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Las lavadoras son uno de los electrodomésticos más útiles en nuestro hogar. Se encargan de reducir el tiempo e incrementar la comodidad en una de las tareas más engorrosas, como lo es lavar la ropa; sobre todo ahora, cuando su uso es mucho más fácil e intuitivo. Es por ello que cuando una lavadora empieza a fallar, puede convertirse en un auténtico dolor de cabeza; en especial si ha dejado de centrifugar. Si bien hay varios motivos que pueden generar este inconveniente, también hay varias soluciones. Entonces, si te preguntabas ‘por qué mi lavadora no centrifuga’, y por eso has llegado a este artículo, sigue leyendo, que te contamos qué puede estar pasando con tu lavadora y qué puedes hacer para solucionarlo.
¿Por qué mi lavadora no centrifuga?
Para funcionar correctamente, tu lavadora necesita que el tambor gire, solo así podrá remover, limpiar y extraer toda el agua de tu ropa. Si esto no sucede y te origina mucha frustración porque tu ropa sigue húmeda después de lavarla, esto es lo que podría estar pasando:
Podría estar mal enchufada
Parece obvio pero a veces podemos pasarlo por alto. Si tu lavadora no está centrifugando, inspecciona el enchufe, tal vez esté mal conectado o fuera del interruptor lo que ocasiona que no funcione. También deberías darle un vistazo a la base del cable para asegurarte de que este no esté flojo.
Hay agua en el tambor
Una de las posibilidades que hay detrás de un mal centrifugado o un centrifugado nulo es que la manguera de desagüe esté doblada o bloqueada y por lo tanto el agua no puede ser drenada en su totalidad; lo cual acabará por interrumpir el proceso de centrifugado. Para solucionar este problema, echa un vistazo a la manguera y procura que no esté doblada o aplastada. Antes de hacer esto, por cuestiones de seguridad, apaga primero la lavadora; luego, trata de inclinarla hacia adelante para tener una vista completa de toda la longitud de la manguera. Revisar el filtro de la bomba debería ser un paso a tomar en cuenta, en especial si no has encontrado ningún defecto en la manguera. Si el filtro de desagüe muestra algún defecto, lo mejor será reemplazarlo para que no siga generando problemas en el desempeño de la lavadora.
La tapa podría estar mal cerrada
Lo primero que debes hacer es cerciorarte de que la puerta ha quedado bien cerrada, de no ser así, tu lavadora no va a centrifugar, ya que el ciclo se verá interrumpido. Para solucionar este inconveniente, abre nuevamente la tapa, revisa que no haya objetos que obstaculicen y vuelve a cerrar.
La carga de ropa está mal distribuida
A veces, por acortar el tiempo de lavado, solemos pasar la ropa al tambor de una forma desordenada y hasta tosca, sin embargo, esto podría repercutir en el desempeño de la lavadora, no permitiendo que centrifugue; y podría incluso causar daños más graves a tu equipo. La carga de ropa debería tener un peso, un tamaño y una distribución uniforme, para que puedan moverse sin ningún problema dentro del tambor. Si tu lavadora no quiere centrifugar, entonces destapa nuevamente y empieza a repartir la ropa de una forma más equilibrada. Esto significa que para centrifugar deberás separar tus piezas pesadas de tus piezas ligeras. Pero ten en cuenta que mientras más peso, menos velocidad ejercerá el centrifugado.
Hay ropa atascada en el tambor
Otra opción es que alguna pieza de ropa se haya quedado atascada en el tambor y esto impida que la máquina funcione de la forma correcta. Para saber si esto es lo que sucede con tu lavadora, abre la puerta y busca alguna pieza alrededor del mecanismo de centrifugado. Esto es común que suceda con piezas de ropa pequeñas; por ello se aconseja que para lavar prendas íntimas, se utilice una bolsa donde asegurarlas todas juntas antes de introducirlas en la lavadora.
Algún objeto está atascado en el desagüe
Procura revisar el desagüe en búsqueda de pequeños objetos como monedas y/o botones; estos objetos pueden quedarse atascados en tu equipo y eso no solo podría afectar el centrifugado, también podrían ocasionar daños más graves en este.
Problemas con el motor y/o su correa
Aquí es cuando empieza a oscurecerse el panorama. Si intentaste todo lo demás y tu lavadora sigue sin centrifugar, podría ser que el motor o su correa son los que están presentando algún daño. Si la correa no hace que el sistema de centrifugado gire, tu lavadora no podrá trabajar; en estos casos deberás apretar o cambiar la correa. En ese caso, te recomendamos que busques a un experto si no sabes hacer el trabajo tú mismo, esto es para evitar que acabes ocasionando otro daño por querer solventar el que ya tienes.
El montaje del embrague está fallando
Si el mecanismo de embrague está desgastado por el uso que le has dado, esto podría repercutir en el centrifugado. No solo eso, si tu sistema de embrague está gastado, el motor de arranque también puede desgastarse. Así que si tu lavadora no centrifuga y este es el motivo, tómalo como una señal de advertencia y cambia el sistema de embrague cuanto antes para que no ocasione problemas más graves. Una vez más, para hacer esto te recomendamos que contactes a un experto para que realice esta tarea.
Tu lavadora no centrifuga y presenta fallas adicionales
Algunas veces, las lavadoras dejan de centrifugar, pero en otras ocasiones, esta falla viene acompañada de otros problemas. Pero no te preocupes, no siempre es sinónimo de que está ocurriendo algo más grave, al contrario, esos problemas adicionales podrían ser un indicio para conocer qué está ocurriendo con tu lavadora y qué hace que no centrifugue correctamente.
La lavadora no centrifuga pero si tira el agua
Si tu lavadora no centrifuga pero tira el agua, esto podría deberse a muchas razones. Podría ser desde algo tan sencillo como una manguera suelta, que se puede solucionar en pocos minutos al ajustarla de nuevo; además, esto no sería grave, normalmente ocurre por el movimiento que ocasionan las vibraciones de la lavadora, que acaba aflojando la manguera. Por otra parte, el problema podría tener un origen más grave como el que las arandelas estén flojas o desgastadas; esto podría ser ocasionado por el constante uso, y de ser este problema, lo mejor será cambiar las piezas por unas nuevas. La manguera también podría presentar un desgaste que se verá reflejado en orificios o grietas, haciendo difícil contener el agua de la lavadora.
La lavadora hace ruido pero no centrifuga
Si tu lavadora no centrifuga pero sí hace ruido, esto puede estar originado por varios motivos: el primero es que la ropa no está bien distribuida, lo que hará que se mueva de forma irregular, sin centrifugar pero haciendo un fuerte ruido; la solución es reordenar la ropa que se encuentre en el interior, cerrar y volver a hacer el intento de centrifugar. Otra razón es que haya algo rebotando dentro del tambor como algún botón de una camisa o pantalón o una moneda dentro de un bolsillo; procura abrir la puerta y revisar pieza por pieza hasta encontrar el objeto que esté ocasionando el ruido. Ahora, si ya revisaste y no hay ningún objeto rebotando y la ropa está distribuida de manera uniforme, el problema tal vez lo esté originando el mismo tambor (podría estar agrietado o roto) o, en el peor de los casos, podría ser el motor. Deberá ser un profesional quien diagnostique y arregle la lavadora por ti.
La lavadora se mueve pero no centrifuga
Si la lavadora se mueve constantemente de un lado a otro y de forma brusca cada vez que intentas centrifugar, pero al final no centrifuga, esto quiere decir que tal vez la puerta del compartimiento esté mal cerrada. Apaga la lavadora, abre nuevamente la tapa, verifica que nada esté interviniendo y ciérrala de nuevo. Si el problema persiste, podría ser que la ropa esté mal organizada, normalmente el movimiento que hace la lavadora en estos casos, son vibraciones bruscas y ruidosas; para ello, abre nuevamente el compartimiento, organiza la ropa (piezas ligeras y piezas pesadas por separado), ciérrala e intenta centrifugar una vez más. Si el problema se mantiene, entonces podría ser que las varillas de suspensión no están funcionando debidamente; estas suelen desconectarse y ocasionar un molesto ruido; de ser así, deberás conectarlas nuevamente.
Tu lavadora no centrifuga y huele a quemado
Bueno, este es oficialmente el peor caso de todos. Si te ha sucedido, lo mejor es que desconectes y no la vuelvas a conectar hasta que un profesional la examine y pueda determinar la causa del problema. Como ves, son muchas las posibilidades por las cuales una lavadora puede dejar de centrifugar. Desde algo tan sencillo como una tapa mal cerrada o un exceso de ropa, hasta complicaciones con el motor o las varillas de suspensión. Sin embargo, por suerte, hay una solución para casi todo.
Te recomendamos que revises por ti mismo los pasos más sencillos y si no has dado con el problema o sospechas de que se trata de algo más grave, recuerda consultar a un experto.