
La placa base y su compatibilidad entre componentes PC
Vamos a examinar la compatibilidad de la placa base con los componentes que conectamos en ella, habiendo importantes detalles a tener en cuenta en la configuración.
Compatibilidad de la placa base y el procesador
La CPU y la placa base han de ser compatibles, y dicha compatibilidad se resume a lo siguiente.
Compartir socket o zócalo
Tanto la placa base, como el procesador deben estar diseñados para el mismo socket; de lo contrario, la CPU no encajará a la hora de instalarla. Tened en cuenta que el procesador se instala en el socket (LGA1700, LGA1200, AM4, etc.), por lo que, si no es compatible, no cabrá en el hueco.
El chipset de la placa base
Aclarada la compatibilidad entre el procesador y la placa base, tenemos que acudir al chipset de la misma. El chipset controla las comunicaciones entre CPU, RAM, almacenamiento y más periféricos, siendo diseñados por Intel o AMD.
Aunque sean diseñados por Intel o AMD, quienes los distribuyen son MSI, ASUS, NZXT, EVGA, Biostar ASRock y GIGABYTE a través de sus placas base. Dentro de una generación de sockets, encontramos varios chipsets que se dividen por gamas: de entrada, mainstream y entusiasta.
Para el usuario, elegir entre un chipset u otro va a significar disfrutar de más o menos funciones en la placa base:
- Overclock en la CPU.
- Más soporte de frecuencias en RAM.
- Mejor conectividad.
- Overclock en las memorias RAM.
Por ejemplo, AM4 tiene 3 generaciones de chipsets (serie 300, 400 y 500) y, aunque los últimos Ryzen 5000 sean compatibles con AM4, no son compatibles con todas las placas de la serie 300.
Los fabricantes de placas base suelen actualizar ciertos modelos para el soporte de nuevos procesadores, pero hay veces que esto no es posible, ¿por qué? Porque las nuevas CPUs pueden tener necesidades de voltaje distintas e incompatibles con las placas base más antiguas (aunque tengan el mismo socket).
Compatibilidad de la placa base con memoria RAM
Pueden surgir incompatibilidades a la hora de configurar un PC a piezas, especialmente cuando se trata de elegir placa base y memoria RAM. Te detallamos qué debes tener en cuenta respecto a la compatibilidad de la placa base y memoria RAM.
Tipo de memoria RAM: DDR3, DDR4 o DDR5
Esto es lo primero que debéis mirar cuando vais a comprar memoria RAM o una placa base: ambas deben ir al unísono. No podremos instalar módulo DDR3 en una placa base que soporte DDR4, como DDR4 en una placa con DDR5. Si te preguntas por qué, físicamente no encajan.
Así que, tenedlo en cuenta si vais a comprar memoria RAM, como si vais a configurar un PC a piezas.
Por otro lado, nos gustaría hacer mención especial para quienes queréis mejorar la memoria RAM de vuestro portátil: averiguad antes si se puede y ver qué memoria usa. Hay modelos en los que no se puede actualizar (especialmente los que llevan memoria LPDDR) porque llevan la RAM soldada o porque están cerrados de cierta manera que lo hacen inviable.
Frecuencia de memoria RAM, ¡súper importante!
Muchos cometen el error de comprar memoria RAM con una frecuencia mayor que la soportada por la placa base. Esto es una pérdida de dinero porque habremos pagado más dinero por unas memorias RAM que van a funcionar mucho más lento de lo que deberían.
La placa base es la piedra angular de toda la configuración, y tenemos que leernos bien qué zócalo, chipset y características lleva. Entre éstas, encontramos la frecuencia de memoria RAM que soporta (2.666 MHz, 3.200 MHz, etc.), por lo que debemos comprar e instalar unos módulos acordes.
¿Qué ocurre si compramos módulos de la misma tecnología DDR, pero más rápidos de lo qué soporta la placa? Que funcionarán a la frecuencia por defecto (2133 MHz, normalmente) y que solo podremos subir su frecuencia a la máxima soportada por la placa base.
Por ejemplo, si la placa soporta un máximo de 2.666 MHz e instalamos módulos de 3.200 MHz, éstos funcionarán como máximo a 2.666 MHz, ¡estaremos perdiendo más de 500 MHz!
Slots de la memoria RAM
Como habréis visto, podéis comprar packs de 2 módulos, de 4 módulos o comprar un módulo que funcione en Single Channel. Antes de comprar nada, revisad cuántos slots o ranuras de memoria RAM tiene la placa base porque luego vienen las sorpresas.
Hay placas que solo tienen 2 slots, lo que nos obliga a tener configuraciones de 2 módulos o uno en Single Channel. En DDR4, puede ser un problema tener solo 2 ranuras si queremos instalar 32 GB o 64 GB en total porque elevará bastante el precio del pack.
Es cierto que existen packs de 2 módulos de 32 GB (64 GB en total), pero encarecen mucho el precio de las mismas porque obligan a los fabricantes de memoria RAM a insertar más memoria por módulo. Esto en la memoria RAM DDR5 no es un problema porque la densidad es mayor y los módulos parten de los 16 GB individuales, por lo que las configuraciones de 32 GB son muy usuales.
Por otro lado, cuidado con combinar memorias RAM de diferente capacidad: puede funcionar, como no hacerlo. En definitiva, antes de comprar nada, revisa qué slots tienes.
Cuidado con el formato en los portátiles
Para terminar la compatibilidad entre memoria RAM y placa base, queríamos hacer referencia a quienes queréis comprar e instalar más RAM en vuestro portátil. Sabiendo que la RAM que queréis es del mismo tipo y la frecuencia es adecuada… cuidado con el formato.
En el mercado encontraréis módulos SO-DIMM y DIMM: las memorias RAM usadas en portátiles son las SODIMM. Veréis que no tienen tanta frecuencia, que son algo más caras y que tienen menos capacidad, siendo también más pequeñas. Tienen un aspecto más “recortado” respecto a la versión de sobremesa.
Compatibilidad de la placa base con otros componentes
Nos queda abordar la compatibilidad de la placa base con otros componentes, como es la tarjeta gráfica y los SSDs, por ejemplo.
Tarjeta gráfica y placa base
Las tarjetas gráficas hacen uso de una ranura PCI-Express y de una serie de raíles, algo a tener muy en cuenta con nuestra placa base. En términos de rendimiento, se ha visto que la diferencia entre PCIe 3.0 y 4.0 prácticamente no existe, pero sí existe cuando hacemos uso de 16 raíles (x16) u 8 raíles (x8).
Encontraréis una serie de ranuras PCI-Express en las placas base, pero debéis recordar que hay que usar la que más raíles ofrezca (x16, generalmente). Esta ranura es la más grande de todas y es la que está más cerca del socket de la CPU, incluso estando reforzada por acero en algunas placas base.
Si la GPU hace uso de PCIe 4.0 x16, perderá rendimiento si nuestra placa base no tiene una ranura PCIe 4.0 x16, sino que el máximo es x8.
Aconsejamos 2 cosas:
- Comprobar qué ranuras tenemos en la placa base y qué raíles ofrecen a través de la ficha técnica.
- Mirar qué interfaz PCIe usa la GPUen su ficha técnica.
De esta manera, podéis cuadrar ambos componentes sin problemas. Por ejemplo, las NVIDIA GeForce RTX 3000 y AMD Radeon RX 6000 estrenaron el uso de PCI-Express 4.0, habiendo modelos que usan x16, x8 y otros x4.
SSD y SSD M.2
Con los SSD de 2.5 pulgadas no suele haber ningún problema porque hacen uso de la interfaz SATA, igual que los HDD. La mayoría de placas base incorporan 6 puertos SATA, por lo que instalar un SSD de 2.5 pulgadas nunca será un problema.
La cosa cambia cuando queremos instalar un SSD M.2: la placa base debe tener un slot preparado para ello y la de 2016-2017 pueden no tenerlo. Este slot hace uso de la interfaz PCI-Express, aunque no estemos conectando el SSD a una ranura PCIe.
Aquí hay que tener en cuenta 2 cosas:
- Los raíles que usa el slot M.2.
- La interfaz que usa el SSD: PCIe 3.0, 4.0 o 5.0.
- Factor de forma del SSD M.2.
No solo tiene que haber compatibilidad entre SSD y placa base respecto al slot M.2, sino que dicho slot debe hacer uso de los raíles que necesita el SSD (normalmente x4). Además, hay una gran diferencia entre un SSD PCIe 3.0 y 4.0: concretamente, más de 3.000 MB/s de transferencia de datos.
Para terminar, cuidado con el factor de forma del SSD M.2. Éste viene reflejado en su ficha técnica, al igual que la placa base también lo establece en su ficha técnica. El factor de forma o formato del SSD M.2 se diferencia por Type o Tipo y por sus dimensiones, siendo las más comunes:
- Type 2280: 80 mm x 22 mm.
- Type2260: 60 mm x 22 mm.
- Type22100: 110 mm x 22 mm
- Type2242: 42 mm x 22 mm.
Esto lo debéis cotejar especialmente cuando vais a instalar un SSD M.2 en vuestro portátil, ya que el espacio es más limitado y los modelos no son compatibles con varios formatos. En el caso de las placas base, suele haber compatibilidad con la mayoría de formatos.
Placa base y la caja PC
Hemos visto cometer este error por parte de los usuarios y compradores que configuran un PC a piezas: elegir una caja PC que no hace uso de todas las conexiones frontales de la placa base.
La placa base tiene unos conectores internos en los que se conectan unas clavijas de la caja PC, teniendo como función conectar los puertos frontales de la caja PC con el sistema. Pues bien, la incompatibilidad viene cuando elegimos una caja PC que no soporta todas las conexiones frontales de la placa base.
De este modo, estaremos desaprovechando puertos que podríamos disfrutar porque nuestra placa base está habilitada por ello. Lo mismo ocurre al revés: que la caja PC soporte tecnologías avanzadas (USB 3.2) y la placa base se resuma a USB 3.1 y USB 3.0.
Así que, prestad atención a este detalle, aunque nuestro equipo de configuraciones os avisará de si esto ocurre, ofreciendo soluciones.