en Lies of P es que bloquear no anula el daño. En su lugar, tu barra de salud bajará en color gris y se recuperará si atacamos a nuestro enemigo rápidamente. A menos que hagas una parada perfecta, entonces ignoras el daño y encima volverás vulnerables a tus enemigos.
Pero espera, a pesar que Lies of P haya mezclado la agresividad de Bloodborne con la “posibilidad” de parar de Sekiro ¿Para qué vamos a bloquear si podemos esquivar y evitar así todo el daño? De hecho, en Lies of P los frames de invencibilidad son generosos.
La respuesta la encontrarás una vez lleves unas cuantas horas de juego, y es que verás que algunos enemigos (sobre todo los jefes) recurren al sucio y rastrero truco de realizar cadenas de ataques rápidas y más largas de lo que podrás esquivar.
Complementando al anterior, tenemos el medidor de stagger, una especie de recompensa por acertar golpes sobre tus enemigos que culmina en un gran ataque que inflige mucho daño. Sin embargo, desencadenar el stagger no está libre de riesgo, ya que tendrás que asestar un ataque especial cargado lo cual te puede dejar bastante expuesto a tus enemigos.
Los enemigos
Un sistema de combate “soulslike” no sería nada sin enemigos a los que enfrentarnos. Desafiantes si nos pillan desprevenidos, Lies of P es demasiado precavido con la curva de dificultad respecto a los juegos de FromSoftware.
Ahora bien, una vez nos hayamos adentrado en Krat, descubriremos un gran repertorio de enemigos, cada uno con sus patrones de ataque y peculiaridades. Suficiente para que no nos aburramos. Desde marionetas hasta humanos, carcass y… mejor no hacer spoiler.
A pesar de esto, Lies of P cae en la tentación de, una vez avanzamos en la historia, convertir en enemigos corrientes a las criaturas más desafiantes de los primeros compases del juego.
¿Y como son los enemigos? Pues no hay punto medio, o fáciles o frustrantes. Y es que Lies of P tiene un defecto constante en el diseño de niveles nos llevará a estar atrapados en situaciones imposibles.
O haces lo que el juego quiere en un momento exacto, o te verás muriendo una y otra vez bloqueado en la misma esquina incapaz de esquivar los ataques de los enemigos. No para menos, algunos de estos te derribarán de un golpe para luego apalear sin que puedas defenderte.
Los jefes
Llegamos a la parte más frustrante de Lies of P y de cualquier “soulslike” los temidos jefes finales. Y es que aquí, sintiéndolo mucho, hay aspectos que hacen que este juego se salga de la norma quizás demasiado.
Y es que la primera vez que te enfrentes contra un jefe te darás cuenta de que todo el combate se rige por animaciones. De hecho, a pesar de que los pares no podrás cancelar la mayoría de los ataques y cortar la cadena de golpes. Lo cual te acabará pasando factura, ya que irremediablemente te verás recibiendo un segundo golpe después de parar el primero.
También te digo, que el hecho de que los jefes puedan encadenar varios golpes sin parar, solo para dejarte un pequeño resquicio para contraatacar, no ayuda. Pero eso no es todo, te encontrarás con jefes que utilizan ataques masivos que no podrás evitar si quieres mantener el ritmo del combate. Además, más vale que esquives, porque si bien los jefes van muy rápido, tú irás muy lento y si uno de esos ataques te derriba, te aseguro que el tiempo que tardas en levantarte se te hará eterno.
Y eso por no hablar de los jefes XXL que se hacen imposibles de seguir dado su tamaño. Y es que cuando empiezan a girar sobre sí mismos para engancharte, la única solución es escapar rodando de entre sus piernas.
Pero no todo es malo, si los jefes tienen combos larguísimos y a la mínima que encajes dos golpes verás temblar tu barra de salud. Pero si aprendes de tus errores y consigues encadenan ciertos bloques o esquivas en el momento justo, lo acabarás por derrotar.
De hecho, muchos de los combates contra los diferentes jefes fueron sin lugar a dudas algo muy a tener en cuenta en Lies of P, ya que no hay dos jefes exactamente iguales y todos están inteligentemente integrados en la historia y la ambientación del juego.
Esta incertidumbre en cuanto a cuándo aprovechar oportunidades para atacar sin recibir daño puede llevar a los jugadores a invertir una cantidad considerable de tiempo en estudiar minuciosamente los patrones de ataque de cada jefe, ya que la adaptación espontánea puede parecer casi imposible.
Es importante destacar que, a pesar de estas discrepancias en la dificultad, los jefes de Lies of P son indudablemente entretenidos y poseen un diseño visual impresionante.
El diseño de niveles
A pesar de lo impresionante que se ve la ambientación y de la calidad de sus gráficos, el diseño de niveles de Lies of P es, a mi parecer, uno de los puntos más débiles del juego. Y es que si ya te has jugado a algún que otro Souls, el esquema de hogueras, puertas cerradas y escaleras se hace especialmente aburrido y repetitivo.
A pesar de que hay escenarios espectaculares y grandilocuentes también encontramos grandes tramos de territorio vacío con demasiada frecuencia. Los cuales están rellenos con demasiadas marionetas asesinas por metro cuadrado.
Pero el problema principal y puede que el que haga a Lies of P caer en el olvido, es que estos “grandes escenarios” no son recordables. La ambientación tan manida de Lies Of P hace que estos escenarios no tengan chuspa propia, lo cual es una pena si nos paramos a observarlos tranquilamente al detalle.
Sin embargo, otra cosa que hace bien Lies of P es guiarte por los escenarios. No hay mapa, no hay iconos, solo hay calles y avenidas. El juego te da pistas colocando elementos como luces o señales para indicar el camino, lo cual se traduce en un diseño de nivel mucho más maduro. Los puntos de control, o "Stargate" están siempre colocados de manera inteligente para que conformen el inicio y el final del escenario, habitualmente con un atajo que te lleva al boss.
Las armas
El sistema de armas es un punto en el que Lies of P decide innovar, pero no demasiado. Y es que si eres de ese tipo de jugadores indeciso con su build que lleva varias armas encima, te “encantará” saber que en este juego las armas son modulares y constan de dos partes: hoja y mango.
Para que no tengas dudas, que sepas que la hoja determina el tipo y la cantidad de daño infligido, mientras que las estadísticas y el conjunto de movimientos van unidos a la empuñadura. ¡Ah! Y los atuendos son solo estéticos, pero para compensar tendrás la posibilidad de equiparte con algunos componentes que te darán algo de protección y resistencias.
Ahora bien, si nos llevamos esto a mi experiencia como jugador de Souls, te adelanto que la parte de la hoja es la única que se mejora y las empuñaduras sólo pueden tener su escala de estadísticas ligeramente modificada. Eso sí, que esto no te impida mejorar alguna espada que te guste, no estarás malgastando puntos ni enfocándote en un único estilo de combate.
El Brazo de Legión
A todo esto, si dejamos de mirar la mano con la que sostenemos el arma nos daremos cuenta de que, nuestro otro brazo, es muy parecido a la prótesis de shinobi de Sekiro. Con la capacidad de equiparlo con diferentes herramientas y armas, podremos usarlo de escudo, cañón de mano, gancho o lanzallamas según nos convenga. De hecho, los brazos pueden llegar a tener una identidad muy marcada dentro de nuestro estilo de juego, la pena es que puedes no prestarles atención y pasarte el juego a base de espadazos.
La progresión
No quiero entrar demasiado en detalles para no arruinarte la sopresa, pero digamos que en este punto, Lies of P es tradicionalista a la par que innovador. El juego mantiene la corriente de los Souls de subir de nivel para aumentar las estadísticas básicas, las cuales ya te digo que no vas a entender de primeras.
Sin embargo, por el otro lado, el personaje cuenta con un árbol de habilidades bastante grande e interesante que puede adaptarse a diferentes estilos de juego y que otorga mejoras muy potentes. Tanto como para hablar de diferentes builds y estilos de juego, lo cual estaría perfecto si el juego no fuera relativamente corto y poco rejugable, por el momento.
Conclusión
En mi humilde opinión, Lies of P es un juego que se deja disfrutar, pero que no es memorable. La acción y el sistema de combate que propone están bien, pero no ofrece nada nuevo y rompedor como hicieron los predecesores en los que se ha inspirado. Su ambientación y estética es absorbente, pero el hecho de que sea algo que ya hayamos visto en innumerables ocasiones hace que el juego se pase de familiar.
Y es que quizás el único y gran defecto de Lies of P es que nos recuerda constantemente a a juegos mejores en lo suyo. Siendo mucho más difícil perdonar cualquier defecto cuando todo parece un homenaje a FromSoftware.
Pero no todo es malo en Lies of P, a pesar de todo lo anterior dicho, me lo he pasado bien jugando a Lies of P. He de admitir que pasé horas mezclando armas hasta encontrar la combinación perfecta y mis manos todavía tiemblan cuando pienso en algunos jefes. Además, el hecho de tener una historia que seguir en un Souls hace que disfrutes de la experiencia y del recorrido, más allá del reto y de su dificultad.
En definitiva, Lies of P es un juego de notable. No es una obra maestra, ni tampoco un mal juego. De hecho, déjame decirte que si como yo, sigues esperando a que remastericen Bloodborne o le hagan una secuela, Lies of P es un buen juego con el que ahogar nuestras penas.
En qué consola jugar a Lies of P
Si después de todo esto, te has decidido a jugar Lies of P, déjame decirte que podrás disfrutar del juego tanto en consola como en ordenador. De hecho, en PcComponentes podrás comprar el juego para diferentes plataformas.
De hecho, nosotros jugamos a Lies of P para la versión de PS5 y no tuvimos ningún problema de rendimiento, todo el juego fue fluido de principio a fin.
Requisitos para jugar Lies of P en PC
Pero si no tienes consolas, no te preocupes, no necesitarás un Pc Gaming de última generación para jugar al Lies of P. De hecho, sus especificaciones recomendables están muy al alcance de cualquiera.
- Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits
- SO: Windows 10 64bit
- Procesador: AMD Ryzen 3 1200/Intel Core i3-6300
- Memoria: 16 GB de RAM
- Gráficos: AMD Radeon RX 6500 XT 4GB / NVIDIA GeForce GTX 1660 6GB
- DirectX: Versión 12
- Almacenamiento: 50 GB de espacio disponible