¿Qué es una freidora de aire o sin aceite?
Las freidoras de aire o sin aceite se han convertido en un electrodoméstico imprescindible para muchos usuarios. Te permite preparar alimentos con un toque crujiente. Dispone en su interior de un motor que genera aire caliente. Se completa con una resistencia superior para dorar los alimentos. Solo tienes que poner lo que quieras en su cajón inferior. Selecciona la temperatura y el tiempo y espera a que termine el proceso.
Te aconsejamos que muevas los alimentos con cuidado para que queden dorados de forma homogénea. No vamos a engañarte, para algunas opciones necesitarás unas gotas de aceite. La fritura tradicional supone que cada alimento absorba hasta un 10 % de aceite. Esta freidora te permite bajar el nivel de grasa en cada preparación.
Principales características de una freidora sin aceite
Todas comparten un diseño externo muy similar. Su forma suele ser circular. En la parte inferior hay un cajón, que es el lugar donde debes colocar lo que vayas a cocinar. En la superior encontrarás el selector de temperatura y, en algunas opciones, la apertura por la que has de introducir los alimentos. Aparte de estas características comunes, has de revisar la ficha técnica de cada producto. Céntrate en los factores que explicamos a continuación para que puedas comprar la mejor freidora sin aceite.
Capacidad
Las encontrarás de distintas capacidades. Puedes elegir en una horquilla que va de los 1,2 a los 40 litros de un horno/freidora de sobremesa. Para que te hagas una idea, un producto de 1,5 litros de capacidad te permite cocinar hasta 400 gramos de patatas en cada uso.
Potencia
Este aspecto va en consonancia con la capacidad. La estándar de 1,5 litros suele tener una potencia de 900 vatios. Las de más de cuatro litros superan los 1000 vatios. Por su parte, los modelos que también funcionan como horno pasan de los 2000 vatios.
Materiales
La mayoría de modelos combinan distintos materiales, aunque el acero inoxidable y el plástico de alta resistencia suelen ser los protagonistas. Los cestillos se fabrican con un material antiadherente para facilitar la cocción y el manejo de los alimentos. No olvides que resulta adecuado elegir una referencia que:
- Tenga tacto frío para evitar quemaduras.
- Se pueda limpiar correctamente con el mínimo esfuerzo.
- Permita que el panel de control sea nítido para seleccionar la alternativa que prefieras.
- Se adapte al uso que vayas a darle.
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Apertura: de cajón o superior
Es cuestión de gustos, pero cada tipo tiene sus ventajas. Te las contamos en el siguiente listado:
- Las de cajón inferior son mucho más prácticas. Puedes abrirlo cuando quieras y controlar mejor el punto exacto de cocción. A la hora de servir el plato, te permite volcar el cajón directamente, por lo que ganarás un tiempo precioso. Además, según el modelo elegido, puedes meter el cajón en el lavavajillas para dejarlo en perfecto estado.
- Las de apertura superior tienen el mismo funcionamiento. Pueden ser más adecuadas para cocinar los alimentos de manera homogénea. El espacio de cocción es mayor y se evita que amontones los alimentos en un cajón, por lo general, más estrecho. Tendrás que servir con una espumadera, pero tampoco es que suponga un gran esfuerzo. La limpieza es algo más complicada, por lo que es mejor escoger un producto que incluya un cestillo desmontable.
¿Merece la pena comprar una freidora de aire?
Todo dependerá de la cantidad de alimentos fritos que consumas normalmente. Si lo que quieres es reducir las calorías, puede ser una opción ideal. En la actualidad, los precios son bastante económicos.
No podemos obviar el hecho de que la mayoría de productos para freír, principalmente los procesados, no son nada saludables. Por lo tanto, si vas a darle un uso ocasional y quieres probar nuevas texturas, es una alternativa bastante recomendable. Si los fritos no son lo tuyo, quizás necesites elegir otros modelos.
¿El resultado es igual al de una freidora convencional?
Freír es sumergir en aceite caliente un alimento. En este caso, lo que hace este producto es calentarlo con aire y dorarlo, por lo que no puedes esperar el mismo resultado, pero con algunos modelos y para ciertas elaboraciones, obtendrás un resultado muy aproximado. Algunos fabricantes recomiendan el uso de un poco de aceite para humedecer ligeramente los alimentos y conseguir así una textura lo más similar posible a la que estás acostumbrado.
Debes tener algo de paciencia al principio hasta que descubras el mejor sistema para cada alimento. En tan solo unas semanas, podrás saber cuál es la temperatura más recomendable en cada caso. Es cuestión de acostumbrarse a nuevas formas de comer croquetas, patatas fritas o lo que prefieras.
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