
Seguro que alguna vez te has preguntado si se puede usar un SSD interno como disco duro externo y la respuesta corta es que sí. Hasta aquí el artículo. Bueno, fuera de bromas, vamos a contarte cómo hacerlo y por qué puede interesarte esto, así como algunos trucos para hacer el proceso de la manera más sencilla.
¿Qué es una unidad SSD y cómo funciona?
Por si hay algún despistado en la sala, las unidades SSD (Solid State Drive), o unidad de estado sólido, son la evolución de los discos duros tradicionales rígidos HDD (Hard Drive Disk). Resumiendo mucho, donde antes teníamos literalmente un disco que giraba, se leía y se grababa para guardar nuestros datos del PC, ahora tenemos pequeñas memorias interconectadas.
Ventajas de las unidades SSD en comparación con un disco duro HDD
Esto supone una gran cantidad de beneficios en comparación con los discos duros tradicionales, por lo cual se recomienda su instalación en cualquier ordenador. De hecho, actualmente son incluso más económicos que los discos duros tradicionales, por lo que podrás encontrar muy buenas ofertas en los precios de sobremesa en Black Friday de PcComponentes.
Y, además del precio, estas son las principales ventajas de las unidades SSD:
- Velocidad. Los SSD son más rápidos escribiendo y leyendo datos, lo cual mejora el rendimiento general del ordenador. Arranca más rápido, accede más rápido a archivos y carpetas, guarda información más rápido e incluso mejora el rendimiento en apps y juegos. Para que te hagas una idea, estas son las velocidades comparadas:
- HDD SATA: hasta 200 MB/s
- SSD SATA y M.2 SATA: hasta 550 MB/s
- SSD M.2 NVMe: hasta 3.000 MB/s, aunque existen tecnologías como el PCI 5.0 aún más rápidas.
- Durabilidad. Al no tener piezas móviles, los SSD son mucho más resistentes y duraderos. En otras palabras, son la tecnología actual más moderna que se usa en casi todos los PC y portátiles del mercado.
- Facilidad de instalación. Los SSD M.2 NVMe van conectados directamente a la placa base sin necesidad de cables, lo que hace su instalación más sencilla y ofrece mejores tasas de transferencia.
¿Se puede usar un SSD interno como disco duro externo? Conclusiones
Ahora que ya sabes lo básico sobre las unidades SSD, vamos a responder a la pregunta que motivó este artículo: si es posible usar un SSD interno como disco duro externo. Para ello, tendremos en cuenta los dos modelos de SSD más usados actualmente, tanto los que se conectan por SATA como los M.2 NVMe que van a la placa base.
Y la respuesta es que sí, siempre y cuando sigamos algunas normas de seguridad. A continuación te contamos cómo hacerlo de manera sencilla:
Consideraciones previas
Antes de comenzar con el proceso, merece la pena detenernos un momento, puesto que nos surgen dos posibilidades relacionadas con el rol de tu unidad SSD:
- SSD secundario. Si no tienes instalado el sistema operativo en tu SSD, entonces puedes retirarla sin problemas. Eso sí, asegúrate de hacer una copia de seguridad del contenido antes de comenzar el proceso para evitar posibles pérdidas de datos.
- SSD principal. Si solo cuentas con una unidad SSD en tu ordenador y esta es la que tiene instalado el sistema operativo, la cosa se complica un poco. Aquí tienes que ser consciente de que, si la quitas, deberás reemplazarla por otra o por un disco duro y luego instalar el sistema operativo de nuevo para que tu ordenador no arranque.
Carcasa externa para SSD: el periférico clave
En ambos casos, para poder usar tu SSD interno como disco duro externo necesitarás un componente clave: una caja o carcasa externa para unidades SSD. Este periférico cuenta con un espacio para conectar tu SSD y un cable, generalmente USB-C o Thunderbolt, que será el que conectaremos al portátil o a cualquier otro dispositivo compatible.
Por otro lado, deberás tener en cuenta que las unidades SSD tienen varios modelos con conectores diferentes, así que revisa que tu unidad sea compatible con la carcasa. Estos son los tipos de conectores SSD más comunes:
- Conector mSATA o clavijas de tipo B y seis pines a la derecha con el siguiente aspecto:
- IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII__IIIIII
- Conector SATA M.2 o clavijas de tipo B+M, con el siguiente aspecto:
- IIII__IIIIIIIIIIIIIIII__IIIIII
- Conector NVMe M.2: o clavijas de tipo M y cinco pines a la izquierda, con el siguiente aspecto:
- IIIII__IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
Cómo usar un SSD interno como disco duro externo: paso a paso
Una vez explicado esto, vamos a proceder con los pasos a seguir para convertir tu SSD interno en un disco duro externo funcional:
- Antes de empezar, realiza una copia de seguridad del contenido de tu SSD.
- Apaga el ordenador por completo y desconéctalo de la corriente.
- Abre la caja del ordenador y localiza la unidad SSD. Suele tener el tamaño de una memoria RAM, es rectangular y alargada.
- Una vez localizada, lo más probable es que tengas que retirar un pequeño tornillo de anclaje.
- Después, retira con cuidado la unidad SSD de la placa base.
- Con la unidad SSD fuera, abre la carcasa externa para SSD.
- Inserta la unidad SSD y fíjala con el tornillo que vendrá dentro.
- Pon la pegatina térmica -si tu modelo de caja la incluye- y cierra la tapa.
- Ahora podrás conectar tu carcasa a un PC o Mac para usarla como un disco duro externo.
- Y listo, ya podrás usar tu unidad SSD interna como un disco duro externo.
¿Cuáles son las mejores cajas para conectar tu SSD?
Si has llegado hasta aquí seguro que ya tienes más claro cómo usar un SSD interno como disco duro externo. Pero si todavía te falta la caja, vamos a ver algunos modelos que te recomendamos y que puedes comprar con descuento en la campaña de Black Friday 2024 de PcComponentes.
TooQ Caja Externa HDD/SSD 2.5'' Negra
Con la caja externa de TooQ podrás proteger tanto tus unidades de almacenamiento externo. Dispone de conexión SATA I, II y III, por lo que es compatible tanto con SSD como con HDD que utilicen ese conector. Por lo demás, ofrece velocidades de transferencia rápidas gracias a su puerto USB 3.1.
Aisens Ultra Data Caja Externa para Disco Duro SSD M.2 SATA USB-C 3.1 Gris
Con la caja externa Aisens Ultra Data estamos ante un periférico compatible únicamente con unidades SSD M.2 y SATA con las clavijas B+M o clavijas B (no soporta clavijas M). En cuanto a sus funcionalidades son muy similares a las del modelo anterior, gracias a su puerto USB-C 3.1 Gen 1 e incluye un práctico LED para indicar el estado de conexión y acceso a disco duro.
Aisens Carcasa SSD M.2 NVMe USB 3.2 Gen2 Negra
Subimos de rango con este otro modelo de Aisens que mejora a su predecesor gracias a la conexión USB-C 3.2 Gen 2. En otras palabras, con este dispositivo puedes obtener velocidades de transferencia de hasta 10 Gb/s, eso sí, siempre limitado a la velocidad máxima de transferencia de tu SSD.
TooQ SHURA Caja Externa para SSD M.2 NGFF/NVMe Negra
El siguiente modelo de la lista es el TooQ SHURA, compatible con unidades SSD M.2 NGFF y NVMe PCIe. De nuevo estamos ante una caja con USB-C 3.2 Gen 2 que ofrece muy buena velocidad de transferencia y una caja con un diseño elegante y minimalista.
ASUS ROG Strix Arion White Edition Caja SSD M.2 Blanca
Terminamos con una caja de estética muy llamativa, pensada para gamers. Se trata de la ASUS ROG Strix Arion White Edition, que es compatible con unidades SSD M.2 y con interfaz USB 3.2 Gen 2 Tipo C, que te ofrece una velocidad de transferencia de hasta 10 GB/s.