
Conociendo los pros y contras de cada opción podrás decidir mejor sobre qué es lo que más te conviene. Al final, pesarán más tus necesidades, el presupuesto y el uso que tengas previsto darle a tu ordenador. Sigue leyendo, que ya entramos en detalle.
Procesador con o sin gráficos integrados: en qué se diferencian
Ante la duda de qué es un procesador o una Unidad Central de Procesamiento (CPU) te diremos que es el cerebro de cualquier sistema informático. Su función es recibir órdenes, decodificar la información y ejecutar u organizar acciones que deben realizar los demás componentes del equipo.
Algunos modelos incluyen una Unidad de Procesamiento Gráfico (GPU), conocida como tarjeta gráfica. Esta pieza se encarga de gestionar las tareas visuales, como la renderización de imágenes. Al compartir la misma memoria de acceso aleatorio o RAM, se dice que tienen gráficos integrados.
También existen GPUs dedicadas o discretas, que son independientes del procesador, con su propia memoria RAM: la VRAM. Esta solución permite recurrir a instrucciones más específicas para realizar procesos más eficientes en el tratamiento gráfico, lo que se traduce en un mejor rendimiento.
En qué casos te conviene más una u otra CPU
Los profesionales creativos, que trabajan habitualmente con programas como Photoshop, AutoCAD o Premiere, necesitarán muchos más recursos para sacar adelante sus proyectos. Diseñadores gráficos, artistas digitales, fotógrafos, arquitectos o cineastas son, de hecho, algunos de los perfiles que más aprecian lo que aporta una gráfica dedicada.
Pero no son los únicos. Si requieres de una máquina capaz de resolver cálculos matemáticos complejos o ejecutar simulaciones de manera fluida, necesitarás los mejores procesadores del mercado, y entre ellos, un procesador gráfico aparte que te ofrezca el mejor desempeño posible. Por ejemplo, si eres analista de datos, ingeniero industrial, especialista en finanzas o te dedicas al minado de criptomonedas.
Un tercer grupo de usuarios avanzados que - sí o sí - van a requerir una GPU dedicada son los que visualizan contenido en 4K a menudo o los gamers que juegan a títulos a muy alta resolución y con una cantidad exorbitante de FPS o fotogramas por segundo.
¿No te sientes identificado con ninguno de estos supuestos? En ese caso, puede interesarte un procesador con gráficos integrados, pues estos también tienen su razón de ser. Aunque su rendimiento sea más limitado, es más que suficiente para realizar tareas diarias de oficina, navegar por Internet, reproducir vídeos o ejecutar juegos menos intensivos.
Una de las principales ventajas de no tener que comprar una CPU más una tarjeta gráfica adicional, es que el precio en su conjunto resultará seguramente más económico. Además, una pieza ocupa menos espacio que dos en el chasis, algo muy común entre los mejores procesadores para portátiles.
Los procesadores con gráficos integrados han evolucionado mucho en los últimos años, lo que hace que los contras sean cada vez más difusos en la gama alta. Por eso, la mayoría de los modelos actuales aguantan configuraciones con múltiples pantallas. Eso sí, en caso de necesitar capacidad para arrastrar grandes resoluciones o jugar con varios monitores al mismo tiempo, será mejor que optes por una dedicada.
Para evitar cuellos de botella, asegúrate de que la CPU de tu equipo sea igualmente de calidad. Y bien, ¿ya tienes claro qué opción te interesa más? Te compartimos algunos de nuestros procesadores con o sin gráficos integrados favoritos.
Los procesadores con gráficos integrados que recomendamos
Al hablar de procesadores, Intel y AMD son los dos fabricantes que copan el mercado. Los modelos de base son muchas veces los mismos, con la diferencia de si incorporan o no una GPU para disponer de gráficos integrados. Estos son algunos de los más recomendados.
Intel Core i9-14900KS
Es lo más para usuarios exigentes que quieran un procesador con gráficos y compatibilidad para placas base con socket LGA 1700. El chip de 14ª generación ofrece 8 P-Cores, con una frecuencia máxima de 6,20 GHz y hasta 3,20 de base, más 16 E-Cores que alcanzan los 4,50 GHz. Esta CPU destaca por su rendimiento mejorado respecto a sus precedentes, con desbloqueo de multiplicador para que los entusiastas del overclocking puedan exprimir su máquina. La tarjeta gráfica es una Intel UHD Graphics 770 para PC.
AMD Ryzen 9- 9900X

Con una litografía de 4 nm y preparado para el socket AM5, este procesador con gráficos integrados de la serie Ryzen 9 proporciona un buen balance y rendimiento en altas cargas de trabajo. Esto es interesante tanto para aplicaciones de productividad como para juegos. Dispone de 12 núcleos y 24 hilos, además de garantizar una frecuencia base de 4.4 GHz y una turbo de 5.6 GHz. El modelo de adaptador gráfico que incorpora es un AMD Radeon. A nivel general, nos gusta esta referencia por las mejoras de su arquitectura en cuanto a la predicción de saltos y una mayor eficiencia energética, con un modo ECO optimizado.
Intel Core i7-14700

Desde la aparición de la arquitectura de GPU Xe, los gráficos integrados de Intel han mejorado bastante. Este procesador de la 14ª generación para equipos de escritorio nos parece muy compensado y está preparado para la creación de contenido, apostando por una mayor flexibilidad y potencia. Cuenta con hasta 20 carriles PCIe 4.0 y hasta 8 DMI 4.0. Asimismo, incorpora una tarjeta gráfica Intel UHD Graphics 770 y es posible conectar hasta 4 pantallas.
AMD Ryzen 7 8700G

Con una potencia bruta de CPU Zen 4 y una tarjeta gráfica basada en RDNA 3, es una de las mejores opciones de procesador con gráficos integrados que existen. Podrás ejecutar juegos semi demandantes en 1080p, logrando más de 60 FPS en FarCry 6 o Assassin’s Creed: Valhalla, así como más de 100 FPS en GTA V o de 200 FPS en LoL. Tiene una potencia de 8 núcleos y 16 hilos a 5.1 GHz, por lo que es perfecto si buscas productividad. Incluye un motor que ayuda a procesar tareas de Inteligencia Artificial.
Los procesadores sin gráficos integrados que te recomendamos
¿No necesitas una GPU integrada porque vas a utilizar una gráfica dedicada? En ese caso hay procesadores muy eficientes que deberías considerar. Toma nota:
Intel Core i9 14900KF

De lo más bestia que ofrece Intel ahora mismo en cuanto a procesadores sin gráficos. Dispone de 8 P-Cores, con una frecuencia máxima de 6,00 GHz, más 16 E-Cores que alcanzan hasta los 4,40 GHz. Este i9 está basado en la microarquitectura Raptor Lake Refresh, con muy buen rendimiento para tareas intensivas de procesamiento, juegos y aplicaciones exigentes. Sus 36 MB de memoria caché también son importantes para la multitarea y si necesitas manejar cargas complejas de trabajo. Asimismo, podrás ajustar la velocidad de la CPU para un mejor desempeño.
Intel Core i7-12700KF

Estamos ante uno de los procesadores desbloqueados y sin gráficos de 12 núcleos y 30 hilos más destacados de la 12ª generación. Con tecnología Intel Turbo Boost Max 3.0 y compatibilidad para PCIe Gen 5.0 y 4.0 con DDR5 y DDR4, su diseño ha sido mejorado pensando en jugadores habituales y creadores de contenido que busquen un buen rendimiento en sus equipos. Este modelo es adecuado para motherboards de serie Z basadas en el chipset de la serie 600. Tiene una frecuencia de base de cada núcleo de rendimiento de 3,6 GHz.
AMD Ryzen 7 5800X

El AMD Ryzen 7 5800X es un procesador sin gráficos integrados muy bien valorado en cuanto a su relación calidad - precio. Entre sus puntos fuertes está la velocidad y la capacidad de respuesta, proporcionando al usuario un buen rendimiento de Instrucciones por Ciclo (IPC) y potencia para la multitarea. No incluye disipador de serie, por lo que es recomendable contar con una buena refrigeración líquida. De este modo el equipo se mantendrá dentro de un rango de temperatura óptimo. Con una frecuencia de reloj de 3.8 GHz, tiene un total de 8 núcleos optimizados para el juego y 16 hilos.
Entonces… ¿ya tienes un favorito? Decidas lo que decidas, cuando vayas a comprar un procesador no olvides asegurarte de que el modelo sea compatible con la placa base de tu ordenador, mirando qué zócalo (socket) utiliza. Si es de Intel verás que los que terminan con la letra F no tienen gráficos integrados. Revisa igualmente la cantidad de tareas que pueden llevar a cabo de manera simultánea y su frecuencia de base y turbo.
Si cuentas con un presupuesto más limitado, siempre puedes buscar una referencia de una o dos generaciones anteriores. Estos modelos siguen teniendo muy buenas prestaciones y suelen estar disponibles a un precio más contenido. Así podrás equilibrar rendimiento y coste, con un procesador - con o sin gráficos - que satisfaga igualmente tus necesidades. Considerando bien todos estos aspectos, seguro que encuentras una CPU idónea para lo que requieres.