Arranque Dual: Qué es, cómo y por qué ejecutarlo
El arranque dual o multiarranque es vital para cuando instalamos dos o más S.O en el equipo. Por tanto, explicamos qué es el dual boot y por qué ejecutarlo.

El dual boot es esencial para quienes trabajan con más de un sistema operativo, y lo estamos viendo mucho desde la salida de Windows 11. Muchos usuarios quieren tener su S.O principal, como su otro S.O secundario para labores distintas. Explicamos qué es el arranque dual y cómo ejecutarlo.
Qué es el arranque dual y cuantos tipos puede haber
No hay ningún límite para instalar sistemas operativos dentro de un equipo, pero muchos suelen tener 2 S.O instalados en el equipo. De esta manera, nace el concepto dual boot o arranque dual, que es un pequeño menú previo al inicio de sesión en el que podemos elegir qué sistema operativo queremos usar.
Los sistemas operativos disponibles pueden estar almacenados en el mismo disco duro a través de distintas particiones o en discos duros distintos. Cuando los SSD eran más caros, veíamos HDD de gran capacidad (+1 TB) con diversas particiones, las cuales daban vida a los dual boot.
Ahora, es mucho más accesible comprar un SSD de más de 120 GB, por lo que no existe esta complicación: tenemos el SSD para el S.O y otro HDD para almacenar información a modo de respaldo.
Y es que son muchas las combinaciones que podemos hacer en este sentido:
- Windows y Linux.
- Windows y otra versión Windows.
- Dos distribuciones Linux.
- Windows y MacOS.
- MacOS y Linux.
Los arranques duales entre MacOS y Windows o MacOS y Linux se suelen ver en productos Apple, ya que instalar este sistema operativo en un PC cualquiera es tremendamente complicado. Exige reunir componentes que sean altamente compatibles con el soporte actual de Apple, y eso deja fuera a AMD, por ejemplo.
Sin embargo, nada impide que podamos disfrutar de Linux, Windows y MacOS en el mismo equipo: el único límite está en los componentes (en el caso de MacOS) y en el espacio de almacenamiento de nuestro PC.
Cómo funciona
En el caso de Windows es muy fácil: podemos tener Windows 11 instalado en una unidad y Windows 10 en otra unidad. Cuando encendamos el PC, pasará la pantalla del fabricante de la placa o PC y automáticamente nos saldrá el arranque dual que nos permitirá elegir entre Windows 10 u 11.
La cosa se complica cuando instalamos MacOS o Linux en otras unidades o, incluso, en la misma unidad, pero en distintas particiones. Aquí, podemos hacer 2 cosas:
- Establecer la prioridad de arranque en un disco duro concreto. Dicho de otro modo, configuraremos la BIOS para poner primero el disco duro en el que está instalado el S.O que más utilizamos. Si queremos utilizar el otro S.O, tendremos que cambiar la prioridad de arranque, poniendo en 1º lugar el otro disco duro.
- Instalar un dual boot. Se trata de una herramienta con una pequeña interfaz que hará de enlace entre los 2 sistemas operativos para permitirnos elegir uno u otro, sin tener que cambiar la prioridad de arranque.
- En el caso de productos Apple en los que se instale Windows, se suele usar Boot Camp, que es una herramienta ya instalada en los Mac.
- En el caso de que instalemos Linux en un equipo con Windows, tendremos el Windows Boot Manager para poder elegir entre sistemas operativos.
En el caso de Windows o MacOS no necesitaremos instalar un dual boot específico, aunque igualmente podremos. Estas herramientas han pasado un poco a la historia, pero siguen estando disponibles para quienes les gusta hacer las cosas a la antigua usanza e instalar un arranque dual entre Windows y Ubuntu. Ejemplos como Grub2Win, Clover EFI bootloader o rEFInd son gratuitos y funcionan perfectamente.
Configurar arranque dual
Llegamos al momento en el que muchos os preguntáis cómo configurar un arranque dual, así que, vamos a contemplar las 2 formas que existen.
Crear una nueva partición
Si no tienes otra unidad en la que instalar un sistema operativo, la alternativa es crear una partición dentro de la unidad que ya tienes. Una partición es como cortar un trozo de la tarta, solo que se hará sobre el espacio libre: nunca se hará una partición de espacio ocupado.
Es decir, si tenemos 120 GB y tenemos 60 GB ocupados, la partición máxima que podremos hacer es de unos 60 GB (algo menos). A la hora de hacer una partición, tenéis que tener en cuenta qué sistema operativo vais a instalar porque Windows 10 requiere unos 25 GB y que el disco seleccionado tenga una tabla de partición GPT.
Puede que tengas una tabla de partición MBR, y para pasarla a GPT hay que hacer lo siguiente (independientemente de que sea partición o una unidad):
- Esto borrará los datos de la unidad objetivo.
- Abrimos menú inicio y escribimos cmdpara abrir el símbolo de sistema.
- Escribid “diskpart” sin comillas y dadle a intro.
- Se abrirá un nuevo símbolo de sistema DISKPART, así que escribimos “list disk” sin comillas.
- Nos saldrá una tabla con las unidades del equipo, su estado, tamaño, espacio libre y tendrán un asteriscosi son GPT. Si no lo son, no tendrán asterisco, así que hay que cambiarlo.
- Seleccionaremos la unidad en la que queremos instalar el S.O y no tenga GPT, por lo que escribimos “select disk 0” (si es el disco 0 que aparece en la tabla, si no el disco que sea). Nos dirá que hemos seleccionado el disco.
- Llegamos a este punto, lo recomendable sería introducir el comando “clean” para luego introducir “convert gpt”. Dicho esto, podéis insertar “convert gpt” después de tener el disco seleccionado.
Deciros que con macOS el proceso de adecuación de la partición es más complejo. Con la partición creada, proceded a instalar el sistema operativo en ésta. Luego, se generará un dual boot por vuestra placa base para que podáis elegir el sistema operativo que queráis.
Con 2 unidades
El arranque dual cobra sentido por tener 2 sistemas operativos instalados, pero en este caso nos referimos a cuando los tenemos en 2 unidades distintas. Este es el proceso más sencillo, ya que simplemente tenemos que elegir la unidad que queremos a la hora de instalar el S.O.
Eso sí, la unidad debe estar formateada y lista para instalarse todo de 0, lo que implica que tenga un sistema de archivos determinado (NTFS en Windows o APFS en Apple), como la tabla de particiones anteriormente mencionada.
Para quienes uséis macOS y queráis instalar Windows, tendréis que hacer uso de Boot Camp (Cmd + espacio + escribir Boot Camp). Necesitaréis una ISO de Windows y un USB de 8 GB como mínimo, luego el asistente os lo hará sencillo. Podéis hacer una partición desde OS X a Windows o usar otra unidad que no tenga nada instalado.