
En muchas ocasiones, es necesario poner en contexto los videojuegos para entenderlos mejor, y con Assassin’s Creed Mirage me encuentro ante un caso en el que es muy necesario hacerlo. La nueva entrega de la querida saga Assassin’s Creed es un título más comedido y pequeño que los tres últimos, que apostaron por un enfoque RPG, enormes mundos y decenas de horas de juego para superarlos.
Assassin’s Creed ha pasado por muchas fases. La primera podríamos englobarla en los cuatro primeros títulos: el original y la trilogía de Ezio Auditore. Con el III la cosa se torció un poco, y Black Flag es una experiencia única; Rogue, y especialmente Unity y Syndicate apostaron por un nuevo enfoque; y Origins, Odyssey y Valhalla son RPG de acción de mundo abierto. Ubisoft quiere volver a la fase inicial con Mirage.
El ritmo de lanzamientos que Ubisoft quería llevar en el pasado era insostenible y la firma gala decidió, con buen criterio, echar el freno y reflexionar. Afectó a todas sus franquicias, pero aún así, con Assassin’s Creed no quiere bajar la velocidad de forma tan drástica. ¿La solución? Hacer juegos más pequeños y condensados. Y, con esta introducción, es más sencillo entender cómo es Mirage y por qué es así.
Bagdad, una maravillosa ciudad revivida
El escenario de este Assassin’s Creed Mirage es Bagdad, pero no como la conocemos hoy en día. La trama nos sitúa a finales del Siglo IX, en la Edad de Oro del islam o Renacimiento Islámico, en una época de brillo y prosperidad para esta urbe y esta zona del mundo. Pero hay algo a tener en cuenta: esa ciudad ya no existe, fue destruida en gran parte en guerras posteriores, por lo que recrearla ha sido un reto aún mayor.
Ubisoft ha realizado una profunda investigación para poder reflejar cómo era este lugar en esos años. Y el resultado es espectacular. La desarrolladora francesa siempre ha destacado por elaborar mapas de ciudades increíblemente detallados y aquí ha vuelto a hacerlo. Bagdad respira vida en cada rincón, sus calles te acogen como si vivieras allí desde hace años y sus monumentos y rincones te dejan atónito.
Es una maravillosa población, con callejones, plazas, mezquitas, grandes palacios y lugares para perderte. Pasear por esta ciudad es una experiencia en sí misma. El juego de invita además, a traves de sus coleccionables como los Enigmas y las Esquirlas Misteriosas, a explorar. Pero también deja claro el tamaño del juego, más reducido que las últimas entregas; es un mapa que recuerda a los primeros títulos, especialmente al original, por la similitud arquitectónica, aunque te acordarás de Florencia o Constantinopla, a pesar de las diferencias evidentes.
El disfrute de la ciudad también se debe a lo satisfactorio que es moverse por ella. La escalada y el parkour vuelven a tener mucho protagonismo y se agradece mucho. Saltar de tejado en tejado, escalar atalayas, esconderse en montones de paja, utilizar elevadores, navegar por los ríos, montar a caballo o dromedario… Bagdad está muy bien diseñada y es un disfrute ir de un lado para otro, aunque desbloquearás puntos de viaje rápido.
Además de la urbe en sí, te enamorarás por su vida: los ciudadanos tienen comportamientos más realistas que nunca y la densidad de población, especialmente en zonas centrales, es notable. Pasean, trabajan, limpian sus alfombras, juegan… Sentarse en un banco a observar el fervor de una plaza es genial y, sinceramente, yo echaba de menos algo así, que se había perdido en parte con los últimos juegos. La ambientación es sublime.
La actividad de la ciudad (y en las zonas fuera de ella) te ayudará a infiltrarte en ciertos lugares: siéntate en un banco y haz como que solo disfrutas del paso del tiempo; súmate a personas que caminan y adéntrate en una zona vigilada sin que te descubran; paga a un músico y distrae a los guardias; rompe elementos del escenario y acaba con enemigos… Hay muchas formas de aprovecharte de la vida de la ciudad para ser una sombra.
La historia de Assassin’s Creed Mirage
Mirage es precuela de Valhalla, aunque es una historia independiente y no hace falta que juegues a otros AC para disfrutarlo, aunque si lo has hecho entenderás mejor algunas referencias de la historia y la Hermandad de los Asesinos. El protagonista de la trama es Basim, un ladrón barriobajero que apareció en AC Valhalla. Al comienzo de la historia, unos acontecimientos terribles le hacen huir de Bagdad.
Se une a los Ocultos (los Asesinos, vaya) para fortalecerse y buscar respuestas y venganza en el futuro. La historia arranca lenta precisamente por esto, porque en la intención de hacer esa especie de reinicio de la saga, conocerás de primera mano los comienzos del personaje principal. No me parece mal, pero es cierto que le quita ritmo a las primeras horas de juego. Dicho esto, Basim es un protagonista decente, pero no he logrado empatizar mucho con él.
A la historia de Mirage le falta algo de espectacularidad y es un poco plana. Te dedicarás a buscar aliados y, posteriormente, a acabar con diferentes objetivos para descubrir la verdad tras la trama, que gira en torno a un objeto extraño que esconde un enorme poder. Hay otras motivaciones, como la liberación de Bagdad, venganza o el auge de los asesinos, pero le falta algo de fuerza al relato, que tiene un punto grande de fantasía, algo habitual.
Aún así, su desarrollo es interesante, porque no es un videojuego totalmente lineal y tiene un planteamiento abierto, algo que también se deja notar en las misiones, ya que las realizarás en el orden que quieras, aunque después entraré en eso. También es importante señalar que el relato aporta más al lore de la franquicia y que los hechos históricos con los que se mezcla siempre son interesantes.
Basim, un ladrón que prefiere el sigilo
El pasado de Basim como ladrón se nota en las habilidades con las que cuenta. El sigilo es su gran virtud y, de hecho, Assassin’s Creed Mirage está enfocado a la infiltración. Aunque podrás elegir en la mayoría de situaciones el silencio o el caos, te recomiendo que seas cuidadoso con tus movimientos, porque el combate cuerpo a cuerpo no es lo que mejor funciona y te hará sufrir un poco (al menos en Difícil, dificultad en la que lo he superado).
Podrás hurtar a los ciudadanos por las calles (dinero u otros objetos más interesantes para ciertas tareas), esconderte entre la multitud, en la maleza o en otros lugares, silbar para que los guardias vayan hasta tu posición, utilizar al halcón Enkidu para visualizar una zona desde el aire, usar la vista del águila para analizar la posición de tus oponentes, lanzar cuchillos, escuchar en secreto y otras acciones de infiltración.
Personalmente aplaudo este enfoque, porque creo que esta vuelta al sigilo le sienta muy bien a la saga. Los diferentes lugares en los que tendrás que entrar están repletos de guardias y, en ocasiones, es complejo establecer una estrategia correcta para lograr el objetivo. Tener que pensar tus movimientos demuestra que el diseño de los niveles está bien pensado y es realmente divertido hacer estas incursiones.
Cuando fallas y te toca pelear cuerpo a cuerpo, las sensaciones no son tan buenas. El combate se basa en un ataque rápido, otro fuerte, parry y esquivar. Además, Basim tiene una barra de resistencia y no puedes atacar a lo loco. También es importante destacar que solo podemos usar espadas para hacer daño y dagas para protegernos, por lo que no hay variedad en la jugabilidad.
A pesar de esto último, ten en cuenta que sí hay apartado de equipamiento: hay diferentes tipos de espada, trajes y otros elementos que, además de tener diversos valores de ataque o defensa, cuentan con rasgos específicos que te darán beneficios adicionales. Es interesante ver en cada momento qué puede serte útil superar un reto concreto. Además de comprar o conseguir nuevo equipo, también deberás mejorar el que ya tienes.
El problema es que las batallas son simples y toscas, y los enemigos telegrafían sus movimientos. Eso sí, te pueden poner en un serio aprieto y en Difícil he muerto más de lo que imaginas, aunque la IA no sea nada del otro mundo. Pero lo cierto es que no se coordinan bien para atacarte y es fácil dejarlos atrás si sales corriendo. Otro problema es que tampoco hay mucha variedad de enemigos.
El inconveniente adicional es que la IA también deja un poco que desear cuando te infiltras y a veces les cuesta demasiado verte o detectar que algo no va bien. Aún así, funciona mejor la inteligencia artificial cuando apuestas por el sigilo e ir a lo loco no te llevará a ningún lado. Por cierto, no le hagas demasiado caso a los enemigos de la parte inicial, no representan la calidad y dificultad de los que encontrarás en el resto de la aventura.
Aunque me gustaría que fueran más inteligentes en líneas generales, el videojuego es disfrutable y te hará pensar tus acciones, obligándote a investigar bien cada zona. Si te lanzas sin cabeza acabarás mal tarde o temprano, te lo aseguro. Por cierto, si te decepciona que el combate cuerpo a cuerpo no sea tan bueno, lo entiendo, pero la realidad es que tiene lógica que Basim no sea ningún virtuoso: lo suyo es la infiltración y el robo.
Por cierto, al inicio, las capacidades de Basim son las básicas de cualquier asesino, pero el videojuego te permite fortalecer al protagonista gracias al árbol de habilidades. No hay un nivel numérico propiamente dicho (sí uno cualitativo), pero tendrás que mejorar para obtener nuevos movimientos y ventajas. Completar misiones principales o tareas secundarias te dará puntos de habilidad para elegir qué ramas potencias en cada momento.
Misiones principales, Contratos y más en AC Mirage
Las misiones principales de Assassin’s Creed Mirage tienen un desarrollo que me ha parecido un gran acierto. Como he comentado anteriormente, el juego es lineal y abierto al mismo tiempo. Me explico. Para superar una misión de historia debes completar los objetivos marcados, sí, pero hay varios activos al mismo tiempo y tú decides a cuál te diriges primero y cómo lo afrontas. Hay cierta libertad de decisión en el desarrollo.
Además, esa linealidad también se rompe en la mayoría de casos porque el objetivo no está marcado desde el principio. AC Mirage introduce la Investigación y, como si fueras un detective, debes reunir información y atar cabos para dar con la meta final. De hecho, cuando llegas a un lugar para conseguir documentos o encontrar a alguien, tampoco tienes establecido el lugar exacto al que tienes que dirigirte.
Para encontrar a tu objetivo puedes infiltrarte y dejarte llevar, pero lo suyo es utilizar a uno de tus mejores aliados, el halcón Enkidu. Cuando lo seleccionas, pasas a controlar a este ave y a ver desde el aire la situación de enemigos, rehenes, puertas, cofres y cualquier elemento que pueda ser de interés. Así puedes detectar quién tiene una llave o dónde está retenido un aliado que estás buscando. Me recuerda al dron de Ghost Recon Wildlands.
También puedes usar los poderes de asesino, como la vista de águila, que te ayudará a detectar otros elementos de interés para encontrar lo que buscas. Una vez que tu investigación avanza y obtienes la información correcta, llega el momento de matar a ciertos objetivos. Son las mejores misiones, son las más complejas también y, además, te enfrentan a situaciones muy variadas y entretenidas.
Si con las misiones principales no tienes suficiente, no te preocupes, porque hay mucho más que hacer. Además de sincronizar todas las atalayas o descubrir objetos ocultos en el mapa, también podrás atender los “Contratos”, unos desafíos secundarios en los que ayudarás a otros ciudadanos. Algunos de ellos son muy entretenidos y esconden tareas muy interesantes. Además, dan recompensas muy jugosas. Os recomiendo hacerlos.
Más allá de eso, también hay otras tareas que puedes hacer, como hurtos especiales, que posteriormente te darán grandes beneficios. Además, hay ciertos trabajos que realizarás para mercaderes u otros colectivos que te proporcionarán monedas únicas, que canjearás por recompensas exclusivas (por ejemplo, obtener un 10% de descuento permanente en las tienda de Bagdad).
Y por si fuera poco, hay más. La ciudad esconde encuentros con personajes especiales que te harán descubrir más de la urbe y del contexto, en situaciones diferentes y cautivadoras en muchos casos. También quiero destacar que por Bagdad podrás encontrar mucha información para completar el Códice. Estas páginas te hablarán de cuestiones de la ciudad y aumentarán el conocimiento sobre todo lo que rodea a la época de Mirage.
Así que, sí, es un Assassin's Creed más pequeño que los últimos, pero está lleno de contenido y cosas por hacer. Pasarte la historia te llevará unas 15-20 horas si vas tranquilo, pero para completarlo al 100% necesitarás algo más. Te recomiendo que te empapes de la urbe y de sus historias, porque disfrutarás más la trama principal y de Basim. El contenido secundario aporta valor y te hará descubrir datos y subtramas interesantes.
Rendimiento, gráficos y otros detalles de Assassin’s Creed Mirage
Assassin’s Creed Mirage está ya disponible para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X, Xbox Series S y PC. He podido jugar en Xbox Series X y la experiencia ha sido buena en líneas generales, aunque sí he visto algún que otro glitch gráfico en la ciudad, colisiones que fallan ligeramente y alguna cinemática con pequeños errores. De todas formas, no he experimentado problemas graves.
En Series X hay dos modos gráficos: Rendimiento, a 60 FPS y menos detalle visual; y Calidad, a 30 FPS y mayor calidad gráfica. Honestamente, a nivel puramente gráfico, no hay demasiada diferencia entre ambos y los 60 FPS se agradecen mucho en un videojuego con momentos frenéticos de escalada y parkour, pero he acabado jugando a 30 FPS en modo Calidad porque la imagen está más detallada. Los dos están bien.
Gráficamente no estamos ante un juego que vaya a marcar un antes y un después, con algunas texturas que dejan un poco que desear y modelos de personas que empiezan a quedarse un poco cortos. Dicho esto, es muy bonito artísticamente, sobre todo por lo preciosa que es Bagdad, y por la iluminación, que creo que funciona muy bien y deja estampas para el recuerdo. Por cierto, tiene modo Foto y es algo a celebrar.
El videojuego está totalmente traducido y doblado al español. Los textos no presentan problemas y las voces son correctas, aunque falta algo de emotividad en los diálogos. Por cierto, podéis poner las voces en árabe, algo que he probado, porque pretendía jugarlo así, pero no me ha gustado la elección de los dobladores y no me ha terminado de encajar, así que he jugado en español (aunque la gente por las calles habla en árabe).
Conclusiones de Assassin’s Creed Mirage
Assassin’s Creed Mirage es una vuelta a las raíces, que funciona muy bien en su planteamiento y en la ambientación, pero que tiene algo de margen de mejora en sus mecánicas. Creo que es un acierto este nuevo enfoque y Ubisoft debe tratar de actualizar la jugabilidad e innovar en ese campo, porque por lo demás, este Mirage es como volver a casa después de mucho tiempo fuera y comer tu plato favorito hecho por tu madre. Por mi parte, lo he disfrutado y, si a ti te gustan los AC clásicos, también lo harás.