
La placa base es un elemento indispensable en cualquier ordenador, el motivo es que a esta placa, que también se le conoce con el nombre de placa madre, se conectan el resto de componentes que forman parte del ordenador. Sin la placa base, el ordenador no podría funcionar correctamente porque muchas de sus partes quedarían desconectadas y desunidas.
Por otro lado, Windows 11 es una versión actualizada del propio sistema operativo Windows que está operativa desde hace menos de un año. Windows 11 destaca por aspectos como la creación de un espacio de trabajo sencillo, personalizado y seguro. Su diseño busca que el usuario sea más creativo y eficiente en su actividad.

Uno de los inconvenientes del lanzamiento de esta nueva versión de Windows es que es necesario que la placa base del PC tenga un módulo TPM 2.0 instalado. Por suerte, es posible encontrar placas bases que cuenten con este módulo en caso de que la placa base del PC no lo tenga incorporado.
¿Cuáles son las placas base compatibles con Windows 11?
La llegada de Windows 11 ha traído consigo varios cambios y uno de ellos es convertir al módulo TPM 2.0 en un elemento fundamental que sirva para reforzar la seguridad. Sin tener ese módulo no será posible instalar esta nueva versión de Windows.
Una característica que tienen todas las placas base compatibles con Windows 11 y que ya cuentan con el módulo TPM 2.0, es que incorporan unos chipsets muy concretos que, a su vez, están relacionados con el procesador del ordenador, y no todos los procesadores son compatibles con esta nueva versión de Windows.
Estas son placas bases compatibles con Windows 11 y en este caso, se corresponden a dos procesadores muy concretos, Intel y AMD.
Placas base de Intel compatibles con Windows 11
Las placas base de Intel compatibles con Windows 11 dependen de la versión de este procesador que tenga el usuario. Si se cuentan con una versión básica de Intel como los Intel Atom, los modelos de placas bases compatibles con Windows 11 son x6200FE, x6211E, x6212RE, x6413E, x6414RE, x6425E, x6425RE, x6427FE.
Por otro lado, si se tiene un procesador Intel Celeron se podrá instalar Windows 11, pero para ello es necesario contar con los siguientes modelos de placa: G4900, G4900GT, G4920, G4930, G4930E, G4930T, G4932E, G4950, J4005, J4105, J4115, N4000, N4100, 3867U, 4205U, 4305U, 4305UE, J4025, J4125, N4020, N4120, 5205U, 5305U, G5900, G5900E, G5900T, G5900TE, G5905, G5905T, G5920, G5925, J6412, J6413, N6210, N6211, N4500, N4505, N5100, N5105, 6305 y 6305E. En caso de que no se tengan esos modelos, se pueden adquirir en el mercado.
Finalmente, si el PC tiene un procesador Intel Core de octava generación, se podrá instalar Windows 11. Para identificarlo hay que fijarse en el nombre que es el de Core iN-Mxxx. Mientras que la referencia a la CPU aparecerá identificada en un i3, un i5, un i7 o un i9. Por otro lado, la letra M debe tener el número 8 o una cifra más alta. Si se dan estas condiciones, el usuario tendrá una placa base integrada compatible con el módulo TPM 2.0 y, por lo tanto, podrá instalar Windows 11.
Placas base de AMD compatibles con Windows 11
Las placas base del procesador AMD que tienen incorporado el módulo TPM 2.0 necesario para que se pueda instalar Windows 11 son WRX80, TRX40, X570, B550, A520, X470, B450, X370, B350, y A320. Respecto al soporte de CPU, se puede emplear cualquier CPU de AMD que sea compatible con estos modelos de placas base.
Hay que tener en cuenta que en ocasiones la placa base del PC tiene incorporado este módulo y en caso de que sea así, se podría instalar la nueva versión de Windows sin necesidad de adquirir una nueva placa base, por eso es importante saber si las placas bases AMD que se tienen son compatibles con Windows 11.
Para averiguarlo, hay que pulsar la tecla del símbolo de Windows a la vez que se presiona la letra “R” en el teclado. Al dar este paso se abrirá el cuadro de ejecución en el que hay que escribir las palabras tpm.msc. A continuación, hay que pulsar sobre la tecla “intro”.
En caso de que la placa base tenga la versión TPM 2.0 instalada, aparecerá una ventana en la pantalla en la que se mostrarán diferentes especificaciones. Seguidamente, habrá que prestar atención al apartado “información del fabricante del TPM” y fijarse en “versión de la especificación”. Si en ese punto aparece el dato de 2.0, esa placa base será compatible con Windows 11.
Esta información también se puede averiguar consultando la UEFI o la BIO. Si al hacer esa consulta aparece un módulo TPM ya instalado en el sistema, se podrá activar desde ahí. Este paso es muy útil para aquellos usuarios que no usen el sistema operativo Windows y empleen algunos otros como las diferentes versiones de Linux.