
Cuando te internas en el mundo de la electrónica ya no hay marcha atrás, una vez comienzas a aprender para qué sirve cada componente, sus características y con qué otros componentes tienen una mayor compatibilidad ya no habrá marcha atrás y ojo, no nos malinterpretes esto es algo bueno y hasta puede llegar el punto en el que disfrutes tanto montando y desmontando ordenadores que puedes incluso dedicarte a ello profesionalmente.
¿Por qué son tan importantes las placas base?
Lo primero que debes saber es qué es una placa base y por qué es tan importante, aunque si estás leyendo este artículo y buscas saber las diferencias claves de la placa base ATX VS E-ATX entendemos que sabes lo que es una placa base.
De todas maneras, te vamos a explicar brevemente qué es una placa base y cuál es su función, se trata de uno de los componentes fundamentales en cualquier dispositivo informático.
Básicamente es un circuito impreso que conecta y permite la comunicación entre todos los elementos de un sistema ¿Qué tipo de elementos? El procesador (CPU), la memoria RAM, el almacenamiento, la tarjeta gráfica y todos los periféricos tanto internos como externos que tengas conectados.
Por eso mismo tener una placa base es algo fundamental, tengas el ordenador que tengas, incluso aunque tengas un portátil ultraligero debes saber que este también incluye una placa base para que su funcionamiento sea correcto.
Placas base ATX y E-ATX: ¿Qué son y cómo surgieron?
El formato ATX o en otras palabras: Advanced Technology Extended fue introducido por Intel en el año 1995 pero ¿Con qué objetivo? Su principal función fue estandarizar las placas base y superar las limitaciones del formato previo conocido como AT (Advanced Technology)
Mientras que el formato E-ATX (Extended ATX) se trata de una versión ampliada del formato ATX cuya función principal para la que fue diseñada fue para satisfacer las demandas de los usuarios más exigentes, tanto en rendimiento como en velocidad. Básicamente las placas base E-ATX surgieron como una respuesta a las necesidades de los usuarios más exigentes.
¿Cuáles son las características principales de las placas base ATX y E-ATX?
En el caso de las placas base ATX se caracterizan por:
- La reorganización del diseño: El formato ATX reposiciona el procesador y la memoria RAM de forma que ambos componentes están más optimizados para mejorar el flujo del aire dentro de la caja del ordenador y de esta forma facilitar el enfriamiento.
- Conectores mejorados: En estas placas base ATX introdujeron un conector de alimentación único, de hecho, cuenta con 24 pines. De esta manera la conexión con la fuente de energía se simplifica y ya no hace falta usar los múltiples conectores de las placas base de tipo AT.
- Mejor acceso a los componentes: Facilita la instalación y mantenimiento, lo que significa una optimización de la distribución de puertos y ranuras.
- Compatibilidad: Estas placas base ATX se convirtieron en un estándar para el resto del mundo, ¿Qué ventaja tiene esto? El hecho de ser un estándar permite que los componentes de otros fabricantes puedan ser intercambiables sin tener ningún tipo de problema.
Respecto a las placa base E-ATX sus principales características son tres:
- Cuentan con más ranuras de expansión
- Tiene una capacidad de refrigeración más avanzada y preparada para componentes que son de alto rendimiento
- Cuenta con un mayor número de ranuras de memoria RAM
Qué debes saber antes de comprarte una placa base
Tanto si estás pensando en montar tu propio ordenador desde cero o simplemente quieres darle una nueva vida al que ya tienes, tu elección debe ser razonable y debes tener en cuenta una serie de factores para que la siguiente placa base que te compres sea perfecta y totalmente compatible.
Mira la compatibilidad con el procesador
Debes asegurarte que tu placa base sea totalmente compatible con el procesador que planeas usar, tanto si lo vas a comprar como si quieres utilizar el que ya tienes.
¿Quieres hacer overclocking? Mira que chipset monta tu placa base
El chipset de la placa base determina qué funciones están disponibles, una de ellas es la de poder hacer overclocking. Debes tener mucho cuidado y verificar muchas veces si tu placa base es compatible con el resto de componentes de tu ordenador y además saber el uso que le vas a dar.
El tamaño de la placa base es muy importante
Los formatos más comunes suelen ser ATX, Micro-ATX y Mini-ITX. Dependiendo del tipo de la placa base que compres será de un tamaño u otro y esto es importante pues si tienes una caja de ordenador bastante compacta puede darse el caso de que compres una placa base pensando que va a encajar perfectamente y a la hora de montarlo no hay manera de encajarlo bien.
Qué tipo de memoria RAM tienes
Es muy importante conocer el tipo de memoria RAM que tienes en tu ordenador, si es tipo DDR4 o DDR5 y por supuesto conocer su capacidad máxima, si por ejemplo es de 64 GB o 128 GB. Dependiendo de la placa base que tengas, algunas permiten hacer overclocking de memoria lo cual nos resulta ideal para poder maximizar el rendimiento.
Mira cuantas ranuras y puertos tiene
Las ranuras PCIe son las que más se usan para las tarjetas gráficas, tarjetas de red o incluso para el almacenamiento adicional. Si lo que quieres es usar una tarjeta gráfica potente debes asegurarte que cuentas con una placa base con soporte PCIe 4.0 o incluso 5.0.
Además, también debes verificar la cantidad de puertos disponibles que tienes en tu placa base para instalar tanto discos duros HDD como SSD. En este apartado las ranuras M.2 son esenciales para SSD NVMe de alta velocidad. También te recomendamos que pienses si necesitas que tenga conectividad Wi-Fi integrada o si solo necesitas el puerto Ethernet.
Compatibilidad con el resto de los componentes
Sé que podemos llegar a sonar pesados y repetitivos pero de nuevo, es importante conocer qué tipo de compatibilidad tienes con el resto de componentes y prestar especial atención a la fuente de alimentación para así evitar el cuello de botella.
¿Quieres funciones adicionales?
Si lo que planeas es hacer overclocking debes buscar chipsets y VRM de calidad. También debes mirar si tiene iluminación RGB, quizás eres de esas personas que le molestan tener muchas luces y de diferentes colores saliendo de tu ordenador, en ese caso mira bien la placa base que te gusta porque quizás cuente con iluminación RGB.
¿Qué tipo de placas base existen?
En el mercado de la tecnología existen diferentes placas base las cuales se pueden clasificar siguiendo varios criterios:
Según su tamaño
- ATX: Es el formato estándar más común, adecuado para equipos de escritorio y con un equilibrio entre funcionalidad y tamaño
- Micro-ATX (mATX): Son más pequeñas que las ATX, ofrecen menos ranuras de expansión, pero son ideales para sistemas compactos y económicos.
- Mini-ITX: Son placas ultra compactas, diseñadas para PCs pequeños y aunque limitan la conectividad son ideales para equipos pequeños o portátiles
- E-ATX: Son más grandes que las placas base ATX, diseñadas para sistemas de alto rendimiento como sería un ordenador gaming
Según el tipo del procesador
- Para procesadores Intel: Compatibles con sockets como LGA1200, LGA1700, etc., y chipsets como Z790, H610
- Para procesadores AMD: Compatibles con sockets como AM4, AM5, y chipsets como B650, X670
Según su uso
- Gaming: Diseñadas para soportar altas cargas, con sistemas de refrigeración avanzada, soporte para overclocking y puertos extra para periféricos.
- Trabajos más exigentes: Ofrecen más ranuras PCIe y soporte para configuraciones de múltiples procesadores o mayor capacidad de RAM.
- PC de oficina o básicas: Placas económicas que prioriza la funcionalidad básica, sin características avanzadas.
Placas base ATX y E-ATX (Extended): ¿Qué diferencias existen?
Tanto las placas base ATX como las E-ATX (Extended) son dos formatos ampliamente utilizados en la industria y aunque puedan parecer iguales en algunos aspectos como por ejemplo el diseño, tienen una serie de diferencias que pueden hacer que decidas por una u otra.
Primera diferencia: El tamaño
Esta primera diferencia es la más evidente entre las placas base ATX vs E-ATX:
Y es que en el caso de la placa base ATX tiene un tamaño estándar y es el más común para ordenadores de escritorio. Tiene un tamaño equilibrado lo cual hace que tenga una gran compatibilidad con la mayoría de las cajas de los ordenadores ya sea de tamaño mediano o incluso grande.
Por otro lado, en el caso de la placa base E-ATX tiene un tamaño mucho más grande con una extensión horizontal adicional de 3.4 pulgadas. ¿Qué significa este aumento de tamaño? Pues gracias a que estas placas base E-ATX son más grandes, tienen más espacio físico en diseño lo cual hace que podamos incluir más componentes.
La capacidad de expansión
En el caso de la placa base ATX nos ofrece una cantidad estándar de ranuras de expansión. Suele ser:
- 4 ranuras para módulos de RAM
- Hasta 7 ranuras PCIe (1x, 4x, o 16x) dependiendo del diseño
Esto la hace ideal para los usuarios gaming que necesitan potencia ya que puedes insertar memorias SSD adicionales y hasta una tarjeta de red o de sonido.
Mientras que en el caso de la placa base E-ATX suele ofrecer:
- 8 ranuras para módulos de RAM (soportando hasta 128 GB o más, dependiendo del chipset).
- Más ranuras PCIe, ideales para configuraciones con múltiples GPUs, tarjetas de captura, almacenamiento adicional, o expansión en estaciones de trabajo.
De hecho, algunos modelos de tarjetas gráficas E-ATX soportan configuraciones dual-CPU.
Uso del espacio interno
El diseño del espacio varía según la placa base, en el caso de la placa base ATX prioriza la optimización del espacio y deja espacio alrededor para los demás componentes que quieras poner, de esta forma también mejora el flujo del aire mientras que en el caso de la placa base E-ATX al tener un tamaño más grande puede interferir con la gestión de cables y hasta con la propia caja del ordenador.
Sistema de refrigeración
Este es probablemente uno de los apartados más importantes y donde también hemos visto más diferencias entre la placa base ATX vs E-ATX. En el caso de la placa base ATX está diseñada para un sistema de refrigeración estándar bien por aire o líquido.
Mientras que la placa base E-ATX al ser más grande tiene más espacio para tener un sistema de refrigeración más avanzado como por ejemplo radiadores más grandes o incluso tiene configuraciones personalizadas de refrigeración líquida.
Compatibilidad con cajas de ordenador
Si has leído hasta el final te habrás dado cuenta que todas las diferencias parten o tienen en común la diferencia de tamaño de ambas placas, y por supuesto la compatibilidad con las cajas de ordenador también tiene que ver con el tamaño de ambas placas base.
Siendo la ATX la que tiene mayor compatibilidad con más cajas de ordenadores debido a su tamaño mientras que la placa base E-ATX necesita un gabinete más grande.
Placa base ATX vs E-ATX (Extended): ¿Mismo precio?
Esta es probablemente la característica que los usuarios más buscan y donde para muchos es el punto decisivo entre una placa base ATX o E-ATX (Extended). En el caso de las placas base ATX suelen ser más asequibles, de nuevo, por su tamaño y características. Por supuesto ofrecen una buena relación calidad-precio para la mayoría de usuarios.
Mientras que las placas base E-ATX (Extended) suelen tener un precio más elevado que su rival la ATX, debido a sus características superiores. Esta sección es muy personal, realmente no te podemos dar una respuesta sobre cuál elegir pero lo que sí podemos hacer es recomendarte qué tipo de placa base necesitas en función de tus necesidades y trabajo.
Placa base ATX vs E-ATX (Extended): Cuál elegir en función de tu actividad
Dependiendo de tus necesidades necesitarás bien una placa base ATX o una placa base E-ATX (Extended), pero ¿De qué necesidades estamos hablando? Es muy sencillo: Si eres un apasionado de los videojuegos, te gusta sacarle el máximo rendimiento, te gusta investigar y jugar durante horas definitivamente necesitas una placa base E-ATX en tu vida.
Mientras que, si eres un jugador ocasional, muy de vez en cuando juegas algún triple A y utilizas tu ordenador simplemente como ocio lo tuyo es la placa base ATX.
¿Y si tienes un trabajo más exigente como por ejemplo el diseño gráfico? Este tipo de trabajos que requieren más potencia por parte de tu ordenador te recomendamos que busques una placa base E-ATX, tanto si te dedicas al diseño gráfico, programación o a la edición de vídeo. Pero si tienes un trabajo de oficina con una placa base ATX es más que suficiente.