¿Alguna vez te has preguntado qué son los FPS o cómo afectan tu experiencia de juego? Si eres gamer de corazón, es muy probable que te hayas topado con este término mientras leías sobre tarjetas gráficas, pantallas o videojuegos. En este artículo, no solo te explicamos qué son, sino también los mitos que hay acerca de ellos, las diferencias en consola y PC incluso la relación que tienen con los hercios.
¿Qué son los FPS?
Los FPS, o "fotogramas/cuadros por segundo", indican la cantidad de imágenes que se muestran en la pantalla durante un segundo. Cuanto más alto sea este número, más suave y realista será la experiencia de juego para el usuario. En gaming también se utilizan las siglas FPS para mencionar a los videojuegos First Person Shooter. En ese artículo, explicamos la primera acepción. Si quieres conocer más acerca de los videojuegos FPS, consulta la siguiente guía:
Cuando ves un vídeo, lo que estás observando realmente es una sucesión de fotogramas reproduciéndose a gran velocidad para crear una ilusión de movimiento. Cada fotograma es una imagen estática que se muestra en rápida sucesión, lo que permite al ojo humano percibirlo como una imagen en movimiento continuo. La velocidad a la que se presentan estos fotogramas se conoce como FPS o "Fotogramas por segundo"
Nuestro cerebro tiene la capacidad de procesar entre 10 y 12 imágenes por segundo y seguir percibiéndolas individualmente. Sin embargo, a partir de los 12 FPS, el ojo humano comienza a ver la secuencia de fotogramas como una imagen en movimiento. Es importante destacar que el umbral de percepción visual puede variar de una persona a otra, lo que significa que pueden tener una percepción diferente en comparación con el promedio general.
La cantidad de FPS en un juego importa y mucho. A medida que aumenta la cantidad, la fluidez y precisión de los movimientos en pantalla también lo hacen ofreciendo así una mejor calidad visual en movimiento. Sin embargo, en momentos concretos donde hay muchos elementos en movimiento en la pantalla, incluso con un alto framerate, los FPS pueden disminuir de manera repentina, generando una sensación de mayor lentitud o tirones.
Los FPS son cruciales en videojuegos como shooters y juegos online, ya que una cantidad constante y alta de estos garantizan una experiencia fluida y casi en tiempo real. Por otro lado, si los FPS caen de golpe, lo que llamamos una caída de FPS, se reduce la información visual en pantalla y pueden aparecer tirones, lo que puede marcar la diferencia entre ganar o perder en juegos como Fortnite o Valorant, donde la rapidez de reacción es fundamental. Cuantos más FPS haya, tendremos mayor fluidez y más tiempo para reaccionar.
La relación entre los FPS y los Hz
Es importante tener en cuenta que los FPS y la frecuencia de refresco no son lo mismo. La frecuencia de refresco se mide en hercios y se refiere a la cantidad de veces que se actualiza por segundo la pantalla. Una de 60hz, por ejemplo, mostrará hasta 60 fotogramas por segundo mientras que una de 120hz podrá mostrar hasta 120 fps.
También hay que fijarse en que la frecuencia de refresco de la pantalla esté sincronizada con los fps del juego. Lo ideal sería que si estás jugando a 144fps, tu monitor tenga una frecuencia de refresco de 144hz para que la imagen sea más fluida y que tu experiencia en partida sea más agradable.
Los FPS en consolas y en PC
Si pensabas que una consola podría llegar a manejar el mismo número de FPS que un PC déjame decirte que esto no es del todo cierto. Las consolas al tener normalmente una configuración de hardware fija, el número de FPS que pueden llegar a generar puede estar limitado.
Aquí el PC suma puntos ya que este consigue ofrecer una flexibilidad superior en hardware y configuración lo que permite un mayor número de fotogramas por segundo y así influir en la experiencia de juego y en las preferencias de los jugadores.
¿Qué es el VSync y qué relación tiene con los FPS?
El VSync (Vertical Synchronization) es una tecnología utilizada en juegos y tarjetas gráficas para sincronizar el número de fotogramas por segundo con la frecuencia de refresco de la pantalla. Su objetivo principal es evitar los desgarros de pantalla y mejorar la calidad visual.
Al habilitar esta función, el número de FPS se limita a la velocidad de refresco de la pantalla, lo que proporciona una experiencia más suave y sin desgarros.
Los mitos sobre los FPS
La verdad es que hay muchas dudas sobre este tema así que te resolveremos los más clásicos para que la próxima vez que escuches uno de estos mitos, sepas separarlo de la realidad.
1. “El ojo humano solo ve a “12” FPS así que no merece la pena gastar más para tener más FPS”
Bien pues creo que cualquiera que haya comparado la diferencia entre jugar a 30 fps y 60 fps puede dar fe de que este es un absurdo mito.
Esta confusión surgió a raíz de algo que sí es verdadero y comentaba antes: los ojos humanos perciben movimiento fluido A PARTIR de los 10 o 12 fps.
La percepción de la diferencia de FPS se basa en la sensación de fluidez que experimentamos al observar una proyección. Aunque no percibimos directamente los FPS, podemos notar la sensación de fluidez que un framerate más alto produce. Se dice que el ojo humano puede detectar diferencias en el framerate, es decir, la sensación de fluidez, hasta más de 200 FPS, aunque a velocidades tan altas es más difícil notar la diferencia.
2. “Lo único que necesitas para tener muchos FPS es una buena gráfica”
De nada te sirve una buena gráfica sin un buen procesador, una pantalla con buenos hercios, un cable displayport o HDMI 2.0 o configurar tu resolución y refresh rate.
3. “Limitar los FPS solo hace que te vaya menos fluido el juego”
Sí, limitar los FPS te puede beneficiar por varias razones:
- Estabilidad: Limitar los FPS puede ayudar a mantener una experiencia de juego más estable. Esto evita la ya mencionada caída de FPS, donde pueden aparecer tirones.
- Menor consumo de recursos: Al limitar los FPS, tu hardware no necesita trabajar al máximo rendimiento todo el tiempo. Esto puede reducir la temperatura de tu CPU y GPU, lo que es especialmente útil en sesiones de juego prolongadas y puede prolongar la vida útil de tus componentes.
- Reducción de tearing: Limitar los FPS también puede ayudar a reducir el fenómeno conocido como "tearing" o desgarro de pantalla, que ocurre cuando la GPU genera más cuadros de los que el monitor puede mostrar. Esto puede dar como resultado la división de la imagen en la pantalla, y limitar los FPS puede prevenir o minimizar este problema.
- Control de consumo energético: En portátiles y sistemas con batería, limitar los FPS puede prolongar la duración de la batería al reducir la carga en la GPU y la CPU.
- Consistencia en la experiencia de juego: Al limitar los FPS a un nivel que tu monitor puede manejar, puedes experimentar una jugabilidad más constante y predecible, lo que puede ser beneficioso en juegos competitivos como CS:GO, donde cada milisegundo cuenta
Sin embargo, es importante encontrar un equilibrio. Limitar los FPS demasiado bajo puede hacer que el juego se vea menos fluido. Por lo tanto, es recomendable ajustar la limitación de FPS de acuerdo con la capacidad de tu hardware y las preferencias personales para lograr la mejor experiencia de juego posible.