
Hoy día trabajamos con tanta cantidad de información que las pantallas convencionales de nuestros monitores se nos han ido quedando pequeñas. Atrás han quedado los tiempos en los que todas las aplicaciones que utilizábamos se limitaban al navegador, al correo y a alguna herramienta de Office.
Actualemente, es habitual tener entre manos un navegador, varias herramientas de mensajería (Slack, Teams, Discord, Whatsapp, Skype), aplicaciones de ofimática (desde Word a Excel pasando por Powerpoint) e incluso los hay que necesitan alguna aplicación de retoque fotográfico para solventar algunas situaciones del día a día. Por no hablar de CRMs y otras herramientas de productividad.
En resumidas cuentas, nuestros monitores no dan abasto. La respuesta a este creciente flujo de información fue multiplicar por dos el número de pantallas en muchas mesas de trabajo hasta que la llegada de los paneles ultrawide ha permitido acabar con esa práctica y volver a tener una sola pantalla en nuestro escritorio. Antes de estudiarlos más a fondo, eso sí, vamos con la información básica sobre los paneles panorámicos.
¿Qué es un monitor ultrawide?
Por ultrawide entendemos un monitor cuya relación de aspecto se aleja de lo que había sido la convención hasta el momento, o sea, 16:9. Es una evolución al estilo de lo que supuso el formato 16:9 cuando este desplazó a las pantallas de 4:3, tanto en entornos informáticos como en los televisores caseros. Pero, a diferencia de las televisiones, los monitores ultrawide se han popularizado en el ámbito informático por motivos muy concretos, que repasaremos más adelante.
Es importante señalar que un monitor ultrawide es más grande que uno 16:9, ya que la relación de aspecto suele estar en 21:9 —también los hay 32:9, pero estos ya serían café para muy cafeteros—, pero ello no implica que tenga más píxeles. Al revés, lo habitual es que los monitores ultrawide no apuesten todavía por la resolución 4K habida cuenta del incremento de costes que implica montar un panel con esa densidad, así que lo habitual es encontrar paneles con resolución QHD. En este enlace puedes echar un vistazo a una extensa selección de monitores con una resolución 3440x1440 y cuyos precios (sin contar descuentos) están ligeramente por encima de los 300 euros.
Ojo, porque el hecho de contar con una resolución superior al Full HD, aunque por debajo del 4K, va a ejercer un peaje sobre tu ordenador. Así que si estás pensando dar el salto, cerciórate de que tu equipo puede mover esa resolución sin problema para no encontrarte con problemas de rendimiento una vez adquirida la pantalla.
Por último, no está de más hablar de la curvatura de la pantalla. A pesar de que las televisiones curvas parecen cosa del pasado, en este tipo de monitores están todavía en boga. El motivo es sencillo: su relación de aspecto hace que usar un panel curvado sea más cómodo ya que podemos abarcar toda la información con más facilidad.
La curvatura se mide con un número que hace referencia al radio, en milímetros, que se obtendría si se midiera la distancia desde el centro de un círculo hasta los bordes del monitor. Las más comunes son 1800R, 1500R e incluso 1000R. La regla es sencilla: cuánto menor sea el número, mayor será la curvatura. En la actualidad, las mayores curvaturas se utilizan sobre todo en entornos de videojuegos aunque tienen el inconveniente de ser más caras que las pantallas planas.
¿Para quién está recomendado un monitor ultrawide?
El entorno profesional es el que mejor sabe explotar un monitor ultrawide. Posiblemente la primera razón esté más ligada incluso a la salud que a la productividad. Tener un monitor en lugar de dos le dará un respiro a tus cervicales, ya que te ahorraras el tener que estar girando la cabeza cada vez que miras a una u otra pantalla. Y eso, a la larga, será un alivio para tus numerosas horas sentado frente al monitor.
Además de los beneficios para tu organismo, un monitor panorámico te ayuda a contar con toda la información con la que trabajas en un mismo espacio, aunque es posible que haya que hacerse a él al principio. Por ejemplo, con uno de estos paneles ya no tiene sentido tener las aplicaciones a pantalla completa, sino ordenarlas a lo largo y ancho del escritorio para tener la mayor información disponible de un simple vistazo.
También es cierto que a veces te encontrarás moviendo la cabeza de un lado a otro para encontrar información que antes era mucho más accesible. Como hemos dicho, hay un ligero periodo de adaptación en el que poco a poco te darás cuenta de cuál es la mejor manera de organizar los elementos del escritorio para tenerlo a golpe de click.

También hay algunos casos en los que un monitor ultrawide puede ser recomendable si lo quieres utilizar para jugar a videojuegos o ver cine, pero lo veremos más a fondo en el siguiente punto.
Motivos por los que comprar un monitor ultrawide
Poder contar con multitud de ventanas abiertas hace que este tipo de monitores sean especialmente indicados para personas que trabajan en labores administrativas, que hacen labores de edición o que necesitan tener abiertas varias aplicaciones de ofimática.
Todavía no es común a todos los juegos, pero si quieres darle uso para disfrutar de tus títulos favoritos, ya existen algunos que se pueden disfrutar en un formato que potencia la inmersión. Eso sí, te recomendamos que pongas una distancia prudencial con la pantalla, ya que el formato panorámico hace difícil ver toda la información de un vistazo si estás demasiado cerca.
Juegos como Horizon: Zero Dawn, Death Stranding, Red Dead Redemption 2, Forza Horizon 5, Half-Life 2, Stardew Valley o Microsoft Flight Simulator son solo algunos ejemplos. En todo caso, te sugerimos que eches un vistazo a los juegos que sueles jugar habitualmente, ya que la compatibilidad con este formato todavía no está extendida.
Algo similar sucede con el cine. Si quieres ver películas en formatos panorámicos —esos que, desgraciadamente, cada día están más en desuso— también puedes hacerte con una de estas pantallas. No es un monitor adecuado para consumir televisión, ya que lo más probable es que lo hicieras con dos grandes bandas verticales negras en cada uno de los extremos.
También hay que tener en cuenta que estos monitores no están indicados para algunas actividades, especialmente aquellas que implican tener que hacer mucho scroll vertical. Un programador no encontrará grandes ventajas en uno de estos monitores, lo que demuestra que no es un producto para todos los perfiles.
Aunque las ventajas respecto a un monitor tradicional son relevantes, los monitores ultrawide siguen siendo un producto de nicho que va destinado a un usuario muy concreto. Nuestro mejor consejo a la hora de decidir si lo necesitas es que hagas un análisis del uso que le das y te preguntes si realmente merece la pena. De ser así, notarás las ventajas de su uso desde el primer día.