
Ventajas y desventajas de un kit AIO de 240 mm
El formato elegido para esta comparativa es la evaluación de ventajas y desventajas de las refrigeraciones líquidas AIO de 240 vs 360 mm. Empezaremos con el formato de 2 ventiladores y, luego, seguiremos con el de 3.
Pros
La primera ventaja la encontramos en sus dimensiones: entre 27 y 29 cm de largo, unos 12 cm de ancho y un grosor que no supera los 3 cm. Estas dimensiones hacen que sea compatible con la mayoría de cajas, especialmente con la parte superior de las mismas. Igualmente, suele ser posible instalar una refrigeración líquida de 240 mm en el panel frontal.
Como segunda ventaja encontramos el precio: son mucho más accesibles que los kits AIO de 360 mm. Eso sí, no esperéis nada por debajo de los 60€ porque los kits AIO de 240 mm parten de estos precios.
En tercer lugar, decir que su rendimiento térmico es realmente bueno sin tener los ventiladores girando a altas RPM. Siempre digo que un formato de refrigeración líquida per se no garantiza un mejor rendimiento que un disipador de torre, sino que debemos estudiar bien el modelo. Me refiero a su CFM, su presión estática y a la calidad de la bomba de agua.
Por ello, hay refrigeraciones líquidas de 240 mm que proporcionan el mismo rendimiento que otras de 360 mm. Más no siempre es mejor.
Para terminar con los pros, decir que, a pesar de tener 2, podemos ver modelos con altas RPM y una sonoridad (dB) contenida.
Contras
El kit AIO de 240 mm no es lo más recomendable para un overclock extremo en tu CPU. No digo que no puedan refrigerar correctamente el calor que se origina por subir voltajes, frecuencias y aumentar el calor, sino que pueden no mantener el procesador a raya en picos de rendimiento. Así que, tenedlo en cuenta para decidir vuestra refrigeración líquida en esta comparativa de 240 vs 360 mm.
Pensadlo bien: si queréis hacer un overclock extremo no optáis por un kit de 70€, sino por algo mucho más potente. Todo va adecuado a las necesidades, y esto es importante.
En segundo lugar, debo decir que el mero hecho de usar un kit AIO para la CPU supone sacrificar una zona de la caja PC de entrada y salida de aire solo para disipar el calor del procesador. Esto provoca que tengamos que invertir dinero en la ventilación de la caja porque componentes como los SSD, la placa base o la GPU desprenden mucho calor que debe ser expulsado.
La tercera desventaja es clara: el ruido. Al máximo rendimiento, una refrigeración líquida de 240 mm hace más ruido que una de 360 mm. Tener un ventilador menos desemboca en que los 2 deban girar más rápido, lo que genera más ruido. Cierto es que hay modelos bastante silenciosos, pero en la práctica se aprecia bastante esta diferencia.
Ventajas y desventajas de un kit AIO de 360 mm
Seguimos con el formato de 3 ventiladores más famoso, aunque es preciso destacar que el máximo tamaño es de 420 mm. Dicho esto, la comparativa de refrigeración líquida de 280 vs 360 mm está más que encendida.
Pros
El primer pro es el rendimiento térmico que ofrecen, aguantando overclocks bastante agresivos en ciertos sistemas. No solo se consigue con un ventilador adicional, sino que el aumento de precio que vemos en este formato guarda relación con un bloque de agua más interesante.
La segunda característica estrella es la sonoridad: los kits AIO de 360 mm son más silenciosos porque pueden girar a menos RPM para ofrecer la misma refrigeración. Obviamente, si subimos las RPM tendremos más frescura, pero ojo con esto porque no siempre es así.
Podríamos añadir como tercer pro la estética, la cual es más imponente que el formato de 2 ventiladores. La mayoría de kits AIO de 360 mm vienen con iluminación RGB, y aunque haya gente que no quiera una discoteca dentro de su PC, debo decir que es algo que os gusta mucho y que le da un toque estético.
Mi recomendación en este aspecto es que compréis toda la ventilación de vuestra torre de la misma marca para sincronizarlo todo al máximo y que no haya diferencias de iluminación. Además, fijaros en si el kit que estáis mirando es compatible con las tecnologías de iluminación de las placas base.
Contras
Lógicamente, empezamos por el precio: uno que esté decente y sea “económico” no baja de los 90€. Así que, ya podéis rentabilizarlo bien porque es una pieza de lujo para el PC, totalmente diseñada para configuraciones exigentes.
Como no podía ser de otra manera, las dimensiones son su gran segunda desventaja. La mayoría mide 39 cm de largo, 12 cm de ancho y 2.7-4 cm de grosor. Muchas cajas no son compatibles con este formato, o si lo son, solo lo serán en el frontal.
¿Instalar el kit AIO en el frontal o en la parte superior de la caja? Se suele recomendar hacerlo en la parte superior para evitar que se generen burbujas de aire y que la vida útil de la bomba sea mejor. Además, si instaláis el kit AIO en el frontal es muy posible que la GPU aumente de temperaturas, algo que no recomiendo en absoluto porque es el componente más caliente.
En tercer lugar, quiero destacar que hay kits AIO de 360 mm que no mejoran demasiado el rendimiento térmico de otros de 240 mm (ni hablemos de 280 mm). Podemos ver mejoras de 2-5 grados, pero no esperéis un rendimiento abismal: donde más lo notaremos es en overclocks extremos.
Refrigeración líquida de 240 vs 360 mm, ¿cuál elegir?
En la comparativa de refrigeración líquida de 280 vs 360 mm es clave definir varios perfiles de comprador:
- Quienes buscan una buena disipación para su CPU sin hacer overclocks extremos: con un kit de 240 mm sobra.
- Overclock extremo: 360 mm como mínimo, debiendo considerar formatos como 420 mm.
Con todo ello, no os olvidéis de cotejar el flujo de aire y la presión estática en ficha técnica porque es indispensable para que los ventiladores hagan su trabajo junto con el radiador.
Bonus: cuidado con los PC mini-ITX
No me quería olvidar de los usuarios que tengáis un PC con factor de forma mini-ITX porque ninguno de estos formatos de refrigeración líquida os servirán: solo podréis instalar un kit AIO de 1 ventilador o, como mucho, uno de 2 ventiladores.
Quería dar un consejo sobre instalar kits AIO de 240 mm en mini-ITX: vais a sacrificar demasiado la ventilación , y si vais a usar una GPU gaming tened cuidado. Digo esto porque el componente que más caliente se pone mientras jugamos es la tarjeta gráfica, no la CPU. Además, las tarjetas gráficas siempre son más calientes que las CPUs, tanto en IDLE, como en carga.
Dadle a este componente la importancia que se merece porque hay juegos en los que un Intel Core i5-12400 con una frecuencia justita se pone a la altura de un Intel Core i9-12900K en términos de FPS. La razón de ello se debe a que muchos motores gráficos junto a las API DirectX no aprovechan todos los núcleos del chip y los FPS son completamente dependientes de la GPU.
Dicho lo cual, solo os queda elegir vuestro ganador de esta comparativa de refrigeración líquida de 280 vs 360 mm.