En ocasiones los avances tecnológicos no son un jardín de rosas y flores preciosas. A veces nos encontramos con daños colaterales. Todavía no hemos llegado a inconvenientes tan graves como los de ‘Black Mirror’, aunque sí es cierto que a veces la distópica serie de Netflix no nos parece tan loca como se plantea.
Hoy vamos a hablar de uno de esos inconvenientes que la tecnología ha originado. Nos referimos al Motion sickness o Cinetosis, como se le ha acuñado en castellano. Una sensación que ya ocurría a veces a algunas personas con elementos tradicionales, pero que la tecnología nos ha devuelto con la Realidad Virtual.
El motion sickness o cinetosis es una sensación de mareo, angustia y náuseas que se manifiesta en una persona después de un rato usando dispositivos de realidad virtual, como las gafas VR. También cuando vamos en un barco, incluso en viajes en coche o en un columpio podemos tener el mismo problema.
Este estado está provocado por el movimiento, la aceleración y desaceleración lineal y angular. Nuestro aparato vestibular sufre de continuas alteraciones que el cerebro no llega a entender: al cerebro le llega una sensación de movimiento continuo, pero nuestro cuerpo está parado. Esto provoca mareos incluso vómitos en algunos casos.
Motion Sickness por la realidad virtual
El término cinetosis es el que se ha usado tradicionalmente para esa sensación de malestar y vértigos. Pero desde que la realidad virtual llegó a nuestras vidas y empezamos a sentirlo se le llama ‘motion sickness’, como si fuera algo diferente. En realidad es prácticamente la misma sensación, únicamente se ha renombrado a este problema para dejarlo como una consecuencia de esta tecnología.
Cómo evitar el motion sickness
¿Tienes ya tus gafas de realidad virtual? Por si no lo sabías, existen diferentes tipos de gafas VR. Una vez tengas las tuyas y pruebes esa sensación de realismo aumentado comprobarás si eres susceptible al motion sickness. Muchas personas lo son, no es nada malo, por suerte se puede evitar.
Si vamos en un coche, nos recomiendas bajar las ventanillas, sentarnos en el asiento del copiloto, mirar al frente en algún punto de la carretera y no leer revistas ni mirar el móvil. Sin embargo, con unas gafas de realidad virtual, el problema no es tan sencillo de solucionar. Aquí te damos algunas recomendaciones:
- Jengibre: El jengibre es un buen calmante para esa sensación de vértigo y para las náuseas. Lo puedes tomar en infusiones, en caramelos, ginger ale o cualquier variante. Antes de enfrentarnos a una sesión de realidad virtual podemos recurrir a esta interesante raíz para tratar de paliar esos efectos secundarios.
- Comer suave: Si hacemos una comida demasiado copiosa antes de dedicar tiempo a nuestras gafas VR, es probable que a nuestro organismo no le siente demasiado bien. Recordemos que aunque nosotros no nos movemos demasiado del sitio, nuestro cerebro tiene esa sensación de estar en continuo movimiento.
- Buena ventilación: Es como abrir la ventanilla del coche. En esta ocasión debemos asegurarnos de que la habitación donde estemos tiene alguna ventana para abrirla y que corra el aire. ¡No nos vendrá mal!
- Evitar malos olores: Si en la habitación hay algún mal olor, este será un factor que aumentará la probabilidad de que nos mareemos. Es aconsejable ventilar y tener un buen ambiente en el lugar. Nada que nos haga tener todavía más náuseas de las que provocan las gafas.
- Recurrir a la medicación: Es una solución casi tajante. Aunque parezca demasiado exagerado, si ya sabes que el motion sickness no se te resiste de ningún modo pero tampoco quieres dejar de jugar con tus gafas VR, tendrás que recurrir a la Biodramina o este tipo de medicamentos. El dimenhidrinato es el indicado para estas situaciones. Mejor tomarlo una hora antes de jugar para que haga mejor efecto.