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Cómo limpiar los objetivos intercambiables de las cámaras réflex y mirrorless

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María López - Última actualización: 4 de junio de 2024

¿Sabes que el objetivo de tu cámara réflex y mirrorless se puede limpiar? Aquí te enseñamos cómo hacerlo paso a paso.

Cómo limpiar los objetivos intercambiables de las cámaras réflex y mirrorless

María López

— Artista de vocación y amante de la tecnología

Experta en reviews y audiovisual

El lograr fotografías increíbles empieza con un paso muy simple: mantener tu equipo fotográfico limpio como una patena. ¿De qué te sirve tener una cámara carísima si la mantienes como una estantería llena de polvo? La acumulación de suciedad, huellas dactilares y manchas no solo pueden disminuir la calidad de tus fotos, sino también acortar la vida útil de tu cámara. La correcta limpieza de tu cámara de fotos y sus objetivos es esencial.

El objetivo es uno de los componentes más importantes de nuestro equipo. Profundidad de campo, control de la luz, distorsión de imagen… todos estos aspectos dependen del objetivo que utilicemos, así que más nos vale cuidarlos como es debido. En este artículo, veremos cómo se debe limpiar un objetivo y las herramientas que tienes que utilizar. No importa si es un objetivo para principiantes en fotografía o un objetivo fotográfico profesional.

¡Que la suciedad no estropee una buena foto!

Preparación para la limpieza

Lo cierto es que es muy normal encontrar algo de polvo dentro del objetivo de nuestra cámara. Estos están diseñados para permitir el paso del aire en el interior, ya que sus componentes se mueven al ajustar el zoom o cambiar el enfoque, por ejemplo. A diferencia de lo que ocurre con el sensor, la suciedad del objetivo no tiene por qué afectar a tus fotos (a no ser que se haya manchado la propia lente, claro está).

Es por ello que no debes obsesionarte con la limpieza. El simple hecho de pasar un paño por la lente ya puede hacer que dejes pequeñas marcas, sobre todo si no se hace correctamente. Ya sabes, a veces es mejor tener un poquito de polvo que un rayón en el objetivo.

No obstante, hay ocasiones donde sí o sí, tienes que limpiarlo. La sola presencia de huellas dactilares, por ejemplo, es un signo de que debes actuar. Y es que la grasa que dejan nuestros dedos no suele llevarse bien con el revestimiento especial que tienen los objetivos para evitar los reflejos.

¿Qué herramientas necesito?

Existen líquidos y kits de limpieza especiales dirigidos a limpiar componentes tan delicados como un objetivo. Sin embargo, estos líquidos pueden llegar a ser muy agresivos, por lo que recomendamos que moderes su uso. El alcohol isopropílico es una buena opción, por ejemplo, porque es fácil de conseguir y no es abrasivo.

Utiliza también unos guantes de látex. Así te asegurarás de no dejar huellas ni restos de tus manos sobre el objetivo a la hora de limpiarlo. Asimismo, mantendrás a salvo tus manos en el caso de que utilices algún producto de limpieza específico.

Una de las formas más simples y fáciles de retirar el polvo y la suciedad superficial es utilizando una pera de aire manual (o soplador). Es importante que no sea a presión, ya que la fuerza del aire podría dañar el cristal.

Después de la pera, una simple gamuza también vendrá genial para quitar lo sobrante. Pasa la gamuza después de emplear la pera; está habrá quitado los restos más duros y evitará que arañes la lente. También recuerda utilizar pequeños cepillos con cerdas suaves. El uso de estas herramientas hará que la lente esté limpia como el primer día.

Herramientas para limpiar los objetivos de fotografía

De esta forma, el listado de herramientas que necesitas queda así:

  • Líquido de limpieza o alcohol isopropílico.
  • Pera de aire o soplador manual.
  • Guantes de látex.
  • Cepillo de cerdas suaves.
  • Gamuza.

¿Cómo se limpia un objetivo?

Limpiar un objetivo fotográfico puede parecer una tarea complicada si no estás habituado a ello. Sigue estos pasos y podrás hacerlo de forma segura y efectiva:

  1. Prepara tu área de trabajo: A la hora de limpiar, escoge un sitio que esté limpio y donde no haya corrientes de aire. Tiene que ser lo más diáfano posible, ya que ayudará a que el polvo no se deposite en el objetivo durante la limpieza.
  2. Sopla con la pera de aire: Con tus guantes puestos, usa la pera de aire para soplar suavemente el polvo y las partículas sueltas. Evita en todo momento tocar con la punta de la pera el objetivo, para no causar daños innecesarios. ¡No te olvides de repasar la tapa!
  3. Aplica el cepillo: Si aún quedan partículas de polvo, utiliza un pincel o cepillo suave indicado para lentes. Pásalo delicadamente sobre la superficie del objetivo hasta que veas que es suficiente y sin presionar con demasiada fuerza.
  4. Utiliza líquido limpiador (solo si es necesario ): Hay algo que ni las peras de aire ni los cepillos podrán eliminar: las manchas. Si ves que en tu objetivo hay manchas rebeldes, utiliza un líquido especial para lentes o alcohol isopropílico. NO apliques el producto directamente en el objetivo. En su lugar, utiliza una pequeña cantidad en una gamuza.
  5. Limpia con la gamuza: Pasa el paño suavemente por el objetivo con movimientos circulares, desde el centro hacia afuera. Esto ayudará a evitar los temidos rayones.
  6. Revisa el objetivo: Cuando hayas acabado de limpiar, revisa el objetivo bajo una luz brillante para asegurarte de que está completamente limpio. Si todavía aprecias marcas o manchas, repite los pasos que hemos hecho hasta ahora.
  7. A guardar se ha dicho: Si ya estás satisfecho con la limpieza, procede a colocar el objetivo sobre la cámara o a guardarlo en un compartimento estanco.

Como ves, mantener la suciedad alejada de tus objetivos no es tan difícil como parece. Recuerda hacerlo con mimo y paciencia: tu cámara y tus fotos te lo agradecerán.

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