Placas base con conexión M.2

¿Por qué elegir una placa con M.2?

Las placas base con conexión M.2 son compatibles con las unidades de estado sólido M.2, los dispositivos de almacenamiento con mayor velocidad de lectura y escritura del momento. Estas unidades son especialmente útiles para reducir a la mínima expresión los tiempos de carga. Con una tasa de lectura de hasta 3.600MB/s, un SSD M.2 es sin duda alguna la delicia de cualquier profesional que quiere ver como su equipo arranca y ejecuta todas sus aplicaciones en pocos segundos.

Cómo elegir los mejores componentes para aprovechar la potencia de un SSD M.2

El SSD M.2 es tan potente que el resto de componentes debe estar a la altura. De nada sirve tener el mejor disco duro SSD que existe, si el resto de la configuración no acompaña.Aunque no es lo mismo que el cuello de botella que puede sufrir un procesador o una tarjeta gráfica, los M.2 acceden tan rápido a las aplicaciones, que la memoria RAM debe ser muy rápida para recibir una gran cantidad de datos cada vez que abrimos un programa o arrancamos el sistema operativo. Es vital hacer un esfuerzo y comprar un kit de memoria DDR4 de al menos 3.200 MHz para no experimentar este particular ‘cuello de botella’ originado entre dos componentes forzados a interactuar en todo momento.