Todas las ruletas y botones que tienen las cámaras reflex en un móvil se concentran en opciones que probablemente no hayas visto nunca en el tuyo. ¿Por qué? Porque los fabricantes o los sistemas operativos y aplicaciones quieren ponernos fácil el manejo, y por eso lo primero que vemos al abrir la cámara es un modo de apuntar y disparar, seguido de otros modos con preajustes como el modo retrato. Arrinconado o en botones repartidos por las pantallas es donde están los ajustes profesionales, que pueden ser útiles en muchas circunstancias.
Qué es el modo PRO de la cámara de tu smartphone
Habitualmente, cuando hacemos una foto con el móvil de lo único que nos preocupamos es de apuntar. Aunque no nos demos cuenta, por detrás el software del smartphone está realizando ajustes para que la foto salga lo mejor posible, teniendo en cuenta por ejemplo la luminosidad. Eso sí, no siempre los resultados del modo automático son los mejores, depende mucho tanto de la cámara en sí como del software que hay detrás de ella, y ahí es donde puede entrar el modo Pro al rescate.
El modo Pro de cualquier móvil da acceso a ajustar manualmente todos esos parámetros que el modo automático selecciona por nosotros si no tocamos nada. Con el modo manual o Pro, porque en algunos móviles se llama manual, podemos ajustar la sensibilidad ISO, la velocidad obturación, el balance de blancos o incluso el formato de salida de la foto que conseguiremos. Puede sonar a chino si no conocemos en qué consiste cada uno de esos parámetros, pero si los comprendes y aprendes a ajustar puedes mejorar esas fotos oscuras o en las que no logras captar lo que buscabas. Los móviles con mejor cámara tienen este modo muy avanzado.
Tus fotos pueden dar un salto tremendo de calidad si ajustas los distintos parámetros manualmente
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Cómo usar el modo PRO de la cámara de tu móvil
Todos los ajustes de los que vamos a hablar a continuación se ubican habitualmente en los submenús de la propia aplicación de la cámara del móvil, aunque al final de este artículo te recomendaremos una serie de aplicaciones para tenerlos más a mano. En algunos casos los ajustes están tras unos iconos en la parte superior o inferior, mientras que en otros tendrás que deslizar entre las distintas opciones que te da la aplicación para llegar el modo Pro o Manual.
ISO, ajustando la luminosidad
Uno de los primeros ajustes del modo Pro de tu móvil que deberías aprender a manejar, porque enseguida vas a percibir las ventajas que aporta, es la sensibilidad ISO. Si tienes unos años ya, recordarás que los carretes de fotos tenían un ISO específico, pero por suerte en el móvil no estás atado a una ISO concreta, lo puedes ajustar en cada foto. Pero, ¿qué es la sensibilidad ISO?
La sensibilidad ISO, junto con la exposición, te permite ajustar la cantidad de luz que capta la cámara, de modo que puedes cambiarla para aumentar o disminuir la luz captada, cambiando por completo el aspecto de la foto antes de disparar. La mayoría de los móviles permiten cambiar la sensibilidad ISO mediante una ruleta, o lista de opciones, que al moverla nos va enseñando en tiempo real el efecto de cambiar el ISO.
El efecto de subir la sensibilidad ISO es que tendrás una foto con más luz, mientras que si tienes un exceso de luz, o quieres jugar con ella, solo tienes que bajarla. Esto te puede ayudar a mejorar esas fotos en las que falta luz porque el día está nublado pero ojo con abusar de este ajuste, porque si abusas de subir la sensibilidad ISO puedes acabar teniendo una foto con ruido visible.
En este punto hay que mencionar que la luminosidad capaz de captar un móvil depende también de la apertura de sus lentes, esas famosas f/2.2 o con otros números que puedes ver en cualquier tabla de especificaciones. A menor número, mayor será la apertura y más luz será captar el móvil, y como es algo que no se puede cambiar, si te preocupa la luminosidad de tus fotos, hazte con un móvil con la mayor apertura posible. Pocos, muy pocos móviles, tienen una apertura variable y en ellos desde el modo Pro se puede jugar con ella.
Balance de blancos, para obtener colores reales
El inconveniente de algunas cámaras, sean de móviles o de otros aparatos, es que tienden a no representar del todo bien los colores, distorsionando la realidad. Esto es habitual por ejemplo en días de mucho sol, cuando las fotos pueden tender a tener un tono general naranja, o en interiores con luz artificial, donde el color de la luz de las bombillas mandan sobre el tono.
El balance de blancos de la cámara es tu aliado en este caso. Aunque los móviles y aplicaciones se encargan de cambiar este ajuste automáticamente, los resultados no siempre son los mejores y ahí entra el modo Pro, desde el que podemos hacer pruebas, cambiando el balance de blancos en busca de la mejor representación de la realidad. El truco aquí es apuntar a una pared, folio o cualquier superficie de color uniforme e ir cambiando el balance de blancos hasta conseguir un color real.
El enfoque manual lo puede cambiar todo
En el modo Pro hay muchos parámetros más o menos difíciles de comprender o ajustar, pero hay uno tremendamente fácil de manejar y que puede cambiar por completo el resultado que se consigue al disparar. Se trata del enfoque, siempre configurado de por sí en automático, pero que puedes cambiar generalmente con un simple toque en la pantalla, incluso sin pasar al modo Pro.
Las cámaras de los móviles tienden a enfocar al objeto más cercano o a las personas, pero si ese no es tu deseo, basta con que pinches sobre el objeto o persona que realmente quieres enfocar para que la cámara lo ajuste. Con ese simple toque puedes cambiar por completo tus fotos, jugando a enfocar distintos planos, algo que puede quedar muy resultón si tienes objetos o personas a distintas distancias de la cámara.
Velocidad de obturación
La velocidad de obturación de uno de esos parámetros que cualquier que haya jugado con el modo manual de una cámara reflex sabe la importancia que tiene. Este parámetro define el tiempo que se va a tomar la cámara en conseguir la foto desde que pulsamos el botón para ello. Y aunque pueda parecer que esto no tiene mucha influencia en el resultado, lo cierto es que hay situaciones en las que ajustar la velocidad de obturación es básico.
Por ejemplo, si queremos sacar una foto en una competición deportiva tipo carrera de atletismo o cualquier deporte de motor, nos conviene ajustar al mínimo posible la velocidad de obturación si queremos que la persona o el coche no salga con estela. En cambio, si quieres ponerte artístico, siempre puedes bajar la velocidad, aunque puede que ni se llegue a ver al atleta. De todos modos, muchos móviles o aplicaciones tienen modos de deporte o similares, que ajustan automáticamente la velocidad de obturación y otros parámetros.
Otros ajustes y aplicaciones para exprimir tu móvil
Los anteriores parámetros son los que más influyen en la calidad de las fotos que consigues con tu móvil, pero hay más parámetros y opciones, como la exposición o la relación de aspecto. Además, hay algo muy básico si después de capturar tus fotos quieres retocarlas mediante ordenador: el formato. Si te gusta la edición, cambia el formato desde los ajustes de la cámara para que tus fotos se guarden en formato RAW, que guarda mucha más información que el clásico JPG o el formato HEIC que usan por defecto los iPhones, más liviano pero con menos información.
Además, dependiendo de tu móvil o del software que lo acompañe, el modo Pro será más fácil o difícil de acceder y podrás ajustar más o menos parámetros. Pero siempre hay alternativas, en forma de aplicaciones de cámara que te facilitan la labor de ajustar todos los parámetros a tu gusto o si no quieres complicarte, con más tipos de escenas para que solo tengas que elegir la adecuada para cada situación. Si tienes un Android, puedes optar por Open Camera o Footej Camera 2, mientras que si tienes un iPhone puedes recurrir a ProCamera o Manual RAW Camera, ambas de pago.