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USB 2.0, ¿por qué hay más puertos qué lo usan frente al USB 3.0?

Periféricos
Abelardo González - Última actualización: 4 de junio de 2024

Pese a existir opciones mejores y más eficientes, la estandarización es la principal causa de por qué los usuarios se niegan a dejar de usar el USB 2.0.

USB 2.0

USB 2.0: predecesores y sucesores

Pese a ser el estándar más asentado, el USB 2.0 (y su propio nombre es una pista) no fue la primera conexión en serie de esta popular opción. Nacido bajo el término Universal Serial Bus, la mayor parte de los usuarios conocen a esta vertiente tecnológica con el acrónimo “USB”, un término que utiliza las iniciales de la denominación inicial de este fenómeno de transferencia de datos.

En esencia, y como os contamos en nuestro especial dedicado al USB 4.0, el USB es un estándar que usan multitud de dispositivos. En su origen, en el ya lejano 1995, el antiguo USB 1.0 era capaz de transferir 12 megabits por segundo, una cifra que ha ido creciendo paulatinamente hasta los 40 Gb/s que es capaz de enviar y recibir el USB 4.0.

Sin embargo, resulta sorpresivo que el USB 2.0 siga siendo el estándar más popular. Más allá de los conectores tipo A o C, que ya complicarían la fórmula y nos harían entrar en múltiples variantes, lo cierto es que la llegada del USB 3.0 (y del posterior 4.0) no ha sido un motivo de peso para derrocar el dominio del 2.0. Y eso, en esencia, se explica de forma “sencilla”: muchos usuarios no necesitan grandes velocidades de transferencia.

Características del USB 2.0

Durante la década de los 2000, los aficionados al mundo tecnológico conocieron las prestaciones del USB 2.0. Por aquel entonces, la posibilidad de transferir a 60 Mb/s fue una auténtica revolución. A esto, además, había que sumarle la posibilidad de cargar dispositivos a 2,5 W de potencia y su configuración basada en dos líneas de alimentación de alta velocidad y dos líneas para datos.

Gracias a los elementos citados, durante años el USB 2.0 se mantuvo como una de las revoluciones más grandes de la industria tecnológica en general y de la informática en particular. De hecho, ni siquiera el lanzamiento del USB 3.0 (y de revisiones como lo fueron la 3.1 y la 3.2) o el aterrizaje del USB 4.0 han conseguido poner en peligro un dominio que, sorpresivamente, se extiende por más de una década.

En comparación, el USB 2.0 palidece por mucho ante sus versiones posteriores. El USB 3.0, una opción que cada vez gana más adeptos, es 10 veces más potente al poder transferir a 600 Mb/s. De hecho, el 3.2 asciende hasta los 2,5 Gb/s. A su vez, el USB 4.0 llega a unos impresionantes 5 Gb/s, una cifra que convierte prácticamente cualquier transferencia en instantánea. Y, aún así, los usuarios no dudan a la hora de por qué usar el USB 2.0.

Principales problemas del USB 2.0

usb 2.0 vs 3.0

Sin embargo, igual que resaltamos que es el estándar más popular, hay que hacer hincapié en que la existencia de opciones mejores provoca que el USB 2.0 no esté exento de problemas. A medida que se han ido lanzando mejoras, las capacidades de esta opción han quedado obsoletas. Por ello, por ejemplo, los dispositivos que utilizan USB 2.0 pueden sufrir el temido cuello de botella que afecta a algunos aparatos tecnológicos.

En el caso de los pendrives con conector USB 2.0, por ejemplo, esto puede suceder cuando se intenta transferir un archivo con un tamaño grande. Ya sea para cargarlo a la memoria o para descargarlo a un ordenador, si este cuenta con varios GB de peso lo más seguro es que se experimente cierta lentitud. Y esta situación, muy común con las películas en calidad 4K, empañan la experiencia de los usuarios.

Otro de los principales problemas (y una gran explicación a por qué no usar el USB 2.0) es, valga la redundancia, la existencia de opciones mejores en el mercado. El paso de los años ha provocado que, aún siendo la vertiente más estandarizada, palidezca ante las ventajas del USB 3.2 o el USB 4.0. Por ello, la mayoría de usuarios que prueban las bondades de estos últimos, rara vez vuelven a optar por recular y volver a las características del USB 2.0.

Ventajas frente al USB 3.0 y el USB 4.0

En esencia, como sucede en otros campos, la principal ventaja del USB 2.0 frente al USB 3.0 e incluso el USB 4.0 es el precio de los dispositivos que utilizan esta opción. Así, de la misma forma que ocurre con los mejores portátiles por menos de 200 euros, muchos usuarios toman decisiones pensando en su bolsillo. Y, por este mismo asunto, el USB 2.0 se sigue manteniendo como la vertiente más popular más de una década después.

Sin embargo, resulta llamativo que, aunque multitud de pendrive con USB 2.0 no son mucho más baratos que opciones similares con USB 3.0 y sus sucesores, los primeros sigan siendo los más populares. En nuestra recopilación de las mejores memorias USB os hablamos de las bondades de la tercera y cuarta generación; y, pese a ello, el USB 2.0 sigue alzándose como el preferido de los usuarios.

Tipos de conectores USB

usb 2.0

De la misma forma que incidimos en las generaciones del USB, también es importante conocer los tipos de conectores que hay. En la actualidad, los más populares son el tipo A y el tipo C. El primero, lo es por su uso en dispositivos de todo tipo desde hace varias décadas; el segundo, por ser el sucesor del Micro USB (sucesor, a su vez, del Mini USB) y por implementarse en, por ejemplo, los smartphones. 

El tipo B, no tan popular como el tipo A o el tipo C, es el que se suele utilizar con dispositivos como escáneres o impresoras. Como curiosidad, si cuenta con una pestaña azul en su interior, se trata de un USB tipo B 3.0, ya que aquellos modelos sin estas características son, por norma general, USB tipo B 2.0 (y, en contadas excepciones, 1.0).

Componentes con USB 2.0

Cuando pensamos en por qué usar el USB 2.0, la mayoría de los usuarios imaginan en su cabeza el clásico cable USB 2.0. Estos, con combinaciones de todo tipo, permiten exprimir las funcionalidades de determinados equipos en base a las prestaciones de los cables. Por ello, como puedes ver en nuestro catálogo de cables USB 2.0, se puede resumir la existencia de estos elementos con una frase del refranero español: “para gustos, colores”.

A su vez, otros usuarios tendrán en su cabeza la imagen de un pendrive USB 2.0. En la actualidad, la mayoría de compañías optan por lanzar pendrive y memorias USB que adoptan las virtudes de la conexión 3.0 (o superiores). No obstante, hasta hace algunos años, aún era muy común toparse con unidades que aprovechaban las características del USB 2.0, razón por la que todavía es posible adquirir estos dispositivos.

Como no podía ser de otra forma, también es necesario mencionar la existencia del HUB USB 2.0. Este aparato, en esencia, es un dispositivo con un cable USB 2.0 que, conectado a una torre, a un televisor o a cualquier otro aparato con conector USB, permite al usuario ampliar la capacidad de los puertos USB. De esta forma, pueden transformar un único puerto USB en dos, tres, cuatro o todos aquellos que permita el HUB USB.

En la actualidad, muchos usuarios optan por usar los HUB USB 2.0 para garantizar el acceso a más puertos USB en su equipo. Con estos, ahorran espacio en la composición de su PC Gaming y optan por un periférico externo que, por norma general, es bastante económico y se adapta a sus posibilidades. Y, a grandes rasgos, también es eficiente al exprimir al máximo las virtudes del USB 2.0.

De esta forma, este es un pequeño repaso a la historia del USB 2.0, de los dispositivos que lo utilizan y de cómo, pese a la existencia de versiones mejoradas, los usuarios siguen optando por las bondades de la segunda generación. 

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