
Skull and Bones ha luchado contra viento y marea, nunca mejor dicho. Puede parecer una broma, pero es la pura realidad. El título ha sufrido un desarrollo tremendamente complicado y muchos dudaban de que viera la luz algún día. Tras anunciarse en 2017, el videojuego que surgió de lo que iba a ser un DLC de Assassin’s Creed IV: Black Flag tenía prevista su salida en 2018, pero eso no fue posible.
Tampoco lo fue en otras ocasiones y ha sido ahora, en los inicios de 2024, cuando el título ha llegado a buen puerto (o al que le han dejado atracar, al menos). En el desarrollo, coordinado principalmente por Ubisoft Singapur, han participado alrededor de una decena de estudios de la empresa francesa, algo que se refleja en su envergadura y no tanto en su calidad. Aún así, es un juego de contrastes, de sensaciones encontradas.
No puedo decirte que Skull and Bones sea un mal juego, porque no lo creo, pero sí tiene problemas de identidad, de jugabilidad y de desarrollo, pilares básicos en una experiencia que nace como juego como servicio, con el objetivo de durar muchos años. Se nota que esta obra debió salir hace 4 o 5 años con la generación de PS4 y Xbox One a tope, pero es curioso que finalmente no se ha lanzado en estas plataformas. Y, aún así, es divertido si sabes qué esperar.
El RPG y shooter de barcos con toques de MMO de Ubisoft, Skull and Bones, ya está disponible para PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC. ¿Te ha sorprendido esa definición? “¿Pero no es este un juego de rol de piratas?”, puede que estés preguntándote ahora mismo. Bueno, eso es lo que Ubisoft ha transmitido y lo que, en cierto momento, pensaría que iba a ser el juego. Pero lo cierto y verdad es que no se parece mucho a eso.
Un RPG de batallas navales
Como comentaba, el primer problema de Skull and Bones es que no tiene claro lo que realmente es. Lo primero es que no es un juego de piratas, porque la interacción de tu personaje con la tierra, con los abordajes, con combates con cuerpo a cuerpo o con la búsqueda de tesoros es mínima (nula en según qué cosas, como lo de las peleas, que no existen). Para que lo fuera esto tendría que estar presente, pero no lo está.
De hecho, no puedo entender cómo es posible que AC IV sea mejor representando toda la vida pirata que un título que, teóricamente, se centra en ello. Pero bueno, esto también despeja muchas dudas sobre si el videojuego compite o no contra Sea of Thieves. Aunque nunca he sido muy amigo del juego de Xbox, entiendo perfectamente por qué ha sido un éxito y, desde luego, ofrece un gameplay mucho más variado.
Skull and Bones es un RPG shooter en el que tu personaje es un barco. Hay que entenderlo así, porque lo único que harás con tu alter ego será pasear por algunos asentamientos, hablar con los NPCs y comprar mejoras. Nada más que eso, así que tu pirata es bastante irrelevante. De hecho, detalles como las animaciones o el modelado del personaje denotan que ni Ubisoft le da importancia a lo que pase en tierra.
Y no pasa nada, ojo. No creo que esto sea un problema en sí mismo; lo es porque se nos dijo que el videojuego era otra cosa. Pero bueno, al menos es un juego de rol… Y sí, lo es, pero parece más un MMORPG que un RPG al uso. Tiene cierto sentido por el modelo de juego como servicio, pero vuelvo a lo mismo: no es esto lo que se esperaba. Además, la consecuencia de esta dirección es negativa: la historia es anodina y sin fuerza.
El haber apostado tanto por la acción en el barco y el haber convertido esto en un RPG de batallas navales hace que seas incapaz de conectar con la historia. Ya no es que los diálogos no tengan fuerza o no sepan meterte en la dinámica pirata, es que solo tratamos con unos pocos NPCs que suelen ser aliados. No tengo ningún tipo de aliciente emocional en matar a un marino temible cuando solo veo su navío. Es un barco más.
Además, este enfoque MMO hace que el ciclo jugable de Skull and Bones sea el mismo prácticamente en la hora uno que en la hora veinte. Aceptas una misión, ya sea de recolección de recursos o de ataque contra barcos o asentamientos, la haces, cobras la recompensa y pasas a otra cosa. Una de las peores sensaciones que he tenido es no ver evolución en la jugabilidad. Sí, mi barco era mejor y hacía algunas cosas distintas, pero ya está.
Otra consecuencia de ese planteamiento es que las primeras horas de juego son tediosas. Incluso, pasado ese momento, el desarrollo es algo extraño, ya que todo está supeditado a tu nivel de Infamia (te recomiendo al 100% que, si juegas, te centres en subirlo todo lo rápido que puedas), algo que te permite tener acceso a nuevos planos para construir mejores barcos, herramientas y otros objetos (aunque obtener esos planos también tiene su aquel…).
A pesar de sus problemas, es divertido
Hasta aquí todo puede parecer negativo, pero no lo es. Es extraño, porque a pesar de todos estos peros, Skull and Bones ha sabido absorberme en las horas que le he dedicado. Es entretenido en su jugabilidad, a pesar de ser repetitivo y tener grandes carencias. Pero a la diversión le ayuda el control arcade del barco y el enfoque RPG de los navíos, con niveles, mejoras de ataque y defensa, diferentes roles y otros detalles.
Es muy fácil navegar con tu navío por los mares del Océano Índico y entrar en combate con otros barcos. La variedad de tipos de arma ayuda a que sea interesante estudiar con detalle qué es lo mejor para cada situación, ya que los enemigos, especialmente los jefes más duros, tienen debilidades y resistencias que es importante explotar. Las batallas navales son épicas en algunos casos.
También he disfrutado mucho los desvalijos, que básicamente son ataques contra asentamientos que están en la costa. En estas operaciones hay que luchar contra las defensas en tierra y también contra los navíos enemigos que intentan frenarte. Son encuentros tensos, complicados en según qué situaciones, y que dan mucho botín si se completan hasta el final. Aunque no haya gran variedad, la acción no me ha aburrido en ningún momento.
Es más, en mi tiempo en el mar he tenido algún que otro encuentro PvE contra enemigos realmente fuertes y cooperar con otros jugadores ha sido bastante chulo, especialmente cuando lo he hecho junto a otros amigos. Por cierto, el juego cruzado va perfectamente y para este análisis yo he jugado en PC y otro compañero en PS5 sin ningún tipo de dificultad, así que en ese aspecto no tendrás problemas. Con amigos se disfruta más y si te engancha su propuesta, tienes contenido para decenas y decenas de horas.
De hecho, de momento hay tres tipos de barcos: DPS, Apoyo y Tanque (ves, tu barco es el protagonista). Esto puede parecer irrelevante al principio, pero en grandes operaciones PvE es fundamental que cada jugador adopte un rol si es posible, porque es muy fácil caer si todos optan por el daño, por ejemplo. Este toque me parece muy acertado y ayuda a que sea interesante elaborar estrategias junto a tus amigos.
Pero a pesar de lo bueno, hay carencias. Los abordajes se resuelven con una animación tras enganchar al barco rival, algo increíblemente anticlimático. Los desvalijos igual, por cierto. Cuando llegas al final de los combates, todo termina con tu tripulación saqueando el asentamiento, pero es algo que ves en una escueta e insulsa cinemática. Es en estos detalles es donde el videojuego se diluye.
Pero insisto, tiene algo que te entretiene. No es malo, solo llega tarde y con una crisis de identidad muy fuerte. Si tienes muy claro en qué agua te estás zambullendo, creo de corazón que puedes disfrutar bastante de la experiencia, a pesar de que no creo que te deje una huella imborrable, incluso aunque seas el mayor fan de Skull and Bones. Por eso te comentaba que tengo sensaciones encontradas: hay cosas buenas, pero el conjunto flojea.
La inmensidad del Océano Índico
El Océano Índico de Skull and Bones es enorme. Está dividido en cuatro grandes zonas, con sus diferentes biomas y recursos para recolectar, con 620 kilómetros cuadrados de mar para navegar. El mapa es inmenso y es abrumador; solo explorarlo te llevará horas y menos mal que hay viaje rápido entre ciertos puertos, porque si no sería realmente complicado moverse por todo el mapa.
Los grandes mares están llenos de piratas, barcos de las cinco facciones y de las megacorporaciones, de jugadores, de eventos y de otras sorpresas. Es un mundo rico, bello, grandioso, vivo. Además, las inclemencias del tiempo cambian el comportamiento del mar y afectan a la navegación, algo que es tan bello como peligroso. Ubisoft hace los mejores mundos abiertos de la industria, aunque echo en falta poder visitar buenos sitios en tierra.
Gráficamente tiene luces y sombras. En alta mar es un videojuego realmente bonito, que solo sufre de vez en cuando de algo de popping con los barcos (especialmente en consola, ya que en PC me ha pasado muy poco), y deja estampas realmente maravillosas. Las tormentas son espectaculares y es increíble ver cómo se forman, pero son aterradoras cuando te toca sufrirlas de cerca.
En PlayStation 5 funciona bien en líneas generales, aunque en el modo Rendimiento he visto problemas en la carga de texturas, algo que se ve mitigado en el modo Calidad. Pero bueno, más allá de eso, la experiencia es correcta y no vais a tener ningún problema. En PC he jugado con una RTX 4080 y el título me ha corrido sin inconvenientes a 4K, 60 FPS y Ultra. Aún así, Avatar: Frontiers of Pandora o AC: Mirage son mejores gráficamente, se nota que este lleva años en desarrollo.
En cuanto al sonido, el videojuego está completamente doblado al castellano, algo que se agradece enormemente. Además, los efectos de sonido del barco, los disparos, los impactos, el mar… son buenos y ayudan mucho a la inmersión. Por cierto, tu tripulación canta y también te informa constantemente de lo que ve a su alrededor, algo muy útil en ciertos momentos para no perderte nada de lo que pasa a tu alrededor.
Por cierto, aunque antes he señalado que con amigos es mucho más divertido, ojo con la progresión conjunta, porque a mí me ha dado errores. Por ejemplo, un amigo se unió a mi partida estando yo en un estado más avanzado. Hicimos varias misiones juntos y él no veía algunas de las cinemáticas. Pero lo peor es que el progreso no avanzó para él y cuando se quedó en solitario tuvo que repetir esas misiones porque no las tenía superadas. Si está hecho así, no es lo ideal.
En general, la base de Skull and Bones es correcta y es disfrutable si entiendes realmente qué tipo de juego es. Ubisoft ha preparado un roadmap muy agresivo para el primer año, con multitud de eventos PvE y PvP para mantener el videojuego vivo. El endgame es lo más disfrutable, pero para llegar ahí es necesaria una travesía larga y no siempre satisfactoria, y ese puede ser un gran problema para el éxito del juego, porque como te he dicho, el desarrollo es algo tedioso.
El tiempo dirá si el juego aguanta el oleaje y consigue navegar de forma estable, pero es curioso que, a pesar de la multitud de retrasos que ha sufrido, ha salido en un momento bastante complicado para él. En el último mes han salido Granblue Fantasy: Relink, Suicide Squad: Kill the Justice League, Helldivers 2 y Skull and Bones, cuatro juegos como servicio que, si bien apuntan a públicos distintos, se hacen competencia entre sí. ¿Les irá bien a todos?
Conclusiones
Skull and Bones es un juego de disparos y RPG de barcos con tintes de MMO que es divertido en su principal elemento, las batallas navales, pero que tiene importantes carencias jugables en otros apartados. El videojuego parece no tener claro qué tipo de experiencia quiere ser y eso le pesa en varios apartados. Si tienes claro qué videojuego te vas a encontrar, es una experiencia entretenida, especialmente con amigos.
Lo mejor:
- Las batallas navales
- El Océano Índico y su inmensidad
- Decenas y decenas de horas de juego
- La diversidad y tipos de barcos
- La personalización del barco
Lo que puede mejorar:
- La acción fuera del barco
- La historia y las misiones