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Review Lenovo Legion GO Z1 Extreme: Todo lo que debes saber

Consolas y videojuegos
Tecnoforce - Última actualización: 6 de junio de 2025
review lenovo legion go z1 extreme

Si llevas tiempo dándole vueltas a la idea de subirte al tren de las consolas portátiles y no sabes qué modelo elegir, detente un segundo: la Lenovo Legion Go Z1 Extreme acaba de subir el listón.

Ven conmigo a descubrir por qué su combinación de APU AMD Ryzen Z1 Extreme, 32 GB de RAM LPDDR5X y pantalla 2K/144 Hz puede convertir a la Lenovo Legion Go Z1 Extreme en la compañera perfecta para jugar desde cualquier parte. Vamos a probar su rendimiento real, medir su autonomía con lupa y los trucos para exprimirla al máximo.

Una bestia portátil que cabe en la mochila

Lenovo lleva tiempo puliendo su propuesta de consola-PC, y con la Lenovo Legion Go Z1 Extreme por fin ha dado en la diana. Estamos ante una consola portátil que utiliza Windows 11, monta el potente APU AMD Ryzen Z1 Extreme y llega nada menos que con 32 GB de RAM LPDDR5X.

Sobre el papel suena impresionante; en la práctica lo es aún más: la pantalla deslumbra, la ventilación mantiene las temperaturas a raya y los mandos transmiten solidez. Todo ello en un carcasa compacta pensada para viajar sin renunciar a la experiencia “PC de sobremesa” cuando conectamos un monitor externo o un dock USB-C.

Diseño y ergonomía de la Lenovo Legion Go Z1 Extreme

La Legion Go comparte carcasa con la versión Lenovo Legion Go S Z2 que analizamos hace unos meses en PcComponentes, y eso se traduce en una construcción robusta con plásticos de buena calidad y grips laterales pensados para largas sesiones.

No llega al nivel de molde de la Asus ROG Ally Z1 Extreme en cuanto a ergonomía pura, pero Lenovo ha afinado suficiente como para que los controles queden a mano sin fatigar las muñecas. Botones, joysticks hall y gatillos tienen un recorrido suave y un clic firme que invita a jugar sin preocuparse por holguras prematuras.

Hardware a otro nivel: Z1 Extreme + 32 GB que marcan la diferencia

La Lenovo Legion GO Z1 Extreme podría estar entre las mejores consolas portátiles de 2025. El salto respecto a la Legion Go original se centra en dos frentes: procesador y memoria.

El Ryzen Z1 Extreme integra 8 núcleos Zen 4 y gráficos RDNA 3 con 12 CUs que, junto a los 32 GB de RAM, ofrecen un extra de músculo vital en un dispositivo que depende de la GPU integrada. Esa RAM no solo permite mover Windows con absoluta fluidez; es también la llave para ajustar “UMA Frame Buffer” desde BIOS y reservar hasta 8 GB como VRAM dedicada.

¿Por qué importa? Porque muchos títulos modernos se quejan cuando detectan menos de 4 GB de memoria gráfica. Al ampliar ese espacio virtual a 8 GB evitamos cierres inesperados y mejoramos la estabilidad general, algo que se nota en juegos tan sensibles como New World o Cyberpunk 2077. Ojalá Lenovo permitiera asignar 12 o 16 GB, pero con 8 GB los cuelgues desaparecen y la consistencia de FPS sube un escalón.

FPS de verdad: entre 10 y 20 imágenes extra según el juego

Con la misma configuración gráfica, la Legion Go Z1 Extreme rinde entre 10 y 20 FPS más que el modelo con APU estándar. El rango depende del título y del perfil de consumo elegido, pero el patrón se repite: todo va más suelto.

En comparativas directas con su antecesora y con la ROG Ally, el nuevo chip de AMD estira la tasa de frames con un coste térmico sorprendentemente bajo gracias al sistema de ventilación dual de Lenovo. La consola mantiene frecuencias altas sin estrangularse y, sobre todo, sin quemar las manos.

Cómo sacar partido a la BIOS: más VRAM, más estabilidad

Igual que analizamos la Lenovo Legion Go, si te decides por la la Extreme Z1, lo primero es entrar en BIOS (tecla F2 al arrancar) y aumentar la opción UMA Frame Buffer hasta el máximo permitido de 8 GB. Dejas 24 GB para el sistema, más que suficientes para Windows 11 y multitarea, y ganas ese colchón que los motores gráficos modernos reclaman.

El cambio es inmediato: menos stuttering, pantallas de carga más cortas y adiós a los mensajes de “out of video memory”. Un ajuste sencillo que convierte un hardware ya potente en algo aún más redondo.

Autonomía realista: buena en 15 W, justa en 25 W

El talón de Aquiles sigue siendo la batería de 55,5 Wh. Con un triple A exigente como Ghost of Tsushima se midieron estos resultados:

Perfil TDP Resolución Ajustes Duración aproximada
15 W 1600p Calidad media + FSR + FG ≈ 2 h 30 min
25 W 1600p Misma configuración ≈ 1 h 30 min

Son cifras que mejoran lo visto en la Legion Go original y superan levemente a la ROG Ally, aunque siguen por detrás de las consolas portátiles de Ayaneo como la Ayaneo Air 1S.

Para trayectos largos conviene llevar un power bank PD de 100 W o el cargador de serie, pero en vuelos cortos o ratos de sofá la autonomía resulta aceptable, sobre todo si optamos por juegos indie o títulos retro que permiten bajar el TDP a 10 W y superar las 4 horas.

Pantalla y controles de la Lenovo Legion Go Z1 Extreme

Donde Lenovo no admite discusión es en la pantalla: un panel IPS de 8,8 " y 2560 × 1600 px a 144 Hz que ofrece negros profundos para ser IPS, brillo suficiente en exteriores y colores vibrantes.

El formato 16:10 es perfecto para navegar por Windows sin barras negras y penaliza poco en juegos porque podemos elegir resoluciones 16:9 con bandas discretas. Si vienes de la Steam Deck notarás al instante la nitidez y la suavidad extra.

Los controles desmontables, al estilo Nintendo Switch, dan un plus de versatilidad: se separan para apoyar la consola sobre la mesa o conectar el “modo FPS” con trackpad incluido. Todo, unido a la retroiluminación de los sticks y los botones asignables posteriores, convierte a la Legion en una de las consolas portátiles más completas del mercado sin accesorios extra.

Ruido y temperaturas: fresca incluso a 25 W

El doble ventilador trabaja con perfiles agresivos, pero el flujo de aire es tan eficiente que no hace falta disparar las RPM. Jugando a 25 W las temperaturas de la APU rondan los 70-72 °C, muy lejos del throttling y con un ruido contenido que no supera los 40 dB a un metro de distancia. A 15 W es casi silenciosa. Esa salud térmica augura larga vida al silicio y explica por qué el rendimiento no cae en sesiones prolongadas.

¿Para quién tiene sentido la Lenovo Legion Go Z1 Extreme?

No es la opción adecuada si tu prioridad absoluta es la autonomía o si buscas el formato más pequeño posible: la Ally X o la AYANEO Slide siguen siendo más ligeras. Pero si aceptas la moderación en batería a cambio de potencia bruta, ergonomía decente y un panel de escándalo, la Z1 Extreme merece cada euro.

¿A quienes le recomendamos la Lenovo Legion GO Z1 Extreme?

  • Viajeros frecuentes que quieran un PC completo sin cargar con un portátil gaming de 15 ".
  • Jugadores que priorizan pantalla grande y resolución alta frente al peso mínimo.
  • Quien necesite 32 GB de RAM porque alterna juego con emulación, streaming o edición ligera.
  • Fans de Windows que valoren instalar lanzadores sin capas de compatibilidad ni modos “desktop” a medias.

Conclusión: la consola portátil que más convence en 2025

Lenovo ha refinado su fórmula y el resultado es una máquina que raya la excelencia: rendimiento sólido, estabilidad gráfica gracias a los 32 GB de RAM, una pantalla 2K/144 Hz que eclipsa a la competencia y un sistema de refrigeración que demuestra que el equilibrio térmico no está reñido con el silencio. La autonomía sigue sin romper la baraja, pero mejora lo presente y puede alargarse bajando a 15 W o jugando a títulos menos demandantes.

En un mercado donde cada mes aparece un nuevo PC portátil, la Lenovo Legion Go Z1 Extreme se distingue por ofrecer esa combinación desequilibrante de músculo gráfico y calidad de construcción sin disparar el precio. Si buscas una consola-PC que sirva de estación de juego principal cuando estás lejos de casa y no te importa llevar un power bank en la mochila, aquí tienes una candidata firmísima.

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