Así funciona una refrigeración líquida
La refrigeración líquida mantiene los componentes del ordenador a una temperatura estable gracias a un circuito de tubos por cuyo interior circula líquido, generalmente agua. Te contamos como funciona, sus pros y sus contras.
Encender un ordenador sin disipador de CPU es como activar un detonador. Puede que llegue a mostrar pantalla, pero, en pocos segundos, cambiará a negro absoluto. Después de eso, el procesador - achicharrado- igual no quiere saber nada más de ti. Por si las moscas, no trates de hacer este experimento en casa. Lo fundamental es que sepas que la refrigeración líquida, al igual que una por aire, cumple una misión clave en cualquier PC: evitar que un exceso de grados provoque daños críticos en las piezas.
Entonces, ¿cuál es la mejor opción en cada caso? ¿Qué ventajas y desventajas hay que tener en cuenta? Veamos, antes de entrar a valorar, las principales características de cada sistema y cómo ambos – a su manera - ayudan a minimizar el riesgo de avería por sobrecalentamiento. Conociendo lo que aportan los kits compactos y cómo funcionan las configuraciones de refrigeración custom podrás elegir con criterio sabiendo qué es lo que más te conviene.
Refrigeración Líquida
Refrigeración pasiva y activa
A la hora de enfriar piezas de ordenador, hay diversos tipos de refrigeración. Todo depende de las características del equipo y del uso que quieras darle a tu torre o portátil. La refrigeración pasiva tradicional es la forma más básica de refrescar componentes electrónicos. Se consigue a través de una parte metálica con aletas de aluminio o cobre que dispersan el calor de un modo simple, económico y duradero.
Sin embargo, este mecanismo no puede ganarle el pulso a las altas temperaturas que alcanzan las CPUs y GPUs más potentes. Para conseguir una mayor eficiencia se inventó la refrigeración activa, que suma ventiladores de apoyo o un disipador líquido con ventilación. De este modo, el modelo inicial ha quedado relegado a elementos de menor carga térmica como chipsets, VRMs o gráficas de bajo rendimiento. En la práctica, la refrigeración pasiva y activa conviven integradas en distintos componentes de un mismo equipo.
Cómo funciona la refrigeración líquida
Como explicamos en el videotutorial, un sistema de refrigeración para PC por líquido se compone de un bloque o placa de agua colocado sobre la CPU, una bomba para impulsar el fluido, un radiador para enfriarlo, un circuito de tubos rígidos o flexibles y un ventilador, si se trata de una modalidad activa (hay una variante pasiva que no lleva ni ventilador ni bomba, destinada a quienes quieren minimizar el ruido a toda costa).
Además, para conseguir un equilibrio de temperatura entre los componentes del ordenador y el entorno, la refrigeración líquida en la CPU se basa en dos principios básicos de la termodinámica: el mecanismo de convección y el de conducción. Es así como el líquido absorbe el calor del bloque del procesador, para volverse a enfriar cuando pasa por el radiador ventilado. Se inicia de este modo un bucle que permite que podamos jugar o trabajar en el ordenador horas y horas sin problemas de termómetro.
Pros y contras de la refrigeración líquida
Aunque instalar una refrigeración líquida para la GPU y el procesador es una solución más compleja, se obtiene en contrapartida más silencio y eficiencia. Por un lado, ya no hace falta el ventilador del procesador – solo se mantiene el del radiador -, por lo que se elimina una de las piezas que más se hacen oír. También se controla mejor la temperatura. Esto es importante cuando el PC está sometido a mucho esfuerzo, hay un ambiente caluroso o se dan ambas circunstancias; por ejemplo, si te pones a renderizar modelos 3D a 35º en pleno verano en Sevilla.
Te ahorras también el polvo acumulado en las aspas y en el eje del ventilador sobrante, si bien deberás revisar de forma periódica que no haya fugas y asegurarte de que la disolución empleada es eficaz contra las algas y la corrosión. Además, al haber más componentes, la refrigeración líquida para un PC gamer necesita de un espacio mayor y resulta un poco más cara que un sistema de enfriamiento por aire.
Pese a ello, los pros suelen ganar a los contras cuando lo que pretendes es sacarle el máximo partido a un equipo. De hecho, si quieres que rinda hasta el extremo aumentado el número de operaciones por segundo mediante overclocking necesitarás ir todavía un paso más allá. Es aquí donde los paquetes personalizados de los que hablamos en el vídeo cobran mucho sentido.
Por qué tener un sistema de refrigeración líquida custom
Con los sistemas de refrigeración líquida, hay dos opciones. La primera es optar por un kit AIO “todo en uno”, más fácil de instalar, compacto y económico, pero más limitado de cara a futuras ampliaciones. Otra posibilidad son los combos modding 100% modulares, que incluso permiten expandir el circuito para llegar a la tarjeta gráfica o al chipset.
Por eso, muchos consideran que la custom es la mejor refrigeración líquida que existe. Sobre todo, si juegas y no quieres que tu PC se sature por exceso de temperatura en el momento en el que llegas a un final de fase. Además de una mayor capacidad de enfriamiento, estas soluciones más avanzadas suelen incorporar sistemas de iluminación LED RGB muy chulos. Así, podrás lucir tu súper equipo para gaming como se merece: convertido en algo único y hecho a medida, que dará lo mejor de sí cuando más lo necesites.