
Si llevas unos cuantos años con tu ordenador o portátil, es muy común que notes que ya no funciona tan fluido como el primer día. En especial, si no has realizado mantenimientos periódicos. Pero la solución a este problema es mucho más sencilla de lo que podría parecer. Así que quédate con nosotros para descubrir los 5 trucos para conseguir que tu PC arranque rápido.
¿Cómo conseguir que tu PC arranque rápido?
En el siguiente listado vamos a contarte los consejos que usamos a diario en PcComponentes para mantener nuestros equipos funcionando de manera fluida. Para facilitarte las cosas, los hemos ordenado desde los que te ofrecerán un cambio más importante en la velocidad de arranque, hasta los que afectarán algo menos.
1. Actualiza tu PC con una unidad SSD
El primero de los consejos que le damos a cualquier usuario que ya lleva unos años con su PC o portátil es reemplazar el disco duro (HDD) por una unidad SSD. La mayoría de equipos comprados en los últimos 10 años permiten hacer este cambio, ya sea añadiendo una unidad SSD en un puerto M.2, o bien, conectando un SSD por SATA.
Si bien la primera opción es la que ofrece una mejor tasa de transferencia, la segunda también permite mejorar drásticamente la velocidad de arranque, de acceso a las aplicaciones y de fluidez del sistema en general. Siempre en comparación con un HDD.
Para hacerlo, lo primero es hacer una copia de seguridad de tu equipo. Una vez hecho esto, te tocará abrir el PC para instalar la nueva unidad, o reemplazar la antigua. Este proceso es bastante sencillo, aunque puedes servirte de nuestra guía para instalar un disco duro SSD en un ordenador paso a paso.
2. Formatea el ordenador
En caso de que no quieras hacer una inversión en mejorar tu ordenador, otra solución para conseguir que tu PC arranque rápido es formatearlo. Este proceso, que te explicamos en nuestro artículo sobre cómo formatear tu ordenador con Windows paso a paso, te permitirá lograr varias cosas.
La primera de ellas es eliminar todas las aplicaciones, archivos temporales y procesos que se hayan acumulado en tu ordenador con el paso de los años. Además, al reinstalar el sistema operativo lograrás que el ordenador funcione de manera más fluida y notarás un cambio importante en la velocidad de arranque.
3. Limpia el disco duro
El disco duro de tu ordenador es un componente esencial, dado que es ahí donde se almacenan los archivos para que el PC arranque, las aplicaciones y tus documentos. Sin embargo, en equipos con muchos años a sus espaldas, es muy común que el disco duro se llene hasta alcanzar casi el tope de su capacidad.
Como norma general, se recomienda dejar -como mínimo- un 10% del espacio total del disco duro vacío para que el sistema funcione fluido. Esto supone que si tienes un disco duro de 256 GB de capacidad total, deberías dejar al menos 26 GB libres.
Así que si tu ordenador tiene menos de esa capacidad libre, una opción para mejorar su fluidez es eliminar archivos que no utilices. Puedes empezar vaciando la papelera de reciclaje, eliminar las aplicaciones instaladas que ya no necesitas o pasar tus documentos antiguos (de más de un año de antigüedad) a un disco duro externo para liberar espacio.
Y recuerda que en nuestro artículo sobre cómo poner a punto tu ordenador fácilmente te ofrecemos más consejos para liberar espacio de almacenamiento sin perder información.
4. Activa el ‘Inicio rápido’ de Windows
Otra opción que puedes probar es la de activar la opción de ‘Inicio rápido’, que está presente tanto en Windows 10 como en Windows 11. En la mayoría de equipos ya viene activada por defecto, pero puedes comprobar si está activa siguiendo estos pasos:
- Haz clic en el icono de Windows, situado en la esquina inferior izquierda de tu escritorio.
- Escribe ‘Panel de Control’ y haz clic en el icono que aparecerá.
- Una vez dentro, accede a Sistema y seguridad > Opciones de energía.
- En esta sección, haz clic sobre la opción ‘Elegir el comportamiento de los botones de inicio/apagado’.
- Aquí verás la opción para ‘Activar inicio rápido’. En caso de que no puedas activarla, pulsa sobre el texto que dice ‘Cambiar la configuración actualmente no disponible’.
- Una vez hecho esto, ya podrás marcar la casilla de ‘Activar inicio rápido’.
5. Utiliza el modo Suspender de Windows, en lugar de Hibernar
En la misma sección del Panel de control puedes habilitar una opción que mejorará mucho la velocidad de arranque de tu PC. Se trata de la opción ‘Suspender’, que tiene algunas particularidades con respecto al resto de opciones.
A continuación te explicamos las opciones de energía que encontramos en Windows:
- Reiniciar. Apaga el ordenador por completo y, a continuación, lo vuelve a arrancar.
- Apagar. Apaga el ordenador por completo, lo cual permite ahorrar energía, pero el ordenador tardará más en encenderse la próxima vez, dado que el equipo tendrá que cargar todo desde el principio.
- Hibernar. Este modo no apaga el ordenador por completo, sino que guarda una versión de todo tu trabajo en el disco duro. Esto lo hace algo incómodo, sobre todo si no tienes mucho espacio libre en tu unidad de almacenamiento.
- Suspender. Con esta función, el ordenador entra en reposo, de manera similar al modo hibernación. La gran diferencia es que solo mantiene activa la memoria RAM, que es la que almacena la información para poder retomar tu trabajo donde lo dejaste la próxima vez que enciendas el ordenador. Por este motivo, es mucho más rápida a la hora de iniciar.
En resumen, nuestro consejo es que, si quieres un arranque lo más rápido posible, utilices la opción de ‘Suspender’. Eso sí, recuerda dejar tu ordenador o portátil conectado a una fuente de alimentación, dado que si no podrías llegar a perder información no guardada si el equipo se queda sin batería.
Conclusiones
Si has llegado hasta aquí, seguro que con estos consejos podrás conseguir que tu PC arranque rápido. Recuerda que en PcComponentes estamos aquí para ayudarte y tenemos muchas otras guías para aprender a hacer cualquier optimización de tu ordenador.