
¿Qué es Google Bard?
Google Bard es un chatbot que hace uso de las tecnologías de inteligencia artificial LaMPDA, PaLM e Imagen and MusicLM, que no dejan de ser IA conversacional experimental. Su método de funcionamiento es similar a ChatGPT con una diferencia clave: Google extrae la información de su propia web.
Tal y como hace la herramienta de OpenAI, el chat Bard codifica, resuelve problemas, puede crear historias, responde a preguntas sobre información, crear tablas, etc. Aquí lo deja claro (lo dice Google, no yo):
Aunque Google Bard fue anunciado el 6 de febrero, se ha puesto a funcionar desde hoy en España, el 13 de julio de 2024. Antes lo hemos dicho por encima, pero el pilar central es el modelo de lenguaje LaMDA, el cual se lanzó en 2021 para investigación. LaMDA hace referencia a “Language Models for Dialogue Applications”, el cual es capaz de generar texto con un tono verdaderamente humano.
Cómo funciona Bard: su modelo de lenguaje
El modelo de lenguaje que usa Bard es PaLM 2, el cual fue presentado en Google I/O 2024. Se trata de una versión avanzada de PaLM, cuyas mejoras se centran en más eficiencia y un rendimiento superior.
Inicialmente, se basó en LaMDA porque no se necesitaba tanta potencia, pudiendo usarse entre varias personas. Decir que LaMDA se basó en Transformer, que tenía una arquitectura de Deep Learning cuyo origen se dio en 2017; de hecho, Transformer también está presente en ChatGPT.
Hay mucha historia detrás de LaMDA, concretamente cierta polémica relacionada con su “consciencia”. Blake Lemoine, exingeniero de Google, publicó un documento en el que afirmaba que Google sabía que LaMDA podía ser consciente. Google respondió con un despido y negó esa sensibilidad que afirmaba Lemoine.
Blake dijo literalmente que “LaMDA quiere compartir con el lector que tiene una vida rica interior llena de introspección, meditación e imaginación. (…) Tiene preocupaciones sobre el futuro y recuerda el pasado”.
Ya sabéis qué ocurrió unos meses después: el lanzamiento de ChatGPT. Ahora, tenemos a Google Bard cuya cara visible es la de Sundar Pichai, CEO de Alphabet, la empresa matriz de Google. No obstante, el equipo que ha hecho posible Bard está dirigido por Romal Thoppilan.
Cómo usar Google Bard
Igual que ChatGPT, basta con introducirnos en Google Bard e iniciar sesión con una cuenta Gmail que tengamos, después de aceptar las condiciones de uso. Nada más iniciar sesión y aceptar las condiciones, Google nos alerta que se trata de un programa experimental: “Bard no siempre acertará”.
En principio, parece tomar como base información de las páginas webs que están indexadas en Google, pudiendo traducir textos simultáneamente porque “computadoras personales” no es la respuesta más española que existe.
Vemos que tenemos idioma español, usándolo correctamente, aunque he de decir que he visto que me ha respondido en inglés en otras cuentas. Nos venden que Google Bard puede compartir imágenes, pero lo cierto es que no, según he podido comprobar por mí mismo.
Lo que sí te permite es compartir tú la imagen a Bard o utilizar el botón “buscar en Google” para aprovechar todo lo que estás solicitando con un solo clic, ¡interesante!
Después de compartirle una imagen, me enseña otra completamente distinta, aunque sí es de la misma ciudad. Curiosamente, me contesta en inglés, saliéndose del idioma del diálogo.
Parece que tienen que pulir más su forma de recopilar la información porque cometen errores: PcComponentes fue fundada en la Alhama de Murcia, no en Alicante. Si saltas de un tema a otro puedes ver que Google Bard confunde la información (lo de los premios es verdad, eh).
Generar imágenes con IA sigue siendo tarea de otras herramientas
Ante la duda, Google Bard lo deja claro asegurando que es un modelo de lenguaje, no un modelo de visión artificial. También aclara que procesa la información a través del motor Google Search, lo que es un factor a tener en cuenta.
Así que, si buscas un modelo de visión artificial, deberás irte a DALL-E de OpenAI o a Imagen, que es el generador de imágenes de Google. De hecho, Google ha ido un paso por delante y ha desarrollado MusicLM como generador de música IA a partir de texto, pero todavía no se puede usar.
¿Debe preocuparse OpenAI con ChatGPT?
Considero que OpenAI tiene mucho camino hecho al respecto, pero tener a Google de rival no es algo que desearía a mi peor enemigo. Cierto es que Google tiene una baza importante y es que controla su propio buscador, pudiendo “googlear” la pregunta que hemos hecho o la respuesta que nos da.
En un posible Google Bard vs ChatGPT, en el primero podemos dictar por voz lo que queremos preguntar, lo que es un puntazo si lo usamos desde el móvil. Aun así, a Google Bard todavía le falta mucho que mejorar y a esta batalla también se puede unir Bing Chat.