Una buena pasta térmica conducirá mejor el calor del IHS al disipador para mantener la CPU a una temperatura óptima. Si la CPU está bien refrigerada, especialmente si quierse hacer overclocking en tu PC, evitarás un mal funcionamiento y los cambios de componentes antes de tiempo. Alargando la vida de tu ordenador. Así que, como ya sabes que la elección de una pasta térmica no debe ser aleatoria, vamos a ver cuáles son las mejores pastas térmicas del mercado y en qué te tienes que fijar a la hora de comprarla.
Para qué sirve la pasta térmica
Ya te he dado una pequeña pincelada de para qué sirve, pero ¿cómo funciona realmente?
La pasta térmica, o masilla térmica, es un elemento que está diseñado para que pueda conducir el calor entre dos piezas. La pasta térmica se aplica en el IHS del procesador, que es la tapa metálica que protege el interior del chip. Después, se pone encima el disipador o bloque de agua encima. De esta forma, la pasta térmica se expande por toda la superficie. ¿Y qué pasa si no ponemos pasta térmica? Pues en caso de no ponerla, el IHS se refrigerará de manera irregular, lo que producirá subidas de temperatura capaces de dañar los componentes.
Así que, recopilando, la pasta térmica es una sustancia usada para mejorar la conducción térmica entre dos superficies, el microprocesador y el disipador.
Cómo consejo, te recomiendo que una vez apliques la pasta térmica, monitorices las temperaturas de la CPU una vez iniciado el sistema operativo. Es mejor detectar posibles fallos lo antes posible.
Características importantes de la pasta térmica
No todas las pastas térmicas valen, y es que las que son de peor calidad, pueden llegar a crear burbujas de aire que quedan entre el disipador y la CPU. Cuando vayas a comprar una pasta térmica para tu ordenador, una de las características más importantes es la conductividad térmica. La magnitud usada para medirla es W/mK. En castellano, es la cantidad de energía en forma de calor que se transfiere en un metro de superficie y grado kelvin. Nuevamente, en castellano, cuanto mayor sea ese número, mejor.
Por otro lado, tenemos la resistencia térmica, la cual se mide en cm2/W. Esta característica mide lo contrario a la conductividad térmica: la oposición que tiene la pasta al paso del calor. Por el contrario, cuanto más bajo sea este valor, mejor.
Por último, encontramos la viscosidad (medida en cP) y la densidad (en g/cm3). Cuanto más densa, menos parecido tendrá a un líquido convencional (como ocurre con el aceite y el agua, por ejemplo). Si miras unas cuantas pastas, podrás ver alguna con poca densidad o viscosidad, lo que refleja que es una pasta metálica.
Tipos de pasta térmica
Es momento de diferenciar las mejores pastas térmicas que existen, algo que nos ayudará a elegir mejor. Principalmente, existen tres tipos diferentes: pasta térmica metálica, pasta térmica de metal líquido y pasta térmica de cerámica. También existen unas láminas llamadas “Thermal Pad” que hacen la misma función, pero no es una pasta térmica. Veamos cuáles son las características de cada una de ellas.
Pasta térmica metálica
Se llama así por su mezcla de cobre, zinc y otros componentes metálicos que son combinados con la silicona líquida. Destacan por su color gris oscuro. Lo más característico de estas pastas es que su conductividad puede llegar a los 13 w/mK, siendo una de las mejores del mercado.
Otros puntos fuertes de este tipo de pastas térmicas tienen una duración más larga y soportan temperaturas bastante altas. Lo malo: el precio. Suelen ser más caras que otro tipo de pastas térmicas, pero merece totalmente la pena.
Pasta térmica de metal líquido
Este tipo de pastas es poco común, pero es la mejor que puedes comprar. Usa metales más conductivos para mejorar la conductividad térmica de las pastas metálicas. Normalmente, se usa níquel y cobre, pero encontraremos algunas con plata y oro.
Gracias a ello, su conductividad puede llegar hasta los 80 W/mK, volviéndose líquida conforme aumenta la temperatura. Pero claro, también tiene sus inconvenientes: es difícil de aplicar y tiene conductividad eléctrica. Este tipo de pastas están pensadas para un público que quiere hacer overclock extremo en su CPU. Evidentemente, por los elementos que usa, es la más cara de todas.
Pasta térmica cerámica
Son las más comunes y ofrecen una relación rendimiento/precio bastante buena para usuarios que no buscan overclocks extremos. Tienen un color blanquecino y se clasifica como “cerámica” porque se usa polvo cerámico mezclado con silicona líquida.
Su conductividad térmica no es la mejor, pasando raramente de 11 W/mK. Son las pastas térmicas más baratas, pero no por ello son malas. Eso sí, tienes que tener en cuenta de que la temperatura del procesador no va a bajar mucho debido a su baja conductividad.
Thermal Pad
Por último, queremos enseñaros una forma diferente de conducir calor del IHS al disipador. Se trata de una almohadilla que se coloca justo encima del procesador y se instala el disipador justo encima, como con las pastas térmicas.
Básicamente, son láminas flexibles que usan siliconas y con una conductividad térmica que puede llegar a más de 10 W/mK. Se han realizado pruebas en las que han demostrado estar al nivel de las pastas, e, incluso, han superado su rendimiento.
Hay que decir que la facilidad de instalación es evidente, pero tiene una contrapartida: la formación de burbujas de aire entre medias. Por ello, hay que tener en cuenta las medidas de la almohadilla para asegurarnos que la refrigeración es buena.
Cuánto puede durar tu pasta térmica
Por lo general, si quieres mantener la eficacia para conducir el calor de manera eficiente entre el procesador y el disipador de calor, lo recomendado es cambiar la pasta térmica cada 2 o 3 años, especialmente si le metes mucha caña al ordenador.
Esto es solo una cifra orientativa, ya que es imposible dar una cifra exacta porque depende de muchos factores, como:
- El tipo de pasta que uses.
- La temperatura media del procesador.
- La forma en la que hayas aplicado la pasta térmica.
- El compuesto que hayas elegido.
- La ventilación del PC: se sobre calentará más la CPU y la vida útil se reduce.
El mejor indicativo que puedes tener para saber si debes cambiar ya la pasta térmica o no es la temperatura de la CPU. Lo normal es que la CPU esté a unos 30ºC en reposo y unos 70ºC si utilizas el ordenador. Si el ordenador supera los 80ºC constantemente, es muy probable que sea el momento de ir cambiando la pasta térmica.
La manera correcta de aplicar la pasta térmica
Aunque no hay una forma estipulada como “correcta”, sí que hay otras como incorrectas: no dibujes una X, ni la distribuyas por toda la superficie. Según nuestra experiencia, la mejor forma es aplicar una pequeña dosis en el centro (una especie de guisante) para que cuando instales la refrigeración encima, se expanda por toda la IHS del procesador.
Por otro lado, queremos puntualizar que la pasta térmica de metal líquido se debe aplicar utilizando una paleta. Solo en este caso, hay que distribuirla por toda la superficie porque cuando la CPU se calienta, se vuelve líquida.
Las mejores pastas térmicas que hemos probado
Ahora viene lo bueno, ver qué pastas térmicas comprar. Y es que si estás perdido, puede ser un suplicio saber qué pasta térmica elegir. Así que, menos cháchara y vamos a ello.
Arctic MX-4
Empezamos el top con una apuesta segura: la pasta térmica Arctic MX-4. La edición de 2019 es la favorita por mucho por su calidad y rendimiento. La pasta térmica Arctic MX-4 está compuesta de micropartículas de carbono capaces de controlar temperaturas extremadamente altas, por lo que podrás hacer overclock del procesador sin problemas.
No contiene partículas metálicas, por lo que la conductividad eléctrica no será un problema. Al tener contar con el compuesto térmico de metal y silicio, ofrece una duración de aproximadamente 8 años.
Así que, si no sabes muy bien qué pasta térmica elegir, esta puede ser una opción muy tentadora.
Características de la pasta térmica Arctic MX-4.
- Compuesto térmico de metal y silicio.
- Conductividad térmica: 8,5 W/m·K
- Densidad: 2,5 g/cm³
- Duración: aproximadamente 8 años.
Tempest Zero II
Tempest lanzó al mercado una de las mejores pastas térmicas relación calidad-precio: la Zero II. Es una pasta térmica de buena calidad capaz de disipar temperaturas medianamente altas entre el procesador y el disipador. Tiene una conductividad térmica decente de 8.5W/mK.
Uno de sus puntos fuertes es que no es conductor eléctrico ni es corrosivo, por lo que la hace segura y compatible con todos los equipos, ya sean portátiles o torres.
Características de la pasta térmica Tempest Zero II.
- Compuesto térmico de metal y silicio.
- Conductividad térmica: 8,5 W/m·K
- Duración: no especificada.
Forgeon Lichborne
Forgeon es otra apuesta segura dentro del mundo de las pastas térmicas. Dentro de las pastas térmicas, es una de las mejores que te puedo recomendar: tiene nada más y nada menos que una conductividad térmica de 13.5w/mK. Además, no es conductora eléctrica ni es corrosiva, lo que la convierte en una opción segura y compatible sea cual sea tu equipo.
Es fácil de aplicar y con su dosis de 4 gramos, tendrás más que de sobra para usarla en varias ocasiones. Así que, si estás buscando una pasta térmica de alta gama para mejorar tu rendimiento y no alcanzar temperaturas altas en tu procesador, ya sabes que pasta térmica escoger.
Características de la pasta térmica Forgeon Lichborne.
- Conductividad térmica: 13.5W/mK
- Densidad: 2,9 g/cm³
Mars Gaming MT0
Aunque la pasta térmica Mars Gaming MT0 puede asustar por su precio, es considerada una opción muy buena por sus compradores. Es capaz de soportar 280ºC de temperatura, por lo que aguanta cualquier tipo de procesador en cualquier situación. No es conductor de electricidad, por lo que no tendrás que preocuparte a la hora de poner la pasta térmica en tu disipador.
Es una pasta térmica bastante buena teniendo en cuenta el precio que tiene, así que si tienes un apuro, es una muy buena opción.
Características de la pasta térmica Mars Gaming MT0.
- Conductividad térmica: 6 W/mK
- Resistencia térmica: 0,004 ° C/W
Noctua NT-H1
Con Noctua optamos a las mejores calidades en lo que a refrigeración se refiere, ya que la marca austríaca se centra únicamente en ventiladores, pastas térmica y disipadores. Esta pasta NT-H1 es una de las más reputadas del sector por los resultados que ofrece.
El fabricante siempre se ha caracterizado por presentar fichas técnicas peculiares en sus productos. En este caso, no hay mención a la conductividad o resistencia térmica, pero sí asegura que su vida útil va hasta a los 8 años y que es un compuesto con 2.49 g/cm3 de densidad.
Características de la pasta térmica Noctua NT-H1.
- Densidad: 2.49 g/cm³
- Intervalo de temperatura operativa: -40 - 90 °C
Corsair TM30
Por último, te voy a recomendar otra de las pastas térmicas más vendidas del mercado, la pasta térmica Corsair TM30. Gracias a su material térmico de óxido de zinc premium de baja viscosidad, podrás aplicarla de manera fácil, segura y sin ninguna complicación.
El compuesto líquido de alta estabilidad te durará años sin ninguna grieta ni cambio de consistencia. Con esta pasta térmica, te aseguras un rendimiento óptimo durante años sin necesidad de cambiar.
Características de la pasta térmica Corsair TM30.
- Compuesto térmico: base de óxido de zinc.
- Densidad: 2.5 g/cm³